El Tenis en Pozuelo de Alarcón cumple este mes de septiembre 40 años gracias a la iniciativa y esfuerzo de José Bosch, presidente del Club de Tenis Pozuelo. La andadura oficial arranca en 1990, cuando se federa, aunque sus actividades se remontan a 1983, año en que se comenzaron a organizar actividades y campeonatos en el polideportivo Carlos Ruiz, de Pozuelo. En el año 2000 el Club se traslada al Valle de las Cañas. Cuenta con 800 jugadores de edades entre 4 y 80 años. Y José Bosch cuenta la historia a Pozuelo IN.

—Este mes de septiembre es una fecha histórica para el Club de Tenis, no?

Sí, este mes vamos a celebrar por todo lo alto los 40 años desde que en 1983 empezamos a organizar diversas actividades y campeonatos de tenis en el Carlos Ruiz.  Así estuvimos durante siete años hasta que en 1990 nos federamos y fundamos el Club de Tenis de Pozuelo de Alarcón.

—En el Valle de las Cañas ¿cuáles son las actividades del Club?

El Club es una escuela y también participa en competiciones federadas, tanto niños, jóvenes como adultos. También contamos con una escuela base de mini tenis y una escuela solo para adultos.

—¿Qué edades tienen los que acuden a este Club? 

Tenemos alumnos desde 4 años a 80 años. Los más pequeños, de 4 a 8 años hacen mini tenis los fines de semana, y contamos con 300 alumnos. Y a partir de los 8 años deciden si quieren jugar competición y si es así pasan a la Escuela de Competición Juvenil, donde las actividades son de lunes a viernes. Hay tenemos otros 300 chicos hasta los 18 años, aproximadamente.  Luego están los adultos, que juegan campeonatos solo en la provincia de Madrid de veteranos. El Club de tenis es Campeón de Madrid de veteranos. En total hay 800 jugadores de tenis en el Club. 

—Pero a nivel individual, no como Club, sí participan los jugadores en competiciones nacionales.

Sí, de manera individual hay muchos jugadores que sí participan en competiciones nacionales. Hay jugadores en el Club que están entre los 20 mejores de España. En veteranos tenemos a un jugador de 77 años que ha sido campeón de España y en el último torneo quedó subcampeón. También hay una mujer que es campeona de España en categoría de mayores de 55 años, que disputa campeonatos nacionales e internacionales, pero a nivel individual.   

—¿Cómo se financia el Club?

Con las aportaciones de los miembros, cada uno de ellos paga una cantidad en función de los entrenamientos que reciben. También contamos con una pequeña subvención del Ayuntamiento de Pozuelo, además de la cesión de las instalaciones. 

—¿Cuál es la finalidad de este histórico Club de tenis?

La formación de base, sobre todo. Nosotros no tenemos medios económicos suficientes para la alta competición, porque el tenis es un deporte muy profesionalizado. Cuando un chaval destaca le enfocamos a otros centros de Alto Rendimiento para que desarrollen su carrera. Este es un club muy familiar en el que hay jugadores de 3 generaciones. Algunos empezaron con 14 años y ahora tienen 70 y juegan sus hijos y nietos. 

—¿Qué necesitaría el Club para avanzar más y dar el salto a otras competiciones?

Para seguir progresando y evitar que chavales que destacan se vayan a otros clubs necesitaríamos más instalaciones porque las del Valle de las Cañas se van quedando pequeñas, tenemos 11 pistas pero todas son pistas duras, lo ideal sería contar también con pistas de tierra batida. Hay que tener en cuenta que este es un club municipal, no es privado, como el de La Finca o Chamartín.  Hoy es insuficiente para la gran demanda que existe, y cuando se amplíe Pozuelo con todos los planes urbanísticos pendientes el Club, tal como es actualmente, no podrá dar abasto. Ahora tenemos que dejar fuera todos los años a muchísima gente.

—Para todos estos chavales que vienen a entrenar la figura de Rafa Nadal y, ahora, la de Carlos Alcaraz, debe ser un aliciente tremendo.

Claro, para los chicos es un gran aliciente y les da moral. El tenis es muy popular y hay mucha afición, parecía que el pádel se lo iba a comer y no ha sido así, el tenis sigue creciendo sin parar. Pero a algunos hay que explicarles que ser número uno es casi imposible, hay que formarles en el proceso de su ambición.

—¿Qué ocurre con estos chicos que miran lejos y quieren ser profesionales?

Cuando alguno de estos chicos se vuelve loco nosotros intentamos quitarles la idea y a algunos les echamos del club. El tenis es un mundo terrible, sale un campeón de cada 100.000 y muy caro. Para ser profesional del tenis, y hablo de ser, un 120 del mundo, tienes que abandonar todo, por ejemplo, los estudios, con 12, 13 o 14 años, y eso es una decisión muy delicada que te marca la vida. Y tener mucha pasta para soportar lo que cuesta jugar por el mundo. Hay miles de jugadores que lo dejaron todo para jugar al tenis y ahora están por ahí tirados, en cualquier sitio, o en un club tirando bolas. Del tenis, a nivel mundial, vivirán del tenis 100 jugadores a lo sumo. 

—¿Habéis visto a muchos chavales sufrir porque no pueden llegar a alcanzar su sueño de ser jugador profesional?

Sí, el tenis es un deporte individual y muy exigente, muchos, la mayoría, no aguantan la presión que supone este deporte. Lo peor son las presiones familiares, que no son conscientes del daño que le pueden hacer al chaval. Hay algunas condiciones claves: talento, disciplina, un entorno familiar responsable y razonable, y mucho dinero. 

—¿Cómo se gestiona un club con 800 miembros?

Echándole todos muchas horas. Lo más importante es tener un buen equipo, y el que tenemos es excepcional. Tenemos once monitores profesionales que lo bordan.    Ω