Por Germán Pose / Fotografía: Javi Nuño y archivo personal - Marléne Mourreau conserva, a sus 53 años, el esplendor y la belleza de cuando se convirtió en toda una sex symbol gracias a sus deslumbrantes apariciones en los programas estrella de la televisión. El encanto de su rostro y su sonrisa la rodea como un capote torero pero no es una mujer frívola, a pesar de las apariencias. Toda una profesional del erotismo, un arte que, según confiesa a Pozuelo IN, está pasando por horas bajas. Este mes de marzo se podrá disfrutar de su gran show en el Festival “Horteralia”, en Ifema.

—Marléne, has sido todo un símbolo erótico, y algo más, de la televisión y otros medios durante mucho tiempo, y “desapareciste” casi de repente. Un amigo me preguntó ¿qué es de Marlene Mourreau?

(Ríe), jo, parece como si estuviera muerta. Desde el fatal confinamiento de la pandemia han desaparecido muchos artistas. Yo me sentí una loca hablando sola con las paredes porque estaba sola en casa. No hay programas de variedades desde hace años, yo ya no tengo sitio en los programas de televisión actuales. En fin, tal como estaba la situación decidí hacer la maleta y venirme al sur, a Marbella, donde decía Rafaella que era el mejor sitio para hacer el amor. Me contactó un fotógrafo local, Javi Nuño, especializado en imágenes eróticas, para hacerme fotos y me pareció muy bien porque mi cuerpo me lo permite todavía. Así que me dije, ¡me vuelvo a poner en pelotas! 

—Y surgió el amor con ese fotógrafo, no?

Sí, nos empezamos a conocer, nos caíamos bien y surgió una relación de amor. Me voló la pinza por ahí.

—En fin, tú fuiste todo un símbolo sexual en la España de los años 90, ¿cómo viviste esa época?

Cuando yo llegué a España suscité mucho morbo porque no había ese tipo de mujer que tuviera una forma de ser y de vivir tan liberal. Creo que fui un poco revolucionaria por la forma de expresarme y decir lo que sentía. Al final, todo acabó en confusión, el revuelo cultural de ahora no acabo de comprenderlo y creo que hemos pasado de un concepto de libertad a una dimensión de libertinaje, con el reguetón, el perreo y esas cosas. Hemos pasado de un extremo al otro y yo me siento un poco desplazada, porque yo entiendo el erotismo como algo muy artístico y ahora se ha convertido en una vulgaridad. Y yo aquí no entro.

—¿En tu gran momento de estrella televisiva eras consciente de que te habías convertido en el deseo “prohibido” de muchos hombres y mujeres?

(Ríe), ¿prohibido?, ja, ja, la pecadora, me llamaban. Bueno, qué quieres que te diga, en Francia también me pasó algo similar porque tenía un estilo que podría ser provocador, no sé, una manera de vestir y de expresarme, sí, bastante explosiva. Las francesas tenemos una fama de mujeres ligeras, algo frívolas, y no es así, tenemos ansía de libertad, pero no somos libertinas. La gente está muy confundida. Tanto Chico Ibáñez Serrador como José Luis Moreno me demandaban mi punto sexy, pero yo quería hacer algo más, diferente. 

“NO SOY UNA MUJER DE FOLLAR, LO SOY DE HACER EL AMOR”

—¿Cuándo tú te veías en soledad frente al espejo te sentías una mujer especialmente sexy? 

Pues sí, pero todos tenemos nuestros complejos, el mío eran mis piernas, ya ves, porque me las veía muy fuertes, atléticas y siempre las he intentado tapar lo más que he podido, pero no me podía quejar de lo demás. Tenía un rostro bello, un cuerpo bonito, unos pechos preciosos, no sé. No en vano en la revista Interviu tengo el récord histórico de portadas, que fueron doce. 

—¿Cuántos amantes has tenido?

(Carcajeándose) Uy!, no he contado, porque yo me dejo llevar cuando me enamoro, y es que yo era muy enamoradiza en su momento. Ya no me enamoro por cualquier tontería. Pero yo no soy una mujer de follar, soy una mujer de hacer el amor, con todo lo que ello significa. Soy más sensual que sexual.  

—Entre los amantes que has tenido se te ha relacionado, entre otros, no sé, con Pepe Navarro, ¿qué relación tuvisteis?

Bueno, ejem, hubo un momento de atracción, de ligue, cuando él estaba en fase de separación de su mujer. A Pepe siempre le he considerado un gran amigo, es un tipo muy educado e inteligente y siempre lo hemos pasado bien juntos. Tiene un sentido del humor y un nivel intelectual exquisito que la mayoría del personal nunca ha entendido. 

—En Francia tuviste una fase política y te enrolaste en el PLA (Partido por la Libertad y el Amor), ¿cómo recuerdas esa experiencia?

A mí me hace mucha gracia que me criticaran por defender cosas como el matrimonio homosexual, que luego todo el mundo copió, y sobre todo, por reclamar preservativos gratis para los jóvenes con el fin de prevenir enfermedades, embarazados no deseados, aquella época terrible del Sida en los 90.... Por eso me lanzaron muchas piedras y ahora resulta que Macron, el presidente francés, lo ha puesto en práctica. Así que todo lo que dije y por lo que me criticaron hace años ahora vale, vaya rollo, no?

“PARA UNA RELACIÓN PREFIERO A UN HOMBRE QUE A UNA MUJER, SON MÁS RECTOS Y MÁS NIÑOS”

—Te has convertido en embajadora de una red social para mujeres maduras que desean conocer a hombres más jóvenes, ¿cómo va el asunto?

Ah¡, eso es una empresa canadiense que quería que alguien llevara la imagen de esa mujer de más de cuarenta años, mujer “cougar”, o que también se conoce como mujer “MILF”, o sea, madres follables, para entendernos. Realmente ese tipo de mujer que participa en esa red social es una mujer madura, independiente, divorciada o soltera, y no necesita a un hombre que le mantenga, pero les atraen hombres más jóvenes, y ya está.  

—Según tú misma has confesado has tenido relaciones tanto con hombres como con mujeres. Hace unos años, en el programa de Tele 5 “Sábado Deluxe” comentaste que había hecho el amor con Ivonne Reyes, entre otras.

Sí, lo dije, pero ese tema prefiero no tocarlo. Tuvimos un par de encuentros pero me di cuenta de que era una persona muy interesada y me alejé de ella. 

—¿A lo largo de tu vida sexual quién crees que es mejor pareja un hombre o una mujer? 

Uff, mira, yo prefiero a los hombres por una razón muy sencilla, creo que son más rectos, más niños, más nobles, por lo general, y menos celosos que las mujeres. Es verdad que ha habido mucho machismo en España, pero ahora parece que todo ha cambiado y es la mujer la que domina y es protegida ante los hombres con las nuevas leyes. Los hombres se sienten cada vez más inferiores y es por eso por lo que creo que cada vez hay más homosexuales que salen del armario. 

—¿Cómo contemplas esta nueva corriente feminista alentada por las formaciones de izquierda?

Desde mi punto de vista no habría existido este feminismo tan extremo si no hubiera existido ese machismo tan extremo. Yo no me siento feminista como estas feministas de ahora, yo siempre he sido femenina y mujer. Defiendo siempre a las mujeres pero no para machacar a los hombres, como están haciendo ahora. Se ha perdido el concepto del respeto, la mujer debe respetar al hombre y el hombre a la mujer. Esto de ahora no me gusta nada.

“ANTES DE MORIR ME ENCANTARÍA HACER UNA PELÍCULA”

—Han cambiado los tiempos, incluso a ti la red Instagram te censuró las imágenes que colgabas. Y tú dijiste: ¿¡Pero bueno, en qué mundo vivimos?!  

Yo tengo claro que un desnudo artístico es artístico, y ya está, no puede haber dudas falsas moralistas. En Instagram hay vídeos muy cutres con chicas moviendo el culo como posesas, y no lo censuran, eso no lo entiendo. A mí me quitan de en medio por enseñar medio pezón. Pues nada, que les zurzan. 

—Tienes 53 años, ¿cómo sientes el paso y el peso de la edad?

Bueno, cuesta mucho haber sido un bellezón en su momento, modelo, sex simbol, todo lo que quieras, sí, es difícil para una mujer sentir que el cuerpo va envejeciendo. En mi caso, siempre me he cuidado, llevo vida sana, no bebo alcohol, a excepción de un buen vino, hago deporte, no estoy enferma, y conservo un cuerpo bello. Lo único que me molesta del paso del tiempo son los posibles achaques de la salud, articulaciones, artrosis y cosas así. 

—Ahora, junto a tu novio Javi Nuño, tenéis abierta una página en la plataforma “OnlyFans”, de contenido erótico, y parece que os va muy bien.

Nos va bien, sí, hacemos contenidos privados, muy elegantes, y también vídeos. Es algo a la carta. Lo solemos hacer una vez a la semana y tenemos muchos seguidores y fans que les gusta el asunto, aunque no quiero que haya más de 150 personas. Cobramos desde 200 a 2.000 euros, según lo que nos pidan.

—Este mes de marzo se celebra el festival “Horteralia”, en el Ifema de Madrid donde tú eres una de las protagonistas junto a otras figuras de otros tiempos. Horteralia, ¿Un homenaje a la horterada?

Es una fiesta muy divertida donde todo el mundo puede disfrazarse de los más hortera que ellos consideren, hombres mujeres, nos ponemos pelucas, plumas, trajes raros, en fin. Nadie es ridículo, somos horteras, eso sí,  y vamos como nos da la gana. 

—¿Qué le pides a la vida a estas alturas del viaje?

Ay, me he quedado con muchas ganas de ser actriz, de hacer una película, bueno, al menos eso ya lo hace mi hijo. Antes de morir me encantaría hacer una película. Ahí lo dejo.   Ω