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MARZO DE 2023  /  ENTREVISTAS

MARIO VAQUERIZO SE CONFIESA A POZUELO IN

09-03-2023 9:59 a.m.

“TENGO MUCHOS COJONES Y HAGO LO QUE ME PROPONGO”

Por Germán Pose / Fotografía: Irene López - Mario Vaquerizo (Madrid, 1974) es todo un torbellino, showman de verdad, artista por los cuatro costados, todo un profesional de la exposición y el descaro. Un hombre con carácter firme que combina su éxito y fama con la sana humildad de aquel chico que se crió en Vicálvaro. Y se ha echado en los brazos de Pozuelo IN con toda la pasión que lleva dentro.

—Siempre se te ve exultante, eufórico, como si disfrutaras de la vida a cada instante, ¿es una pose o un estado natural?

En mi día a día no soy actor. Solo interpreto cuando me someto a las órdenes de un director, ya sea de teatro, cine o televisión. Mi naturaleza es así, muy extrema en ambos sentidos, en el más serio y en el más lúdico. Ocurre que siempre estoy de buen humor porque la vida, más allá de sus penalidades, me sonríe bastante, y yo también me lo curro para que sea así. Entiendo que haya gente que me tome como un tipo alocado y algo desquiciado, y descarado, que lo soy,  pero la gente que más me conoce sabe que soy un hombre muy trabajador y aristotélico, o sea, que la virtud está en la justa medida. 

—La verdad es que estás muy expuesto, ¿en qué manera te excita ser tan famoso?

A mí lo de ser famoso me ha venido dado. Yo lo que siempre pretendí desde que tenía uso de razón era ser periodista, algo que conseguí, me licencié en la Complutense, de Madrid, lo demás ha ido llegando. Primero, por ser el marido de Olvido Alaska, de lo que estoy encantado, y después por mi intervención en ese reality de televisión, donde me mostré tal y como soy, sin más. Así soy. Y hago entrevistas como esta a Pozuelo IN, y lo que haga falta. No soy como otros “famosos” que les molesta, según dicen, el peso de su fama. Me parecen poco profesionales.

—Hablas de esa apuesta tuya en televisión, ¿se necesita ser muy desvergonzado, falto de pudor para desnudarte de esa manera y hacer ese tipo de cosas?

En mi caso, lo hago porque no me da nada de corte ni vergüenza. Porque estoy muy orgulloso de mi familia y de mi entorno y me gusta mostrarlo. Soy fan del formato del reality y nunca he tenido prejuicios a la hora de exponer mi lado más íntimo. Y cuando nos dejó de apetecer hacer ese programa dejamos de hacerlo y ya está. No pasa nada. 

—¿Cómo conjugáis ese éxito en pareja Olvido Alaska y tú?

Pues mira, mi jefa es Alaska, yo sigo siendo su mánager. Con ella empecé trabajando hace muchos años como promocionero. Y he seguido haciendo muchas más cosas. Tengo el grupo “Las Nancys Rubias” y “Los Ramonsters” y creo que el éxito no está en los demás, está en uno mismo, si lo tienes, claro. No gano dinero con la música, pero me sacude la emoción, lo hago sin pretensiones, porque el exceso de ambición acaba por frustrarte.

“ME ENCANTA EL MARICONEO Y ESA PLUMA INNATA QUE TENGO Y QUE NUNCA REPRIMIRÉ”

—Un amigo común, el genial pintor ya desaparecido Sigfrido Martín-Begué, me comentó que tú y Alaska formabais la pareja perfecta, ¿sabes a qué se refería?

Porque somos muy afortunados. El rollo de las parejas hay que currárselo, como todo en la vida, pero también es una cuestión de suerte que Alaska y yo nos sigamos atrayendo de esta manera. Vamos a cumplir 24 años de pareja en junio y hemos tenido de todo, como en una montaña rusa, pero cuando hay algo que es auténtico acaba fluyendo. Aunque no existe una fórmula porque esto no es una ciencia. Algo creo que tengo claro: soy muy dueño de mi vida con todas las equivocaciones, claro. Alaska y yo, sí, podemos ser la pareja perfecta, porque nos respetamos mucho y somos muy diferentes, y eso ayuda a que la relación se vaya afianzando. Y nos gusta estar juntos, ya ves. Yo me acuesto con la chica que me gusta, más allá que Alaska sea una artista muy importante en este país.


—¿Cómo fue vuestra boda en Las Vegas?

Muy bien, nos apetecía hacerlo y lo hicimos. Estábamos solos y ocurrió a los seis meses de conocernos. Ha sido una de las cosas que mejor he hecho en mi vida. Tengo muchos cojones, con perdón, y si se me pone algo en la mente voy a por ello. Y, bueno, no quisimos legalizar el matrimonio, no lo vimos necesario. 

—¿Cuándo empezaste a dar tus primeros pasos como periodista te imaginabas que ibas a llegar al paisaje en que te desenvuelves ahora?

Nunca me lo planteé. Soy muy trabajador, testarudo y constante y lo que quiero lo suelo conseguir. He llegado hasta aquí, pues muy bien. La fama me divierte pero también tengo claro que la fama es efímera. Tengo mi base laboral muy clara, lo demás es un extra, y bienvenido sea. 

—¿Te consideras un provocador?

Es que la provocación no está en ti, reside en los demás, en los que te ven. Puedo entender a la gente que no le gusten mis cosas, cómo canto, visto y demás, pero lo único que reclamo es respeto.

—¿Cómo llevas que se divague tanto sobre tus tendencias sexuales?

Es que ya estoy muy acostumbrado a eso. A mi me jode por Olvido, porque de alguna manera, cuando dicen esas cosas, la están cuestionando a ella. Una relación no verdadera no se sostiene durante 24 años. A mí me encanta el mariconeo, muchos de mis amigos son maricones, no tengo ningún problema en hablar en femenino y tengo ese lado femenino y esa “pluma” que es innata y que jamás la voy a reprimir porque para mí no es ningún defecto. Lo que no me gusta es la mala leche y que te hagan daño basándose en el anonimato de redes y esas cosas. Porque a mí no me hacen daño pero sí se lo pueden hacer a mi madre y a mi familia, y eso no lo aguanto y entonces saco mi lado más macarra, que también lo tengo.

“ALASKA ES MEJOR TÍA DE LO QUE ELLA PIENSA”

—¿Cómo definirías a tu mujer, a Olvido Alaska?

Es una chica muy total, con un excesivo sentimiento de la responsabilidad y del trabajo, que a veces me saca de quicio, pero es una muy buena tía. Mucho más buena de la que ella piensa para ella. 


—¿Y sabes cómo te define ella a tí? 

Creo que sabe que soy una buena persona, un gran trabajador, y alguien que lucha porque su entorno esté perfecto. Un patriarca sin que me lo pidan. 

—¿Y cómo te defines tú?

Como buen tío y como buen cristiano, que lo que quiero para mí lo quiero para los demás. 

—¿En algún momento os planteasteis tener hijos?

Yo sí, pero después me di cuenta que no era plan porque Olvido no tiene ese instinto maternal adecuado. Y también por una cuestión de responsabilidad, porque no sé si yo hubiera sido capaz de responder como deben responder los padres a sus hijos, de la manera a como me acostumbraron a mí en mi casa. Pues eso.

—¿Cómo llevasteis esta polvareda que se levantó sobre los rumores de vuestra separación?

Pues mira, yo, partiéndome la polla, con perdón, del maricón que escribió eso. La mierda de la tiranía de esos chavales que suben cosas a las redes sin confirmar ni contrastar nada. Frivolidad de mierda por conseguir más seguidores. Y yo me descojonaba pensando lo importante que soy cuando diversos medios solo hablan de si me separo o no me separo de Alaska, hay que ver. Lo que me jode, de verdad, es que medios supuestamente serios den por veraz la opinión de un majadero en Tik Tok.  

“AHORA ESTAMOS VIVIENDO UNA DICTADURA, MUCHO PEOR QUE LA DE FRANCO”

— En este mes de marzo se celebra otra edición del Festival “Horteralia”, en el Ifema, de Madrid, donde tienes un especial protagonismo con “Las Nancys Rubias”, horteras sin complejos, no?

¿Pero qué es ser hortera?. Yo soy muy individualista, creo en mí y hago en todo momento lo que hace sentirme bien, si la gente piensa que es hortera, pues allá ellos, pero creo que la gente funciona con muchas etiquetas. A mí un Festival como “Horteralia” me encanta porque es un acto muy ecléctico y da cabida a todo tipo de propuestas musicales y no es nada dogmático. 


—¿Cómo asistes a este panorama político actual?

Estamos viviendo una dictadura, así de claro, supongo que es una opinión general. No se respeta nada, solo hay imposiciones. Pasamos una dictadura franquista hace más de 40 años y ahora estamos en otra que es mucho peor.

—¿Hay algo que te hubiera gustado hacer y no has hecho?

Me hubiera gustado dirigir una revista como Pozuelo IN, me hubiera gustado estudiar fotografía, no sé. Y también me habría gustado hablar bien inglés, creo que me arrepiento de haber sido vago de joven para no estudiarlo, porque cuando viajo por ahí no me siento yo, igual que aquí, por la barrera del idioma. Creo que hay que estudiar cuando eres joven, a estas edades todo cuesta mucho más, en todos los sentidos.   Ω