Por Ariana Francés

1 ¿Cómo empezaste? 

Pues fue muy casual, realmente abrí un perfil para uso personal como directorio de marcas de fiesta con fotos de vestidos que me gustaban. Recuerdo que lo llamé Invitada Perfecta porque mi armario o algo así ya estaba cogido en ese momento. Por lo que el tema naming como veréis también fue cero meditado. 

Esto realmente surge porque en las últimas bodas a las que había asistido no fui totalmente convencida de mis estilismos. Me pasaba aquello de que cuando tenía bodas o celebraciones no encontraba nada apropiado, pero cuando no había eventos a la vista, me encantaba todo.  Y no quería que volviera a ocurrirme en eventos que tenía a la vista.

Y a los dos meses ya contaba con más de 10k seguidores y me llamó el primer diseñador. Me decía que sus clientas iban al atelier con imágenes de modelos que veían en mi Instagram y que él quería estar allí. No tenía imágenes propias así que me propuso prestarme vestidos para que realizara las fotos y luego pudiera subirlas. Y así comenzó prácticamente todo.

2. Cómo es tu día a día relativo a las redes sociales? 

Pues prácticamente es un trabajo 24/7 ya que todos los días tienes que subir contenido, además de organizar las sesiones de fotos, búsqueda de proveedores, recibir y devolver paquetes, labores administrativas como facturas o presentación de modelos, negociación de clientes, preparación de campañas y propuestas, montaje de vídeos o edición de fotos, eventos, reuniones, contestar privados y mensajes y un largo etcétera que te mantiene ocupada y “enganchada” a diario. 

3. Cómo vives tu relación con tus followers? 

Pues para mí son el motor de mi trabajo por lo que intento cuidarlos mucho. Me encanta hablar con ellos, intento ayudarles con sus dudas, compartir aficiones o gustos afines y sobre todo, ser muy agradecidas con ellos porque son “mis jefes” en cierto modo. En general es muy buena, aunque debido al alto volumen, es cada vez más difícil de sobrellevar ya que al día puedo pasarme 3h/4h contestando mensajes.

4. Lo mejor y lo peor de este mundo.

Lo mejor la gente, te encuentras con detalles tan bonitos y personas que se alegran de tus logros como si te conocieran que es realmente precioso. Y lo peor es la no des conexión, las sesiones en tirantes a 2º grados que son bastante frecuentes y el trabajo psicológico que tienes que realizar ante ciertos comentarios. Pero como en todos los trabajos del mundo, siempre tienen su parte buena, de la que disfrutas y mucho, y su cara mala, de la que solo te queda aprender.