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JULIO 2017  /  ENTREVISTAS

“EL GRAN RETO ES NO DEJAR QUE LOS MIEDOS TE ENCORSETEN”, SANDRA GARCÍA-SANJUÁN

10-07-2017 6:46 p.m.

Hiperactiva, amable e inteligente. Así es la mujer que está detrás de uno los festivales más importantes de Europa, Starlite Marbella y la española que fue capaz de representar a modelos internacionales como Naomi Campbell. Acepta este viaje al baúl de los recuerdos para ofrecer el lado más humano de una empresaria con éxito Por Katy Mikhailova

Le recogemos en el Hotel Eurobuilding de Madrid para dirigirnos a un restaurante en Avenida de Europa, Pozuelo de Alarcón. Un sinfín de llamadas mantienen a Sandra distraída durante el trayecto. Va de copiloto y no duda en encender el GPS de su móvil para llegar a la hora fijada. El tiempo es un bien que valora mucho y que con los años ha aprendido a gestionar.  Se comunica con su equipo de Starlite a través de los audios del Whatsapp. Toda nota de prensa, carteles, propuestas pasan por su visto bueno y el de su marido. Ella, más creativa; él, más metódico y racional. Ambos forman un tándem envidiable.

Los García-Sanjuán, empresarios natos
Sandra es observadora, apasionada y con mil historias en la cabeza. “Mi primera empresa la creé con 10 años. Empecé en el patio del colegio vendiendo los accesorios para el pelo que yo misma diseñaba y confeccionaba”, recuerda. “Con el dinero que recaudaba me compraba golosinas”, cuenta entre risas. Y es que no tardó en conseguir que sus pequeñas creaciones ocuparan un puesto en los escaparates de tiendas de moda de Santa Cruz de Tenerife.
Nació un 15 de mayo de 1972. La mayor de 6 hermanos, Sandra ha heredado la vena empresarial de su padre y de su abuelo. Éste, Cándido Luis García-Sanjuán, fue el pionero en hacer de Canarias un destino turístico atractivo, construyendo numerosos hoteles por la isla, entre los que destaca el primer hotel del sur llamado Hotel Gran Tinerfe de Adeje; y  su padre fue alcalde de Santa Cruz de Tenerife y magistrado suplente del Consejo Superior del Poder Judicial. También entrenador del Tenerife C.F. y llegó a gestionar hasta 60 empresas.

“Mi padre es un hombre decente, querido por sus amigos, muy idealista, emprendedor, muy positivo”, explica. “Mi abuelo fue un gran luchador, le admiraba muchísimo. Siendo joven llegó a estudiar en Bélgica. Era constante, disciplinado, metódico, con una mente muy estructurada”, cuenta Sandra con orgullo.

Su madre, siempre su gran aliada: “ha creído en mí. ‘Si alguien es capaz de hacer eso que te propones esa eres tú’ me decía”. Y es que Sandra no tardó en atreverse a ir con una cámara de fotos profesional, de esas enormes, para asistir a desfiles  y acreditarse como fotógrafa, aun sin saber cómo se utilizaba.

Los días azules de una infancia en el mar
¿A qué olía tu infancia? “Fíjate, nunca me han hecho esa pregunta”, reflexiona. “Olía a vino, cuando íbamos a la finca de mis abuelos en la que había bodegas y vendimias”, cuenta con cierta nostalgia. “Olía sobre todo a mar… en Tenerife. Olía a sol, a playa, a mar… a felicidad. El mar para mí es un desahogo; te llena el alma, te da paz y tranquilidad. Me fascina el mar”.

La rutina de Sandra era muy intensa. Por las mañanas aprendía idiomas. Las tardes las pasaba en múltiples actividades extraescolares: tenis, gimnasia rítmica, ballet: “mi día a día era una locura, pero siempre a mediodía iba o al club náutico o a darme un baño, y el mar es una parte del día”.

De pequeña siempre había querido ser empresaria o misionera. De alguna forma se podría decir que ha cumplido ambos sueños.

De Tenerife se fue a Oxford para cursar 2º de BUP y en Madrid comenzó a estudiar Economía de la Empresa en la Universidad CEU San Pablo, terminando la licenciatura en la Universidad Complutense de Madrid. Habla español, inglés, alemán, francés y “chapurrea”, como ella misma dice, ruso (y yo doy fe de haberlo comprobado).

“Hoy soy una niña más evolucionada, que ha ganado más seguridad. Antes era más impulsiva y abierta. Pero el deseo de ‘comerse el mundo’, el soñar, el tener cientos de proyectos está ahí siempre y permanecerá probablemente el resto de mi vida”, responde a la pregunta de qué queda en Sandra de la niña que fue.

De joven inquieta a representante de famosos
Con apenas 20 años se convirtió en agente de celebridades, sin pensarlo ni buscarlo, debido a sus viajes a los desfiles más importantes de Nueva York, en donde llegó a conocer a las top models más prestigiosas. “Con veintipocos no pensaba mucho lo que hacía. Me lanzaba al proyecto que tenía en mente y, como creía que era posible, no le daba importancia al fracaso”, explica.

Y es que acompañaba a todas esas ‘celebs’ a las fiestas más ‘trendy’ de Nueva York. Siendo Sandra más accesible para los empresarios y periodistas, estos le contactaban a ella con el fin de contratar a esas ‘it girls’ de entonces, que forman parte de la década dorada de los 90. Nace de este modo Avory Celebrity Access,  empresa que a fecha de hoy puede presumir de haber trabajado con eminencias como George Clooney, Claudia Schiffer y un sinfín de nombres potentes en el mundo entero.

Así se convierte en agente de celebridades, como Naomi Campbell. “Naomi tiene muchas cosas muy buenas, y qué te voy a decir, es única”, atestigua. “Ha creado un personaje, ha creado tendencia, ha roto esquemas. Es una mujer con una fuerza impresionante y es una mujer que no te deja jamás indiferente”, completa. Y es que la Diosa del Ebano y la empresaria todoterreno vuelven a trabajar juntas en un proyecto llamado Starlite Universe, creando Naomi su propia marca de la mano de Starlite.

Todo éxitos, ¿cuál es tu secreto? “Creo que si las cosas me han ido bien es por no darle importancia al concepto del fracaso y no pensar en ello...  A veces las personas se autolimitan, y el mayor riesgo que tenemos somos nosotros mismos, nuestros miedos”.

Antes de cumplir los 30, Sandra quiso aprender música, y se fue a Nueva York para trabajar  con el que fue el primer productor de Madonna, John Benítez (JellyBean es como le llaman en la industria). “Me fui a colaborar con él. Aprendí un montón”, narra. “Cuanto más joven eres, menos miedos tienes. Te lanzas más a todo. El gran reto es no dejar que los miedos te encorseten”, reflexiona, quien asegura que son los obstáculos los que te tienen que aportar seguridad y nunca restarla.

El proyecto solidario y la amistad con Antonio Banderas
Antonio Banderas ha marcado un antes y un después en su vida. “Le conocí en una cena en su casa. Fui con unos amigos de Los Ángeles. Nos puso el sonido, el ruido, la música que se escucha en las procesiones de la Semana Santa malagueña. Aquello me impresionó”, contesta.

Después coincidieron en diferentes estrenos de películas. Pero la relación más cercana parte hace 8 años a raíz de las famosas Cenas Benéficas, proyecto que precede al Festival Starlite.

“Es una persona generosa, entrañable, auténtica, cercana, sencilla, fácil…”, cuenta.

Sobre su faceta solidaria hay que destacar que lleva 14 años volcada en ayudar a los más desfavorecidos, habiendo creado 16 escuelas en el Estado de Guerrero de México, gracias a las galas y otras acciones similares.

Un festival de música bajo las estrellas
Sandra se siente realizada y orgullosa de todo lo que ha logrado con Starlite. El proyecto nació en 2012, precisamente por la Gala Benéfica en Marbella. Para conseguir que los artistas actuaran en esa gala, Sandra ideó la posibilidad de que ofrecieran un concierto el día anterior y el día posterior, pudiendo así contratarles. Mandó un email a decenas de artistas, la mayoría amigos. Su gran sorpresa fue que 14 cantantes de primer nivel aceptaran participar.  Entonces decidió crear un festival de 14 días. Nació Starlite Marbella, <el brillo de las estrellas> en español. Después vino Starlite México.  Este verano la Cantera de Nagüeles acoge la Sexta Edición. Artistas de 67 nacionalidades diferentes han llegado a actuar en el festival. 163 mil personas han transitado el festival el verano pasado y este año se prevé superar las 200 mil. “En Starlite se junta la magia del público, la vegetación, la cantera, la roca, la naturaleza, las estrellas… en un sitio como es Marbella. Cada noche es una noche nueva”, dice con mucho cariño.  “Acabo agotada porque es una yincana. Mis vacaciones llegan cuando acaba el festival, en septiembre, pero soy muy feliz haciendo lo que hago”, responde.

—Dices que eres feliz,  ¿cuál es tu concepto de la felicidad?
“La libertad. La libertad en todos lo sentidos. Ser libre en el trabajo, en la familia, en el amor, en las amistades, en el ocio… el no vivir encorsetado y con opresiones y demás normas que te dictan qué hacer. Libertad de decisión personal de vivir tu vida según te dice el corazón. Creo en la felicidad y en que se puede ser feliz. Hay cosas que te pueden enturbiar, pero es una lección. Puedes estar enfadado en la vida. La felicidad tiene mucho que ver con las decisiones que uno toma”

—Una persona muy especial en mi vida siempre dice que quiere “comprar su libertad”, no todo el mundo puede mantener eso…
“En mi caso siento que he partido desde un punto ‘privilegiado’, y no me queda otra que demostrar y devolverle a la Vida lo que ésta me ha dado. Habiendo recibido tanto tengo una responsabilidad enorme de dejar mi huella y de hacer muchas cosas importantes para la sociedad, como toda mi aportación a la creación de escuelas en México. La vida no es solo pasarlo bien sino también sembrar, hacer felices a los que te rodean, o intentarlo. Eso, volviendo a la pregunta anterior, te hace feliz”.

—¿Qué esperas de la vida?
Todo y nada. Espero seguir pudiendo tener la posibilidad de elegir. El mayor regalo de la vida es el libre albedrío. Haber nacido con un libro con páginas en blanco, pudiendo rellenarlas voluntariamente, en la medida de lo posible, siendo el guionista de tu propia vida. Vas rellenando conforme creces es un gran regalo de la vida…   Ω