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SEPTIEMBRE DE 2023  /  ENTREVISTAS

EL ENCUENTRO DE LA NOSTALGIA, LA QUEDADA GENERACIONAL

28-08-2023 10:35 a.m.

Por Carmen Millán.

Javier González (el rubio), Juan Manuel Muñoz (Juanma), Óscar Jimenez (Moski) y David Martín (Pachón) son los responsables de que Pozuelo disfrute el último sábado de las Fiestas de la Consolación. Un viaje en el tiempo para los nacidos entre los años 60, 70 y 80. La Quedada Generacional nació de la melancolía por unos años y un Pozuelo que ya no existía. Fue entonces cuando cuatro amigos, de Pozuelo de toda la vida, se reunieron para seguir manteniendo el espíritu de antes, llevando a cabo la primera Quedada, que sin existir las redes sociales y a través de un mail, consiguió ser un éxito de encuentro entre los vecinos, disfrutando de una noche como las de antes. Ya son 17 años los que lleva celebrándose, convirtiéndose en uno de los días grandes de las fiestas. Una cita que nadie se quiere perder, conciertos y un ambiente magnífico pone el broche final a una semana de festejos.

Hablamos con los responsables para que nos cuenten la historia que hay detrás de toda esta movida.

—¿Cómo surgió la idea de la Quedada?

Rubio- Oscar, nacido en Pozuelo, llevaba unos años viviendo en Cerdeña y siempre que venía a su Pozuelo y a ver a su gente, nos juntábamos los 4 y fue uno de esos días, Semana Santa, en casa de Juanma, donde tuvimos el clásico reencuentro de nostalgia y exaltación de la amistad y se nos ocurrió compartirlo por correo electrónico. Entonces no había redes sociales, así que corrimos la voz a través de correos electrónicos proponiendo quedar en la Calle Norte el último sábado de las fiestas a las 20 h. Elegimos esa calle porque era uno de los sitios de encuentro de la juventud en aquella época y más en fiestas. En ese e-mail hacíamos alusión a recuerdos que todos teníamos muy presentes de los diferentes bares y costumbres del momento y en el poníamos que había que pasar ese mail a todos nuestros amigos y nuestros amigos a los suyos y los suyos a los suyos todos los días 1 de cada mes. La idea era simple, pero nunca imaginamos que fuera a ser tan bien recibida.  En las semanas previas al primer encuentro ya vimos que había mucha expectativa y que esos correos electrónicos habían corrido como la pólvora llegando a mucha gente, de hecho, nos preguntábamos por la calle si nos habíamos enterado de la KDD que se estaba preparando. Igual hasta podríamos decir que fuimos la primera red social de pozuelo, jajaja.

Pachón- Fue la nostalgia la que hizo que lo organizáramos. Volver a disfrutar de las fiestas como antes aunque solo fuera por un día.


 —¿En que año empezó todo y cómo fueron los inicios?

Pachón- En el 2006, sin redes sociales. El poder comunicar la idea fue lo más complicado, íbamos con la incertidumbre de qué nos encontraríamos. Ver como se volvía a llenar la mítica calle Norte, te dabas cuenta que esa idea loca y ese sentimiento de nostalgia, era compartida por mucha gente. Para mí, los inicios, es lo que más he disfrutado por su esencia.

Rubio- La afluencia de gente fue brutal. Aquellos correos habían llegado a vecinos de Pozuelo que seguían residiendo aquí y a otros que ya no vivían en Pozuelo y ni si quiera en Madrid y todos acudimos buscando ese reencuentro. Nos pasamos toda la noche saludando gente que no veías desde entonces. El segundo año repetimos, fue bastante más gente y seguía siendo todo caras amigas y conocidas y este año, el mítico bar Norte que llevaba años cerrado, abrió solo para la ocasión ¡Nadie esperaba que fuera a venir tanta gente! No se cabía en la calle Norte ni en las calles aledañas, pero a nadie le importaba la masificación porque la noche se hizo muy corta compartiendo recuerdos y reencontrando amigos. Fue un viaje mágico al pasado de finales de los ochenta, todo eran risas y abrazos como si no hubieran pasado los años. El tercer año fue el último en la calle Norte y se siguió sumando más gente con la misma tónica, todos con caras de felicidad y perplejidad de ver y saludar a gente que no veías desde hacía más de 20 años. 

—¿Cómo recibió la idea el ayuntamiento?

Rubio- Yo creo que les encanto, por el rollo cívico que se había generado, era una iniciativa espontánea que surgía de los vecinos de siempre y contribuía a mantener aquellos vínculos de amistad y recordar parte de la historia del Pozuelo de antes, cuando Pozuelo era más pueblo. El cuarto año nos propusieron trasladarlo a la plaza de la Coronación, perdió algo del encanto inicial, pero fue un traslado lógico porque no cabíamos en las calles estrechas y el cambio contribuyó a juntar a más gente sin dejar de ser un lugar emblemático ya que era la plaza de toros en aquella época y donde acabábamos todos para disfrutar de los encierros.


— ¿Recibisteis apoyo por su parte?

Rubio- Ese cuarto año, gracias al traslado a la plaza, acordamos incluir conciertos pero con la peculiaridad de tener que ser grupos de los ochenta de nuestra generación, el Ayuntamiento los traía y nosotros los proponíamos y fue un cambio positivo. De hecho, en cada nuevo encuentro nos preguntaban por los grupos que traeríamos ese año, lo que ayudó a mantener la ilusión.

Pachón- Además de habilitar un espacio más grande, nos incluyeron en la programación de las fiestas.

—¿Cómo fue la respuesta de los grupos musicales a los que les propusisteis venir?

Rubio- Les pareció una idea genial, alguno de los que llevamos ya había tocado en Pozuelo en tiempo atrás por lo que se sumaban a la nostalgia de volver hacerlo veinte años después.

Pachón- Los grupos musicales siempre han colaborado con nosotros.

—¿Qué grupos más destacados del panorama musical han pasado por la Quedada?

Rubio- Por citar varios de ellos, podemos destacar Un pingüino en mi ascensor, Miguel Costas de Siniestro Total, Modestia aparte, Toreros muertos, La guardia, La frontera, Rafa de la Unión, Seguridad social, Los Pistones o Los rebeldes, entre otros.

Pachón- Hay que destacar también Hombres G, Jaime Urrutia, Los Limones... aunque seguro que se nos olvida alguno, todos se han volcado.

—¿Con qué problemas os habéis encontrado a lo largo de los años?

Rubio- Antes de la sexta quedada, el ayuntamiento propuso cambiarla de la plaza de la Coronación a la plaza Padre Vallet y moverla del sábado al viernes. El cambio de ubicación fue bien porque pudo asistir más gente, pero el cambio al viernes afectó a gente que vivía fuera y se le complicaba asistir al ser un día laboral.

—¿Cómo sentisteis la reacción del pueblo a esta idea?

Rubio- Al pueblo propiamente dicho creo que muy bien, no ha dejado de ser una iniciativa de los vecinos que ha seguido manteniendo el espíritu de la idea original y se mantiene como el día de más afluencia de gente en las fiestas, aportando un mayor consumo al ya debilitado comercio de la zona y de toda la vida de un Pozuelo pueblo que lamentablemente ha ido a menos comparándolo con lo que era el Pozuelo pueblo y el Pozuelo estación de antes.

Pachón- Lo sentimos con mucho entusiasmo al comprobar que esta “loca idea de reencuentro” fue compartida con tanta gente.


—Este año 2023 da la sensación de que ha bajado algo de tono ¿a qué es debido?

Rubio- Creo que fue algo puntual y que se puede remediar, al menos eso es lo que nos gustaría. En la última quedada tuvimos la impresión de que el aforo estaba más sobrecargado de lo normal y observamos que había más gente joven de lo habitual, sobre todo de otras generaciones. Me refiero a chavales de en torno a los veinte años que coincidieron en el mismo espacio con los de nuestra generación, lo que dificultó la movilidad e incomodó a todos, adultos y jóvenes. Creemos que fue porque no había un espacio específico para esos grupos más jóvenes para ese día cuando otros años sí tenían un plan alternativo hecho más a su medida, lo cual es fácil de corregir para que los más adultos podamos disfrutar de esa noche con algo más de comodidad y los jóvenes tengan su espacio.

—¿Qué futuro tiene la Quedada?

Rubio- Creemos que puede tener un buen futuro si se mantiene esa idea de encuentro generacional aunque sería bueno pensar otras posibles alternativas para el lugar de celebración. La plaza del Padre Vallet se ha quedado algo pequeña para el aforo que suele venir porque el escenario ocupa más espacio que antes y las jardineras y demás mobiliario urbano también dificultan el aforo.

Pachón- El futuro de la Quedada depende de la gente y si quieren seguir viniendo, que parece que sí, la continuidad está asegurada. 

—¿Cuál sería vuestra propuesta de Quedada ideal?

Rubio- El ideal sería encontrar un lugar más amplio que permitiera un escenario más amplio y que, al mismo tiempo, ofreciera barras y espacios de hostelería locales cerca. De esta forma, se podría lograr un mejor sonido y podríamos invitar a alguno de los grupos de más renombre de los ochenta, como Loquillo, Alaska o los Hombres G. Sería como ya sucede en otros ayuntamientos que organizan festivales de dos o tres días, pero ofreciéndolo de forma más participativa y gratuita para los vecinos. Es difícil encontrar un equilibrio que ayude a la hostelería local y que permita hacer un encuentro más ambicioso, que no pierda la esencia de los comienzos, pero si hay voluntad de todos como hasta ahora, seguro que lo logramos. También parecía imposible cuando sólo teníamos correos electrónicos y lo logramos, así que hemos demostrado que se puede hacer.

Pachón- El formato funciona y la gente lo disfruta. Se debería ampliar el horario de cierre.    Ω

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