Anunciada por el Ayuntamiento el pasado mes de diciembre, la medida supondrá pequeño ahorro para las familias mientras que el consistorio dejará de ingresar más de un millón de euros. Fue aprobada en el último pleno de la corporación con los votos a favor de UPyD y el Grupo Municipal Popular. PSOE e IU votaron en contra. 
El equipo de gobierno cumple uno de los compromisos electorales que asumió al llegar al poder: congelar los impuestos y bajarlos en cuanto fuese posible. La reducción del IBI, una de las
Principales fuentes de ingresos de los consistorios, se suma a la bajada en un 10% del impuesto de vehículos, también para este año, por lo que se rebajan los dos tributos más importantes que en este momento tiene el Ayuntamiento.
Esta medida consiste en bajar el tipo impositivo un 15%, pasando de un 0,704% sobre el valor catastral de la vivienda que se ha aplicado en los dos últimos años, a un 0,60% para el 2014. Una rebaja que es ahora posible por una excepción recogida en la ley estatal aprobada el 28 de octubre y que habilita a hacer esa bajada en el tipo al Ayuntamiento que solicite la revisión catastral, algo que antes no estaba permitido.
Respecto a esta disminución en los ingresos del Ayuntamiento, la alcaldesa, Paloma Adrados ha afirmado que lo que se va a dejar de ingresar se cubrirá con cargo al superávit de 2013, por lo que no afectará ni al presupuesto de este año ni a sus objetivos.