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SEPTIEMBRE 2018  /  ENTREVISTAS

UN RAYO DE ESPERANZA PARA LAS PERSONAS CON LESIÓN MEDULAR

27-08-2018 11:11 a.m.

El hospital de referencia de Pozuelo de Alarcón, el Hospital Puerta de Hierro, es en el único lugar a nivel nacional donde hoy por hoy se realizan tratamientos para las lesiones medulares. Un hospital implicado y un equipo de profesionales hacen posible que las personas con determinadas lesiones medulares puedan tener esperanza al mirar el futuro
Por Carmen Millán

Estudió neurocirugía e hizo su tesis doctoral sobre la lesión medular, desde entonces el doctor Jesús Vaquero no ha parado de investigar la forma de mejorar la vida a estos pacientes. Reconocido en su campo ha recibido varios premios, entre ellos la Gran Cruz de la Orden del Dos de Mayo.

—¿Cómo empezó en este campo?
Casi por casualidad, realicé mi tesis sobre la lesión medular y a partir de ese momento durante toda mi carrera profesional me he interesado por este tema.

—¿Cuándo comenzó todo?
Llevamos más de 20 años de investigación, empezamos  con roedores, pero pasamos a investigar sobre el cerdo adulto que es más adecuado. Ha sido una carrera de fondo donde no existían los sábados ni los domingos, mantener a un cerdo parapléjico son muchas horas de rehabilitación, de mantenimiento, nos hemos metido con ellos en la piscina para realizar los ejercicios, hemos hecho guardias para taparles por la noche y que no pasaran frio… al final se han ido superando todas las dificultades.

—¿Cuándo empiezan a tratar con personas?
Los primeros ensayos clínicos en pacientes empezaron en julio de 2013. A día de hoy llevamos más de 100 pacientes tratados, cuatro ensayos clínicos terminados y otros dos en marcha.
Trabajamos con el único medicamento aprobado en España para la lesión traumática de médula espinar.

—¿Quién desarrolla el medicamento?
El fármaco lo ha desarrollado  Mercedes Zurita y su equipo, empezó en la facultad intentando dar respuestas a la lesión medular.

—¿En qué consiste el tratamiento?
Utilizamos células madre del propio paciente que  cultivamos en unas salas especiales.
Se le extrae sangre y la médula ósea, sobre las células de la médula ósea las ponemos a crecer hasta alcanzar una serie de millones que después serán las que vamos a introducir en las zonas lesionadas del paciente.
El tratamiento la mayor parte de las veces se hace de forma ambulante, el paciente no tiene que estar ingresado.
Es sencillo y no es doloroso, una vez terminada la extracción es una punción en la espalda de tres minutos.

—¿Para qué pacientes está indicado?
Fundamentalmente a la lesión medular. Nuestra larga experiencia nos indica a cuáles tratar, para pacientes con una lesión completa de la médula espinar no está indicado, deben tener una continuidad en la médula, que aunque exista una paraplejia completa la médula no esté seccionada.
Hay que tener en cuenta que el paciente no tenga enfermedades que no permitan tratarle en nuestras salas blancas.
También es importante el factor psicológico, que el paciente esté asentado para que en el caso de que no le funcione no entre en depresión.

—¿Importa la edad del paciente?
En un principio creíamos que era un factor a tener en cuenta, pero hemos podido comprobar que en pacientes con una edad avanzada puede ser eficaz,  al igual que tampoco influye el tiempo trascurrido desde que tuvo la lesión, pacientes que llevan 20 o 30 años en una silla de ruedas han mejorado espectacularmente.

—¿Cuáles son las mejorías?
Sobre todo en el control de los esfínteres, hay un aumento de la sensibilidad e incluso alguno mejora la función sexual. Si hay mejoría se suele ver desde el primer mes. Son muchos los pacientes que nos dicen que su vida ha mejorado. Una persona que lleva tantos años en una silla de ruedas no te pide volverá andar, lo que quiere es liberarse de una serie de cosas que le impiden hacer una vida social.

—¿Cómo son estos pacientes?
Los pacientes con este tipo de lesión por regla general nos enseñan mucho, son personas  que al cabo del tiempo son muy capaces de llevar una vida independiente, son autosuficientes, podemos aprender mucho de ellos.

—¿Cómo lleva la parte más humana?
Bueno regular, para el paciente eres su punto de apoyo, me han llamado a las tres de la madrugada, llamadas continuas. Vives la desesperación de las personas. Vienen de todas partes del mundo a ver qué puedes hacer por ellos.
Los que estamos implicados dedicamos muchas horas, es algo que no puede parar.

—¿Cuentan con apoyo de las instituciones?
Tenemos bastante apoyo ya que es un tema novedoso y sobre todo con un empuje social importante.
Empezamos en el años 95-96 a trabajar específicamente en este tema con la ayuda fundamentalmente de la Fundación Mapfre y la Fundación Rafael del Pino que creyeron en el proyecto y desde entonces hemos tenido el apoyo mantenido durante todos estos años.
Según hemos ido avanzando y teniendo resultados hemos podido pedir ayudas.
Con el apoyo que tenemos de nuestra Consejería, Fundaciones, Becas,  ayudas de investigación… estamos en una situación  que nos permite seguir adelante con el programa.

—¿Con qué problemas se encuentran?
El  mayor problema con el que nos enfrentamos es que no podemos dar abasto a la demanda que tenemos, nuestro interés es que esto se consolide como medicamento hospitalario y que se pongan más salas de reproducción celular en otros hospitales. Lo ideal sería una en cada Comunidad Autónoma. Los ensayos médicos tienen una regulación específica.
Este tipo de tratamientos creo que está abocado al fracaso si no se plantea dentro de la sanidad pública porque no se debe de tener afán de lucro.

—¿Siempre ha trabajado en la sanidad pública?
Siempre, es más, siempre he trabajado en el Hospital Puerta de Hierro.

—¿Qué quiere conseguir?
Lo que buscamos es una mayor potencia en la posibilidad de regenerar la médula espinar. Estamos consiguiendo muchos logros pero no que un paciente se ponga a andar. Sí que tenemos recuperaciones motoras, que estas personas puedan llegar a sujetar un bolígrafo o cortar un filete es mucho.

—Muchos han sido los premios otorgados a su labor ¿Cómo recibe uno estos reconocimientos?
Tenemos premios y reconocimientos pero el mejor premio es el de ver a un paciente que no podía mover nada moviendo las piernas o que te llamen y te digan lo que significa para ellos el volver a sentir una caricia.
Los premios que me han otorgado creo que es porque hay que focalizarlos en alguien pero es un premio al equipo, esto es una labor de muchos profesionales.   Ω

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