En este mes de mayo, el mes taurino por excelencia con el latido invencible de la inmortal Feria de San Isidro de Las Ventas, Pozuelo IN ha reunido en el ambigú de la Ynseparable a varios miembros de las peñas taurinas más representativas del pueblo -Los Mingas, Seis y Medio, La Plaza…-  para que recordaran cómo eran las fiestas que se celebraban antes en el pueblo, hace muchos años, en comparación con las de ahora y se tiraran a la arena con sus opiniones acerca del estado actual de los festejos taurinos de Pozuelo. Y este es su testimonio directo. 

Las fiestas y los encierros de los toros eran muy familiares, todos nos conocíamos y disfrutábamos juntos. La verbena la instalaban en la plaza del Padre Vallet, donde está ahora la Casa de los jubilados, coches de choque, un Tío Vivo…casetas de tiro….Y la plaza de la Coronación se cerraba con tablas para los festejos taurinos. Y allí nos plantábamos por la noche con mantas para coger sitio. Y así toda la semana, no dormíamos, vivíamos al lado y nuestros padres no nos veían. Aquellas fiestas, de esa manera, duraron hasta que cumplimos los 18 años, hasta 1984, más o menos. 

Las dos peñas más antiguas eran Los Mingas y la Peña El lunes, que solo salía un lunes. Estaba el Moreno, el Guerra, Felipe…y llegaban antes del encierro con sus músicas y la fiesta la vivían tanto los mayores como los más jóvenes y pequeños. Y estábamos hasta las cuatro de la mañana y nadie se quejaba, no como ahora.. Y pásabamos, desde el viernes que empezaban las fiestas hasta el sábado o domingo de la siguiente semana, que terminaban, y a ver quien aguantaba. Yo, con 16 años, llegaba el miércoles, y no había pasado por casa.

Terminaba el encierro e íbamos donde Goyito a comer churros, luego arrastrábamos con una cuerda los novillos de las capeas que mataban hasta el Matadero, que estaba donde es ahora la Casa de Cultura, en el Camino de las Huertas. A veces se levantaba el animal y al Rubio le metió uno dos cornadas y casi le tienen que cortar la pierna. El encierro tenía mucha emoción y venía mucha gente de fuera del pueblo, de Majadahonda, de Boadilla…hasta de Madrid. Salía de la calle San Roque hacia abajo hasta llegar a la plaza de la Coronación. Miguel, el de la tienda de ropa Plácido, era maletilla y toreó dos tardes en las fiestas de Pozuelo. Le pagaban los gastos y ya está. La cuadrilla era la misma para todos los torerillos y nada más, claro, había que tener cuidado a que no se rompiera un capote o se rasgara el vestido de torear. Miguel salió más o menos airoso de esas dos faenas aunque se cortó pronto la coleta. “Ya ves, y me tuve que poner a vender bragas”, comenta jocoso. Los novilleros que venían era Antonio Aguado, el Niño de Pozuelo, Romerito, Luis Milla, El Pira, el Javi… y chavales de la Escuela Taurina de Madrid que traía su director, el maestro Andrés Vázquez y los novillos eran siempre de Alfredo Quintas.    

— Pasado el tiempo, ¿cómo sentís que han evolucionado las fiestas taurinas de Pozuelo? 

- Miguel, pte. Peña Los Mingas:

Para empezar la afición no es la misma y ha crecido mucho el pueblo. En aquellos tiempos éramos apenas 20.000 habitantes y ahora rondamos los 90.000.  Era un pueblo donde nos conocíamos todos y nos volcábamos con las fiestas. Esa semana de vacaciones no nos la tocaba nadie. Ahora ya no es igual. Por ejemplo, los colegios no empezaban las clases hasta que no terminaban las fiestas. Luego, también, al cambiar la plaza de ubicación y variar el recorrido de los encierros se ha ido borrando la tradición y ese sabor popular que había. Las fiestas de Pozuelo daban que hablar en todo Madrid, y los de Majadahonda nos tenían envidia. Había fiesta todos los días hasta el amanecer…..igual que ahora, hay que ver.  

- Jose, pte. Peña La Plaza:

Aquí hay mucha afición a los toros, pero el ayuntamiento  piensa que no la hay y va acortando cosas poco a poco, no solo en el ámbito taurino, sino en todos los aspectos. 

- Luis Pérez, vocal de Los Mingas: 

Se acabó el encanto de antaño. No habían terminado los toros y la gente preparaba sus mantas para quedarse a dormir hasta el día siguiente para coger sitio para el encierro, pero casi nadie dormía. Nosotros vivíamos donde soltaban los toros y yo pagaría dinero porque mi hijo volviera a vivir, aunque fuera un solo día, lo que vivìamos nosotros en las fiestas. Cuando se quitó la plaza de la Coronación fue lo que realmente empezó a matar a las fiestas. Los encierros que se hacen ahora no son lo mismo ni nunca lo serán.

—Miguel, dueño de Plácido, tú que has sido novillero, ¿cómo has vivido el cambio de las fiestas, en ese paso de los años hasta ahora?

- Miguel:

Yo entiendo que todo tiene que evolucionar y ahora no se podrían soltar los cabestros sin cerrar las calles como se hacía antes, es impensable. Pero nos estamos volviendo demasiado intransigentes en todos los sentidos, joder, no se puede hacer ruido, no puede haber música, no se pueden tirar cohetes…en todos los pueblos hay una semana de fiestas y todo el mundo aguanta con gusto, o se van a otro sitio, pero las fiestas se respetan. En fin, y hablando de toros, Pozuelo, que está muy cerca de Madrid, podría organizar unos festejos taurinos mejores, con más calidad y menos cantidad, por ejemplo.

- Goyo, Peña Seis y medio:

Las fiestas de antes eran las que molaban, y ya está. Se vivían de verdad. Todos los vecinos, que éramos una familia, participaban, ahora atacan a las peñas porque hacemos ruido, por favor, que son fiestas, pero nada. También han influido mucho los cambios en el Reglamento taurino para las fiestas. Antes se hacían cosas, como sacar aquellas vacas imposibles que ahora sería impensable, pero era divertido, aunque al que le dieran, cosa seria.

- Miguel, Los Mingas:

Sí, hombre, había vacas que las conocías por el nombre de año en año, y luego ponte delante. Para el ganadero, fenomenal, las llevaba de un pueblo a otro pero, lo que digo, a ver quién era el guapo que se ponía delante. El Reglamento ha traído buenas cosas, es verdad, pero de lo que hay que hablar es de la gestión de las fiestas. No de que sean más caras, sino de que tengan más calidad. Trae a matadores reconocidos un día y otro a chicos novilleros de la Escuela, que hay que promocionar. Y otro festejo más similar. Y ya está. 

—Tú, Miguel, que has toreado en las fiestas de Pozuelo, ¿cómo viviste esa experiencia?

Con mucho miedo, de verdad. El animal aprendía rapidísimo y además eran de encaste Santa Coloma y Albaserrada, que te “pedían el carné” al pasarles de capa. Y la gente exigía lo suyo. En Pozuelo no tuve ningún percance, pero en Alcorcón sufrí una cornada seria, aunque, fíjate, me preocupaba más que se hubiera roto el vestido que llevaba de alquiler que la gravedad de la herida.  Y, en fin, tuve que dejarlo porque era muy duro, además, para ser torero tienes que tener pasta, es lo que ocurre. Pero yo sigo a mis 60 años y toreo en las fiestas cuando me invitan las peñas. 

— ¿Vivís ahora las fiestas con menos ilusión que años atrás?

- Miguel, Los Mingas:

Yo sigo cogiendo mi semana de vacaciones en fiestas pero no es lo mismo. Por ejemplo, el encierro es muy importante, tiene que ser emocionante, que te enganche desde por la mañana. El desayuno, el almuerzo, la comida….la corrida de la tarde. 

- Miguel, Plácido:

Tienes razón, el encierro es muy importante porque crea afición, llevas al hijo, a los niños, los amigos…Y lo que alguien pretende es todo lo contrario, quitar afición a la gente, pero mira por donde les está saliendo el tiro por la culata porque estamos viendo que en las ferias más o menos importantes cada vez va más gente joven a los toros. 

- José, Peña La Plaza:

Aquí en Pozuelo ocurre que en el encierro no se puede correr, es un recorrido absurdo. Yo sé que el Ayuntamiento está estudiando las maneras de cambiar el recorrido y mejorarlo, pero seguimos igual. 

- Luis, Los Mingas:

El Ayuntamiento, a mi parecer, está poniendo de su parte para mejorar el asunto. El recorrido no es propicio para un corredor y hay que ampliarlo. 

- Miguel, Plácido:

El encierro hay que ampliarlo, sí, y eso no es problema y podemos darle a quien sea muchas alternativas de itinerarios y recorridos. 

— ¿Cuál es el recuerdo más emocionante que guardáis de las fiestas taurinas de Pozuelo y qué echáis de menos?

- Luis, Los Mingas:

Era muy emocionante juntarse toda la familia en la zona de las barbacanas de la plaza de la Coronación. El cariño y el amor que nos teníamos, la amistad, ahora todo ese sentimiento ha volado. 

- Miguel, Los Mingas:

Mira yo voy a los San Fermines desde hace unos 25 años, todos los años, y ahí se les hace caso a las peñas, aparte del respeto sagrado que se le tiene al encierro. Hay que hacerle un poco más de caso en Pozuelo a las peñas. Yo haría una buena novillada sin caballos, otra con caballos, de verdad, una buena corrida de matadores de toros, y la becerrada tradicional más los recortes.  

- Miguel, Plácido:

Si no es por las peñas no habría fiestas, para que luego, algunos nos pongan a parir. Quita todo lo que hacen las peñas, sí que les dan su subvención, sí, pero no es dinero para todo lo que se hace. 

- Miguel, Los Mingas:

A mí me gustaría que el ayuntamiento nos llamara con un año de antelación y nos encargara la organización de las fiestas, por rotación, por ejemplo. O que aceptara nuestras ideas. Es posible que siendo 7 peñas sea complicado el asunto, pero sí nos podrían dar más potestad. Ellos tienen un presupuesto, no? Pues que digan: de aquí no os podéis pasar y nosotros nos apañamos. Nosotros, las peñas, damos la alegría al pueblo durante las fiestas, si no, esto sería un funeral. 

—Hablando de funerales en fiestas, cada vez se cortan antes por la noche, no?

- Goyo, Seis y medio: 

Ya te digo, hay días, entre semana, que a las doce de la noche llega la policía y nos prohíbe tocar y nos mandan a casa. Esto se aclararía con un bando municipal: Señores las fiestas duran desde tal a cual día y se prolongarán hasta las cinco de la madrugada, por ejemplo. Y ya está. Lo de ahora es de risa, a las doce cortan, ¡por dios! 

—¿Os sentís reprimidos durante las fiestas?

- Miguel, Los Mingas:

En algunos momentos sí.

- Miguel, Plácido:

En muchos, no se puede tirar un cohete porque siempre hay algún perro que le molestas. No se puede tocar porque protesta algún vecino debido a su horario laboral.. Vamos a ver, las fiestas empiezan un día y acaban otro, y durante ese período hay fiesta, y ya está. 

—Volvemos a los toros, ¿hay presupuesto para organizar un buen programa taurino?

- Miguel, Plácido:

Por supuesto, haciéndolo con cabeza y de forma razonable. Y hay que exigir al tipo que se quede con la plaza que traiga a una figura de los cinco primeros del escalafón, de los 10 siguientes, otro y el tercero el que tú quieras. Lo que no se puede hacer es, no sé, traer al Cid cono primera figura el año que se retira, que ha toreado menos que yo. Mira, esto funciona así, a ver, Morante, Roca Rey…ven a Pozuelo por tanto dinero y luego te aseguro otras 7 u 8 corridas más. Eso, por un lado. Luego está la restauración y el hospedaje. No hay un hotel para quedarte a dormir y restaurantes en el pueblo, ya ves los que hay….Eso es dinero que entra al municipio y no se dan cuenta. 

— ¿Qué le diríais a la alcaldesa? 

- Miguel, Plácido:

Yo le diría, alcaldesa, no se avergüence de hacer una buena feria taurina, como la hacen en los pueblos de los alrededores. Parece que somos delincuentes porque nos gustan los toros. Y eso, además, es beneficio económico para el pueblo, siempre que mejoren las infraestructuras, claro. ¿para qué somos el municipio más rico de la Comunidad de Madrid?

Creo que aquí se intentó construir una nueva plaza de toros y el proyecto no prosperó, por qué?

- Goyo, Seis y medio:

Pues sí, la culpa la tuvimos las peñas, los taurinos, y lo reconozco. Nos opusimos porque fuimos gilipollas y todos nos callamos, y no acabo de entender las razones. Y no nos pusimos de acuerdo. La plaza no se ha hecho por nuestra culpa.

—Un deseo para mejorar las fiestas taurinas de Pozuelo.

- Miguel, Los Mingas:

Hay que volver a la tradición, hacer mejores encierros y confeccionar mejores carteles. Y que todo esté lo más cerca del centro del pueblo, que no se dispersen las actividades. 

- Luis, Los Mingas:

Que estemos todos más unidos y que las fiestas estén en el centro del pueblo. Que vengan aquí, que les vamos a atender bien. Y que se cambie la normativa y se amplíen los horarios.

- Miguel, Plácido:

Habría que hacer una plaza fija nueva y que se celebraran otros eventos aparte de los taurinos. Y con locales en la misma plaza para bares y restaurantes. Y poner a gente profesional a organizar el asunto, que no sean políticos. 

- Goyo, Seis y Medio:

Hay que darle una buena vuelta al centro del pueblo y organizar cosas mejores, conciertos mejores., espectáculos. El centro se está muriendo.   Ω