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VUELVE A POZUELO EL MANTEO DEL PELELE ENTRE CRÍTICAS “PURISTAS”

29-01-2022 9:56 p.m.

el pelele de pozuelo
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Tras la crisis de la pandemia del Covid se volvió a celebrar este sábado en Pozuelo de Alarcón el tradicional manteo del pelele en la plaza de la Coronación, con gran afluencia de público pero con un severo disgusto por parte de algunos viejos lugareños por el desarrollo “moderno” en que derivó el festejo.

REDACCIÓN - La cita era a las cinco de la tarde, hora muy taurina, en la Plaza de la Coronación, y allí se congregó multitud de gente para celebrar una tradición, la del manteo del pelele, con motivo de las fiestas de San Sebastián, única en toda la Comunidad de Madrid, por no decir en toda España. Una tradición popular del siglo XVI que se celebra en estos tiempos exclusivamente en Pozuelo de Alarcón, cuando se fundó la Hermandad de San Sebastián, y que recuperó para la posteridad la Asociación Cultural La Poza. 

Hasta tal punto llegó la fama del manteo del pelele que el gran pintor Francisco de Goya la representó en un inmortal tapiz en 1791 por las fiestas de carnaval.  

El pelele (1791 - 1792), cartón para tapiz de Francisco de Goya

En sus orígenes, en Pozuelo, el manteo estaba protagonizado por las chicas jóvenes que manteaban a un solo pelele y las señoras mayores estaban con palos de tender la ropa para dar a los chicos cuando se acercaban. Los chicos eran los encargados de quitarle el pelele a las mujeres para luego bajarle al pilón de La Poza y ahogarle, mientras que las señoras mayores, a su vez, se lo quitaban para volverlos a coser. 

Pues bien, esto no ocurrió el sábado en la plaza de la Coronación. No había un pelele, como dictaba la tradición, sino muchos peleles manteados en diversos corrillos por grupos de vecinos, mujeres, hombres y multitud de niños. “Esto nunca fue así”, se lamentaba a Pozuelo IN Federico, uno de los lugareños más veteranos. “La modernidad todo lo adultera, pero no nos gusta. La tradición real era un solo muñeco, participando los solteros y solteras, entre otros motivos, para arrimarse entre ellos y al final, quien se hacía con él lo llevaba a la Poza para mojarlo”, remataba Federico a este medio. 


El caso es que, a pesar de conculcar la tradición del manteo del pelele por parte del populacho, hubo gran fiesta y algarabía en la Plaza de la Coronación, con música de viento y tambores, y baile de jotas populares, con la participación entusiasta de gran parte de los asistentes. Y entre manteos varios y jotillas hubo reparto al personal, por parte de generosas mujeres, de las tradicionales mantecadas y dulces de fiesta. 


Es evidente que han cambiado los vientos y las costumbres, pero desde La Asociación Cultural La Poza tratan de mantener viva la llama de este histórico festejo. “Somos el único municipio de la Comunidad de Madrid que ha recuperado esta tradición”, declara con orgullo una de las vecinas miembro de La Poza.

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