Pedro A. Ruiz Escobar es el director de Emergencias del Gobierno de Madrid, y la agencia de la que es responsable ha sido reconocida por el Ayuntamiento de Pozuelo de Alarcón, donde se encuentra la sede del 112, con la medalla al mérito de la ciudad. Su labor es extraordinaria y sus equipos de élite tienen un enorme prestigio internacional. Desde sus inicios en 1998 han recibido más de 112 millones de llamadas de socorro.

—Cual es su principal misión?

Lo más importante de esta Agencia es que aglutina todos los servicios de extinción de incendios, protección, rescate y atención a las necesidades que pueda tener el ciudadano en cualquier momento. 

—¿Cómo es la estructura de esta Agencia que dirige? 

Hay una primera Dirección General, que es la de Protección Civil, que incluye el 112, la otra es la de Seguridad, con apoyo a las policías locales, a las que coordinamos y formamos. Y la otra, es la Dirección General de Emergencias, la que más trabaja sobre el terreno, ahí se incluyen los agentes forestales, y el Cuerpo de Bomberos de la Comunidad de Madrid, teniendo en cuenta que Madrid está a la vanguardia de Europa con más espacios protegidos. 

—¿Esta Agencia es única en toda España, no existe ninguna igual en el resto de las Comunidades?  

Así es, es la única Agencia que integra a Bomberos, que tiene la competencia forestal y tiene el 112 e integra todas las fuerzas del Estado, incluida la Guardia Civil, el SUMA, el Samur y el CECOM, que coordina a todas las Protecciones Civiles de todos los municipios y policías locales. 

—Este servicio que prestan es internacionalmente reconocido, de los más prestigiosos del mundo, ¿no es así?  

Sí, entre otras cosas, porque se hace un gran trabajo desde hace muchos años, pero también hay algo que se diferencia de otras Comunidades y es que la Comunidad de Madrid dispone del ERICAM, que es junto con la UME, el único equipo que está reconocido para poder atender a grandes catástrofes internacionales. Son bomberos y sanitarios de la Comunidad de Madrid con un prestigio internacional de gran altura, de los mejores del mundo. 

—¿Cuál es la especialidad en que más destacan estos servicios de emergencia madrileños?  

Principalmente en terremotos e incendios forestales. Terremotos como los más recientes de Turquía o Marruecos, lo más importantes es que son grupos de unas 40 personas que tienen que ser autosuficientes. Lo que quiere decir es que cuando se desplaza a una misión tienen que llevar víveres, zona de descanso, infraestructura técnica, baterías, combustible, herramientas…con el fin de solucionar la emergencia y no ser parte del problema. Todo ello para evitar el llamado “turismo de emergencia”, esos que van a ayudar supuestamente y solo van a hacerse las fotos y nada más. 

—Los miembros que forman parte de estos cuerpos especiales supongo que deben tener una preparación especial teniendo en cuenta las situaciones tan dramáticas a las que se enfrentan.

Por supuesto, aparte de la preparación física, que es esencial, tienen que tener una preparación psicológica porque se enfrentan a situaciones muy extremas, rescatan personas vivas en muy malas condiciones pero, también, muchos cadáveres. Ellos suelen estar en esas misiones entre 7 y 9 días, que es el tiempo que les permite ser autosuficientes. Y también porque a partir de los 9 días es muy difícil que pueda aparecer alguien con vida. 

—¿En qué estado regresan estos equipos de esas misiones tan terribles?

Pues aunque parezca lo contrario todos vienen muy motivados y contentos porque se han sentido muy útiles. Este grupo de emergencias tiene un nivel de motivación extra. Y si por ellos fuera estarían todo el tiempo prestando sus servicios, afortunadamente no se producen estas catástrofes tan a menudo. En su día a día, son bomberos o sanitarios, luego existen estas misiones extraordinarias. 

—¿Cuál han sido algunas de las catástrofes más graves en las que han intervenido y que más tocados les han dejado? 

Bueno, me iría a la más reciente, a las inundaciones de Valencia, a la Dana. Estuvimos desde el primer momento con todos nuestros medios, de tierra y aire. Hubo muchos problemas de coordinación pero nosotros respondimos como siempre.

—¿Cómo vivieron esos problemas de coordinación con el gobierno central y autonómico?

Bueno, en principio no nos afectó porque nosotros tomamos decisiones sin esperar instrucciones de las instituciones. Y no quisiera comentar más aspectos sobre esta catástrofe relacionados por la falta de medios. Los nuestros estuvieron ahí y respondieron como siempre. En pocas horas teníamos más de 200 personas de todas las especialidades trabajando sobre el terreno. 

—Volvemos a vuestra actividad diaria, es el 1 de enero de 1998 cuando arranca este servicio y se recibe la primera llamada. ¿Cuántas llamadas se reciben al año?

Alrededor de cuatro millones al año. En total habremos recibido en estos 27 años más de 112 millones de llamadas de emergencia. 

—¿Cuáles son las llamadas más frecuentes?

La mayoría son sanitarias, más del 50 por ciento. Y es muy importante la capacidad de reacción a esas llamadas, por eso el personal que está en Sala está preparado para evaluar cada consulta. Por ejemplo, en incendios forestales de la Comunidad de Madrid tenemos un gran nivel de éxito por el tiempo de respuesta. 

—Usted empezó siendo bombero y ha llegado a ser el responsable de una de las Agencias de seguridad y protección más importantes de España. ¿Ser bombero es toda una vocación?

Bueno, a ver, a mí me gustaba ser bombero pero yo no estaba enganchado a esta profesión, estaba estudiando mi carrera de ingeniero técnico y mi grado de ingeniero de Minas y fue un compañero el que me animó a ser bombero debido a mis condiciones físicas y mi conocimiento. Pasé por todas las categorías hasta que después de 25 años desempeñé este puesto actual. 

—Los bomberos sois un colectivo muy bien visto y apreciado por la sociedad. 

Sí, (ríe) entre otras cosas porque prestamos un gran servicio de ayuda y protección y…no ponemos multas.

—¿Cómo siente este reconocimiento del Ayuntamiento de Pozuelo, la medalla al Mérito de la ciudad?

Esto se agradece, por supuesto, quiere decir que se reconoce nuestra línea de trabajo, que tenemos que mantener y mejorar y también se agradece porque este colectivo necesita este reconocimiento de las administraciones.   Ω