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ÚLTIMO ADIÓS A LAS CABINAS TELEFÓNICAS DE POZUELO

11-02-2022 10:26 p.m.

Cabina en la Avenida de Europa
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Las cabinas de teléfono desaparecerán de las calles de Pozuelo, y de todo Madrid, en los próximos meses de 2022 y, con ellas, casi un siglo de historia y los recuerdos de muchos pozueleros.

Por Candela Jiménez - En Pozuelo de Alarcón quedan actualmente 25 cabinas, según fuentes de Telefónica, aunque sin apenas uso debido al auge de los teléfonos móviles. Los quioscos de prensa, los buzones de cartas, las cabinas telefónicas… todo esto que antes era indispensable se va desvaneciendo hasta quedar enterrado en el baúl de los recuerdos. 

“Aquellos años 60 en los que para hablar en una cabina había que comprar una ficha en el estanco…”, recuerda con nostalgia Alejandro Pérez, madrileño de 60 años, industrial y actual vecino de Pozuelo. En esa época las cabinas telefónicas aún funcionaban con unas fichas que se conseguían en el estanco. Más adelante esto evolucionó y se empezaron a utilizar las monedas de 5 y 25 pesetas para las llamadas. 

Cabina telefónica situada en la calle Antonio Becerril

En aquella época, que Pozuelo deja atrás, no había móviles ni teléfonos fijos en todas las casas, por lo que las cabinas telefónicas eran la única manera de comunicarse. “Era otro ritmo de vida, no estabas todo el día pendiente del teléfono y con esa ansiedad de perder una llamada o de que te hayas dejado el móvil en casa, esas son sensaciones de los tiempos modernos”, recuerda Alejando. 

En las plazas de las ciudades había muchas cabinas porque eran sitios muy concurridos, “se formaban verdaderas colas y siempre había algún “plasta” que se tiraba un buen rato al teléfono”, asegura Alejandro. Un espacio de vida, de historia, que se desvanece por completo con la retirada de las últimas cabinas. 

Primera cabina telefónica en Madrid, en 1928

Los más jóvenes solían tirar de artimañas para aguantar más tiempo en la llamada, “había muchas tretas para ahorrarte dinero”, una de ellas era hacer un agujero en las monedas de 25 pesetas y poner un hilo, la metías con el hilo y cuando se la iba a tragar levantabas el hilo y la volvías a meter.” De esta manera, Alejandro y sus amigos pasaban más de 3 minutos al teléfono sin tener que vaciarse el bolsillo. Otr de sus trucos  era el uso del histórico “magiclic” (aparato que se usaba para encender los fuegos de la cocina y las estufas de bombonas de butano) para algunas cabinas, “aunque esto era para expertos”, ríe. 

En Pozuelo quedan 25 cabinas

Las primeras cabinas llegaron a Madrid en 1928, era tan solo un cajón de madera con un teléfono negro en su interior y funcionaba con fichas que se pedían en el estanco a cambio de monedas. Esta se instaló en el antiguo “Viena Park”, hoy conocido como el Florida Park, situado en el Retiro. La otra cabina se situaba en el ‘bar Regio’, que cerró sus puertas hace un tiempo. 

En Pozuelo de Alarcón quedan 25 cabinas telefónicas, dos de ellas se encuentran situadas en: la Avenida de Europa 10 y 14 y otra en la calle Antonio Becerril. Todas ellas se encuentran en estado de “abandono” total, con pintadas y carteles publicitarios. En Madrid capital aún resisten en pie 1.800 cabinas. 

Cabina situada en la Avenida de Europa 14

La nueva era digital y la telefonía móvil le han comido el terreno a las cabinas telefónicas que antes eran un bien esencial para todos los vecinos. Tener 25 pesetas era la única manera de comunicarte con otra persona, hacer la llamada rápido porque no te quedaban más monedas o incluso hacerla “a cobro revertido” para que pagase  la persona que recibía la llamada. Todo esto queda atrás en la memoria de los que vivieron aquella época. 

Según informa Telefónica, antes del verano de 2022 está prevista la eliminación de las cabinas de las calles porque ha expirado la designación de Telefónica como operador garante del SU, el Servicio Universal de Telecomunicaciones, que se actualiza con la nueva Ley General de Telecomunicaciones, aprobada por el Consejo de Ministros. El SU de Telecomunicaciones contempla que todos los ciudadanos deben tener acceso a unos “servicios básicos con independencia de su localización geográfica, con una calidad determinada y a un precio asequible”, aseguran fuentes de Telefónica. 

Este servicio suponía que en las poblaciones con más de 1.000 habitantes debían tener, hasta ahora, al menos una cabina instalada y otra adicional por cada 3.000 pobladores. Todavía no se ha establecido un plan de desmonte oficial, pero lo que sí es seguro es que a las cabinas callejeras les queda poco tiempo de vida y hace mucho que no se ve a una persona descolgando el teléfono. 

Un transeunte llamando en una cabina de fichas

Menos de una llamada al día

En 2020 había, en España, un total de 14.824 cabinas de teléfono, que registraron una media de 0,17 llamadas al día, es decir una llamada semanal de media. Estos datos muestran que las cabinas son un servicio actualmente deficitario en España y la causa principal de su desuso ha sido la irrupción de los móviles que, actualmente, están al alcance de todos y suponen una manera más rápida y cómoda de comunicarse. 

En los últimos años estas cifras han descendido de una manera muy rápida porque hace poco más de dos años esas 0,17 llamadas al día eran 0,37, es decir, la cifra se ha reducido más de la mitad, según datos de Telefónica. Y, en el año 2006, en España existían más líneas de teléfonos móvil que habitantes. Otro dato que demuestra el poco uso de estas cabinas es que más del 88% de la población actual reconocía, en el año 2014, no haber usado nunca una cabina, según datos del Eurobarómetro. 

Película 'La Cabina' de Antonio Mercero en 1972

“La Cabina” de Mercero y Garci

La Comunidad de Madrid ha aprovechado este momento de progresiva desaparición de las cabinas telefónicas para homenajear a Antonio Mercero, director del angustioso mediometraje de televisión ‘La Cabina’ en 1972, con guión de José Luis Garci y protagonizada por José Luis López Vázquez. Fue galardonado con un premio Emmy Internacional, el único galardón de este tipo con el que cuenta España, y un Fotogramas de Plata al mejor actor. El 15 de diciembre de 2021 el Ayuntamiento de Madrid instaló una cabina roja en el barrio de Chamberí, donde se rodó el mediometraje histórico, réplica de la de la película, para que nunca se olviden aquellos tiempos. 

Homenaje a la película de Antonio Mercero, en Chamberí

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