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“LOS MINGAS” CUMPLEN 50 AÑOS

26-08-2022 2:28 p.m.

Miguel Remiro
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“HUBO UN TIEMPO EN QUE NO HABÍA FIESTA SIN LOS MINGAS”

Por Germán Pose - La Peña de Los Mingas cumple 50 años y su actual presidente, Miguel Remiro, repasa para Pozuelo IN con emoción y cierta nostalgia los grandes tiempos de las fiestas de Pozuelo de Alarcón. Sus gloriosos encierros y sus noches interminables. Una placa conmemorativa se colocará durante las fiestas en La Ynseparable como homenaje al medio siglo de vida de Los Mingas.

-Miguel, llevas 6 años como presidente de la Peña, de la que eres miembro desde hace un cuarto de siglo. ¿Cómo ingresaste en Los Mingas?

Primero fui socio honorario, y había que demostrar que eras válido para la Peña, participar en sus actividades, colaborar, no ser conflictivo, tener ganas e ilusión, vamos. Entonces te presentaban dos socios y luego llegaba tu nombramiento.


-¿Qué socios te presentaron a tí? 

El Dioni, Fidel Asenjo y El Chufa. Los tres ya han fallecido. 

-En este período de pandemia habéis tenido algunas bajas, no?

Sí, han fallecido algunos miembros a los que rindo homenaje: Carlos Esteban, Juan Pérez “El Mula”, Daniel Gracia, y Esteban “Pelopincho”.

-Los Mingas es la Peña más antigua de Pozuelo, ¿cómo fueron sus orígenes?

Había muchos chavales jóvenes en el año 1970 que eran aficionados a los toros, y a las fiestas, claro, y mirando a Pamplona y San Fermín quisieron hacer algo parecido en Pozuelo, y así fue. Luego se les fue uniendo gente más veterana que les aportó ayudas para comprar ropa y demás cosas.  


-¿Qué actividad tenía en sus principios?

Se hacían cosas para ayudar a gente necesitada del pueblo. Llevábamos regalos y ayuda a la madres sin recursos, organizábamos la cabalgata de Reyes Magos...de todo un poco, o mucho.

-¿Por qué el nombre de Los Mingas?

Pues había que poner un nombre para el registro y uno de los socios, Daniel Gracia, que ha muerto este año, era piloto y viajaba mucho, sobre todo a México, Peru y Colombia y le hizo gracia el nombre “minga”, que significaba reunión de amigos para realizar un trabajo gratuito para la sociedad en común. También tiene otras acepciones, como todos sabemos.

-¿Cuáles son tus primeros recuerdos como miembro de Los Mingas?

Las fiestas empezaban cuando llegaban Los Mingas, era la atracción principal, no había otra cosa. Y la música era fundamental. Al principio, los músicos eran del pueblo, de la Peña, Uno tocaba el tambor, otro la trompeta, el saxo...


-Eran otros tiempos.

Sí, claro, Pozuelo era un pueblo de verdad, tendría 20.000 habitantes, todo estaba centrado en lo que hoy es el centro de la villa. La Avenida de Europa no existía, íbamos a las urbanizaciones, a Monteclaro, al Club Social,...y nos llamaban de otros pueblos para animar el cotarro. 

“DURANTE LA SEMANA DE FIESTAS NO PISÁBAMOS NUESTRA CASA”

-¿Cómo eran las fiestas de Pozuelo hace 30 años?

Estaba todo tan junto, la plaza de la Coronación, Padre Vallet, y poco más. Nos juntábamos y eran 24 horas de fiesta. Los encierros, que tenían un recorrido distinto al de ahora, eran espectaculares. Los toros salían de la calle Calvario y cruzaban por el nuevo ayuntamiento, bajaban por Ramón Jiménez hasta llegar a la plaza. Las tablas y talanqueras se montaban un mes antes y los chavales ya disfrutábamos de ello. Y durante las fiestas recuerdo a la Orquesta Miramar, que eran sensacionales. Y tocaban hasta las cinco de la mañana. 

-¿Los vecinos del pueblo participaban de otra manera distinta a la de ahora?

Por supuesto, asistían a la corrida de toros en la plaza de la Coronación y después extendían sus mantas y allí se quedaban toda la noche para tener buen sitio a la espera del encierrro. Se quedaban de fiesta, claro, habría tres o cuatro bares, con el bar Jaén en primera fila, que estaban abiertos toda la noche. Terminaba la orquesta a las cinco de la mañana y había que ir a Goyito a por el chocolate y los churros. Y luego, el encierro, era una fiesta continua. 

-¿No parabais en vuestra casa?

Yo con 16 años empezaba las fiestas un sábado y hasta que el cuerpo aguantara, Cinco días sin ir a dormir a casa. A lo mejor pasabas un rato, una pequeña siesta, una ducha, y poco más. Y los padres lo permitían porque había respeto en las calles, no había mal rollo, además, la Policía Nacional estaba en la calle de la Iglesia.  

-Echando la vista atrás ahora todo eso que se hacía parece increíble.

Totalmente, ya no hay ambiente de fiestas de pueblo. Ha llegado mucha gente, pisos nuevos, ot5ras costumbres y exigen que no haya jaleo más allá de las una o las dos de la madrugada. Y eso es un rollo, no se dan cuenta de que es una semana de fiestas. 

-Las corridas de toros siempre han sido muy importantes en Pozuelo, ¿cómo eran en tiempos atrás?

Había toros todos los días en la plaza de La Coronación. Terminaba el encierro, luego había una suelta de vaquillas al mediodía y se volvía a prepara todo para la corrida de la tarde. Todos los días había festejos, de lunes a sábado. Normalmente novilleros que venían a dejarse ver y a buscarse la vida. Y también toreábamos nosotros los becerros que soltaban.

-¿Donde estaba la primera sede de Los Mingas?

La Peña nació en el Ventorro, entre la Estación y Aravaca. Allí estaba la primera sede, con cocinero y todo. Y a los pocos años nos metimos en la Ynseparable, porque todos éramos socios, también. Desde 1974 o así nuestra sede es La Ynseparable. Teníamos una relación muy estrecha, si eras de Los Mingas también eras socio de La Ynseparable. 

-¿Cómo participa el Ayuntamiento en la vida de la Peña?

Al contrario de lo que opinan algunos yo creo que las >Peñas deberíamos tener más libertad de acción.


-Tenéis una subvención importante.

Si, a ver, siempre nos han ayudado, ten en cuenta que les hacemos las fiestas. Este año la subvención es de 16.000 euros, nos han doblado la subvención que teníamos antes de la pandemia, según lo que hemos hecho y facturado.  

-¿En qué se emplea ese dinero?

Para empezar, a nosotros la charanga nos cuesta alrededor de 12.000 euros. Nosotros la tenemos todos los días, desde por la mañana hasta la madrugada. Son 10 músicos, hay que darles de comer y alojamiento, claro.  Luego, tenemos muchas actividades, la tortilla popular, este año vamos a hacer una cata de vinos y quesos en el ayuntamiento... 

“LAS PEÑAS SON MUY IMPORTANTES PARA QUE LAS FIESTAS FUNCIONEN SIN PROBLEMAS”.

-Pero ya no es el “maratón” que hacíais en las fiestas de otros años, diario, sin parar por casa.

No, porque, por ejemplo, han desaparecido sitios emblemáticos como el JM, entre la calle Luis Béjar y la calle Norte. Había fiestas toda la noche. Estaba el Venus, no sé, toda la noche abierto. Ahora ya cierran todos muy pronto. El lunes, que es fiesta en Pozuelo, a las dos de la mañana posiblemente no quede nadie.  

-¿Qué suponen las Peñas para un un pueblo como Pozuelo, cuál es su papel?

Es muy importante, ojalá hubiera más peñas. Te hace ser más responsable dentro de la gran fiesta. Hay un respeto y la gente está más controlada, hay menos problemas, sobre todo entre los más jóvenes. Nadie va a cometer barbaridades estando dentro de una peña, al menos en la nuestra. La camiseta es sagrada.  

-Aquellos aires de gran fiesta ya pasaron, ¿cuándo empieza el declive de estas fiestas?

Primero, cuando retiran los festejos de la Plaza de la Coronación y retiran los tablones e instalan una construcción de hormigón a raíz de unos informes mentirosos de unos ingenieros. Unos años después ya la trasladaron al Camino de las Huertas, donde se encuentra ahora. Ahí se fastidió el encierro porque el recorrido calle Dr. Cornago abajo es muy rápido y no puedes hacer nada. Se podría modificar un poco, hacer un tramo en la calle Clavel, no sé. El encierro tiene que ser emocionante. Lo hemos planteado varias veces, y bueno, de momento todo sigue igual. 

-¿Os afectó mucho el cierre al tráfico de la plaza del Padre Vallet y el túnel?

La estocada final llegó con el tunel de Padre Vallet, al hacer peatonal calle. Eso hizo mucho daño. Partió en dos al pueblo. A partir de ahí las fiestas fueron decayendo, además de por el cierre de muchos locales.  

-¿Qué supone para tí ser miembro y presidente de la Peña Los Mingas?

Yo me siento muy orgulloso de mi Peña, y también de mi pueblo, a pesar de todo. Creo que seguimos los mismos principios desde su fundación: la amistad, confianza, compromiso. Cada uno sabe donde está. El miembro más joven tiene 26 años y el más veterano, tiene 87, “El Dugui”, que es nuestro cocinero.  

-Uno de los puntos clásicos es la prohibición de que ingresen mujeres, ¿os critican mucho por ello?

Pues hombre, ahora es políticamente incorrecto hacer eso, no? Pero cada uno se organiza como puede. Hay una peña -Las domingas- que solo la forman mujeres, por ejemplo, y no admiten hombres, y no pasa nada. Yo creo que así están las cosas bien. Hay momentos de hombres y momentos de mujeres, luego hay otros grandes momentos, fuera de la Peña, en que estamos juntos y lo compartimos todo con amor y respeto. Pero la Peña está bien así, es nuestra tradición histórica. Una noche de fiestas hacemos un homenaje a nuestras mujeres, una cena dedicada a ellas. No está mal. 


-Para ser tan aficionados a los toros habéis elegido un color delicado, de mal fario, para los taurinos, el amarillo.

Bueno, tenemos el amarillo, que fue el primer color de la Peña, pero luego tenemos otros tres colores distintos para nuestras camisetas. Una tarde de mayo de 1979 acudimos a la Plaza de Las Ventas, todos vestidos de amarillo, y nos permitieron entrar con la condición de que no tocáramos los instrumentos. Pues bien, allí estábamos todos en el tendido, tan amarillos, y esa tarde fueron cogidos los tres toreros del cartel. Y a la salida sucedió el trágico atentado de California 47. En fin, cosas que pasan.

-Después de dos años sin fiestas hay muchas ganas de tomar la calle, no?

Hay muchas ganas, igual que ha pasado en Sanfermines, donde he vuelto a ir, ha sido una explosión de energía después de tanto tiempo de sombra. Hay algunos miembros de Los Mingas que ya están nerviosos y no paran de llamarme para saber si hay que hacer algo.

-Tal y como están las cosas, ¿qué futuro le ves a las Peñas y a las fiestas de Pozuelo?

Creo que algo ocurre, y no bueno, igual que con la fiesta de los toros. Ahora todo es más complicado, antes uno se cogía la semana de vacaciones para estar con la Peña en las fiestas, ahora esto ya no es posible. Tengo dudas, depende mucho de la actitud del ayuntamiento. No sé, nosotros tenemos una gran tradición, creo que nos queda mucha vida, pero no soy muy optimista.

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