REDACCIÓN - El suceso más grave y cruento se produjo el domingo, 8 de mayo, en el interior de una vivienda de la calle de la Iglesia donde un hombre de nacionalidad dominicana respondió a los insultos de su pareja, también originaria de Santo Domingo, y, al parecer, la agredió con un cuchillo de cocina, según fuentes policiales. 

La mujer esquivó como pudo la puñalada mortal pero sufrió heridas defensivas en uno de sus brazos. Al acudir al lugar del suceso agentes de la policía nacional y municipal el hombre se enfrentó a ellos con el cuchillo y a uno de los policías le arrancó el chaleco antibalas. El supuesto agresor opuso seria resistencia y tuvo que ser reducido a la fuerza y algunos de los policías que intervinieron en la acción tuvieron que ser atendidos en el hospital a causa de las contusiones recibidas. Al final, tras ser inmovilizado, el hombre fue trasladado a comisaría junto a su pareja. En principio, al supuesto agresor se le acusa de un supuesto intento de homicidio y a la mujer de un supuesto delito de violencia de género.

Otro grave episodio sucedió el miércoles, 4 de mayo, en el interior de la casa de juegos y apuestas Sportium, en la calle de Las Flores, en el que se vieron implicadas tres personas, dos mujeres dominicanas y un hombre, de nacionalidad española, pareja de una de ellas. Al parecer, tras una fuerte disputa entre las dos mujeres, una de ellas habría roto una botella de vidrio con la intención de agredir a su rival. 

El hombre se interpuso entre las dos con la intención de parar la pelea pero sufrió un fuerte empujón de una de ellas y cayó al suelo, que estaba lleno de cristales rotos, produciéndose un corte grave en el dorso de su mano izquierda. Al llegar la policía todos ellos fueron conducidos al hospital Puerta de Hierro, donde al hombre le aplicaron varios puntos de sutura en el dorso de su mano, que estuvo a punto de quedar inútil si las heridas hubieran afectado los nervios. Tras ser atendidos, los tres implicados en la pelea pasaron a Comisaría. El suceso ha sido considerado causa penal por el juez que se encarga del caso y aún no se conoce la fecha del juicio.

Por otra parte, el viernes, 6 de mayo, en un bar de la calle Cirilo Palomo un joven dominicano, en evidente estado de embriaguez, se enfrentó a la policía en actitud muy violenta hasta que fue reducido y trasladado a Comisaría.

También, el domingo, 8 de mayo, se desató una tremenda bronca en el bar Extremadura, de la calle de Las Flores, entre dos mujeres -una de nacionalidad rumana y la otra colombiana-, al parecer a causa de los celos. 

Además de estos hechos, la policía informa de que en los últimos días se han producido dos robos con fuerza en sendas viviendas de Pozuelo de Alarcón, una de ellas situada en la Colonia de los Ángeles. En este caso no se produjeron víctimas. 

La dimisión de Francisco Ugena, el jefe de la policía

Hacía tiempo que no se producían tantos hechos violentos en tan poco espacio de tiempo en Pozuelo de Alarcón, en concreto en los alrededores del centro de la localidad, junto a la plaza del Ayuntamiento. Fuentes de la policía municipal no ocultan su preocupación, “han llegado los calores y parece que se han encendido los ánimos”, indican fuentes a Pozuelo IN, que lamenta la falta de coordinación entre los dos cuerpos de seguridad de Pozuelo -Policía Municipal y Nacional-. Otras fuentes de la policía local coinciden en la “nefasta trascendencia” que ha tenido la salida del anterior jefe de la Policía Municipal Francisco Ugena, quien habría dimitido de su cargo debido a las serias discrepancias de criterio y el continuo enfrentamiento con la alcaldesa Susana Pérez Quislant.  

Hay que señalar que en las últimas semanas se ha notado un aumento de la población joven de dominicanos en el centro de Pozuelo aunque la policía no se atreve a relacionarlos, “de momento”, con las violentas bandas latinas -Trinitarios DDP...- que están ocasionando serios disturbios en distintos barrios de Madrid. Lo que sí tienen claro los agentes de calle es que los hechos violentos están aumentando últimamente, sobre todo, los fines de semana, donde el alcohol y las drogas corren sin freno por las viejas calles del pueblo.