Por Germán Pose / Fotografía: Mediaset - Ana Rosa Quintana es la gran estrella de la televisión desde hace mucho tiempo. Su liderazgo es incontestable a pesar de la gran competencia. Pero ella vive su vida personal ajena al éxito profesional. Orgullosa de su independencia lamenta la actual situación social y política que vive España y dispara, tan tranquila, contra Pedro Sánchez. La grave enfermedad que ha superado le ha dado más brío para seguir en primera línea.

—Después de tantos años en el oficio del periodismo, tantas entrevistas realizadas, ¿cómo se siente cuando le entrevistan a usted?

Me siento incómoda, no es mi sitio. Siempre mi lugar ha sido otro, hacer preguntas para obtener información. Cuando me entrevistan a mí, algunas veces, siento la angustia que suele sentir el personaje que tengo enfrente cuando quien pregunta soy yo.

—¿Cuál es su clave principal para hacer una buena entrevista?

Para empezar hay que prepararla bien, eso es fundamental. Luego, conocer bien al personaje y tener muy claro lo que quieres saber de él. Depende a quien se la haga, pero creo que hay que tener el temple suficiente como para ir envolviendo con cuidado al entrevistado que tienes enfrente con el fin de llevarlo a tu terreno para obtener el resultado que buscas, que es que te cuente cosas de interés. 

—En el caso de la entrevista a un político todo cambia y hay que tensar más la cuerda, no? 

Pues sí, claro, hay que estar siempre enfrente de los políticos y esa entrevista no puede ser igual que si se la haces a un artista, o a otro. En televisión cuenta mucho el tiempo, y en el caso de entrevistar a un político hay que ir directamente al grano y no andarte con rodeos y preguntarle lo que a la gente le interesa.

—¿Recuerdas alguna entrevista en la que hayas pasado momentos duros, delicados? 

Muchas, creo que llevó más de 12.000 horas de directo. No sé, creo que siempre lo más duro es tratar asuntos trágicos, hablar con unos padres que han sufrido una experiencia terrible, por ejemplo. ¿Qué les vas a decir?, no hay consuelo. Eso es muy complicado. Cuando entrevistas a un artista o a un político tienes otro punto de bravura. 

—Has conocido el periodismo clásico, de la vieja escuela, ahora vivimos otros tiempos, ¿cómo crees que ha cambiado este oficio del periodismo?  

Ha cambiado muchísimo, y sobre todo, tecnológicamente. Cuando empezamos en la radio te buscabas la vida para encontrar un teléfono en un bar, una cabina callejera, no sé y enviar la crónica lo antes posible. Ahora, ya ves, con un móvil puedes montarte una película. Y en televisión, ahora, estás en el lugar del suceso inmediatamente y lo puedes contar en directo porque la técnica te lo permite. Y la influencia de la época de la pandemia ha sido fundamental. Antes, al personaje se le entrevistaba en la mesa del plató, ahora, el protagonista aparece desde el cuarto de su casa con el ordenador, como si tal cosa. 

“TENGO LIBERTAD PARA HACER LO QUE ME DÉ LA GANA”

—Da la sensación que hay más actualidad que información, ¿no vamos demasiado rápidos?

Sí, mucho, todos los medios, y la prensa escrita también. Y luego está la cosa digital. Ahora está el fenómeno de los clicks, subir a las redes un titular muy escandaloso, que luego no se corresponde con la historia que cuentan, solo con el fin de tener más visitas. 

—Usted es una estrella de la televisión que procede de otros medios, como la radio, ¿en cuál de ellos se ha sentido más auténtica?

Es que creo que ahora en televisión hacemos mucha radio, parece mentira. A mí siempre me ha encantado la radio y a la televisión llego por casualidad. Nunca fue mi pensamiento hacer televisión, y después de tanto tiempo siento que hay poca diferencia. La televisión era otra cosa, ahora se hacen entrevistas en televisión a personajes que entran por teléfono, eso es hacer radio. Y ahora me encuentro muy bien, siempre y cuando sea el programa en directo, porque los grabados me interesan poco.

—¿Siente que los comunicadores van perdiendo independencia y carácter según el interés de la empresa y el medio en que trabajen?

En mi caso me siento afortunada. Soy la productora del programa que hago y tengo libertad absoluta para expresarme y hacer lo que me dé la gana. También es verdad que esta empresa confía en mi criterio y que no voy a cometer barbaridades. Es verdad que los medios, y muchos periodistas, cada vez se están radicalizando más, tomando partido por distintos bandos. Eso nunca nos lo enseñaron. 

—Quiere decir que un periodista tiene que estar siempre enfrente del poder, lo tenga quien lo tenga.

En eso creo, tenemos que estar pendientes y vigilantes, da lo mismo que un partido u otro coincida más o menos con nuestra manera de pensar. Nuestro trabajo es comunicar a la sociedad las cosas que pasan. 

“ME LLEVO MUY BIEN CON MIS RIVALES TELEVISIVAS, SUSANA GRISSO ES MI AMIGA”

—¿Hasta qué punto abrasa estar cada día pendiente de las audiencias? 

Es inevitable, y también tiene su punto bonito. Con la medición de audiencias puedes saber a las pocas horas la repercusión que ha tenido en el público la obra que has hecho. Gracias a dios nosotros llevamos 18 años en este programa y siempre nos ha ido bien. Pero lo de las audiencias tiene su valor, es útil como herramienta, porque te baja los calores y te muestra, a veces, en qué momento del programa has estado mejor, o peor, y eso lo tienes en cuenta. 

—¿Cuál es su relación con sus rivales mujeres de las otras cadenas en su batalla diaria de las audiencias?

Pues me llevo muy bien con todas. Con Susana Grisso, que es una gran competencia, me llevo fenomenal, la puedo considerar amiga. El otro día me entregaron un premio y fue ella quien me lo dio.     

—¿Ser la gran estrella televisiva, “la reina de las mañanas” cómo influye en su vida personal? 

No me afecta en nada. Siempre he procurado separar mi vida personal de la profesional. Tengo 3 hijos que nadie les pone ni cara, y uno pasa ya de los 30 años. Tengo una vida muy familiar y mantengo mis amigos de siempre. Vivo en la misma casa desde hace 30 años, en fin, mi vida personal está muy protegida, y a nadie le interesa. 

—¿Cómo gestiona en su forma de trabajar este momento político tan extraño y turbulento?

Estamos viviendo un momento político muy tenso y difícil, también ha habido otros, todo hay que decirlo. Los que llevamos tiempo en esto hemos vivido hasta golpes de Estado, y cosas peores. Hemos visto de todo, y todo seguirá así, o sea, que seguirán pasando cosas.

“HA HABIDO POLÍTICOS QUE TRATARON DE INTIMIDARME”

—¿Hacia donde cree que va España con esta situación política en la que el presidente Sánchez es capaz de todo con tal de mantenerse en el poder?

Creo que se están cruzando unos límites imposibles. A mí me preocupa, pero no solo como periodista, sino como ciudadana. Me preocupa que se estén aprobando leyes importantes sin pasar por los controles debidos, que se hagan las cosas con tanta urgencia, por motivos más electorales que pensando en el bien de las personas. 

—Puede desvelar a qué político detesta más y del cual está más cercana?

-Bueno, no lo voy a desvelar porque esa una opinión muy personal, yo hago un programa para todo el mundo. Pero la gente sabe perfectamente cuáles son mis inclinaciones. Por ejemplo, detesto a los políticos que se han dedicado a mentir, insultar, frenar la libertad de expresión. Incluso llegan a intimidarte.

—¿Le ha llegado a tratar de intimidar algún político a usted?  

Sí, lo han hecho, pero, bueno, una ya tiene la piel dura y muchas conchas. A mí los que quieren destruir todo lo que se ha conseguido con tanto esfuerzo en nuestro país me parece un ejercicio cínico. No hay derecho a que no se valore lo que han hecho otras generaciones.

—¿Y qué me dice del presidente Pedro Sánchez?

Pedro Sánchez ha perdido la credibilidad por completo, desde el inicio de su legislatura. Puede ser legal todo lo que ha hecho, pero no es legítimo y ha mentido a sus votantes.

—Uno de los grandes avances logrados en las últimas décadas ha sido el progreso en el reconocimiento de la mujer, lo que es un feminismo noble. Pero ahora da la sensación de que todo esto se ha enrarecido en exceso.

Sí, es curioso, han conseguido dividir a las feministas, el sentimiento feminista, algo inaudito. Hay un determinado partido político al que le gusta mucho dividir y confrontar, y eso es muy tóxico. 

“ME PREOCUPA QUE LA GENTE ESTÉ TAN ADORMECIDA ANTE ESTE ESTADO DE COSAS”

—¿Leyes como la de ”solo sí, es sí” o la ley Trans, qué le parecen?

Ocurre que a lo mejor, en el fondo estas leyes podrían ser útiles, hay cosas muy necesarias, lo que pasa es que cuando uno se equivoca al ponerlas en práctica tiene que tener la humildad de rectificar. Me preocupan leyes que son más ideológicas que útiles. 

—Ante este estado de cosas que estamos viviendo en España le parece que tanto la oposición al gobierno como la sociedad están algo adormecidas, sin capacidad de reacción?

Sí, me parece preocupante que la sociedad participe tan poco ante esta situación, que esté tan adormecida. También es verdad que la gente tiene problemas muy graves, sociales y, sobre todo, económicos. Pero no se dan cuenta que este modo de gobernar, este gobierno nos está llevando a un camino sin retorno.

—Su programa es muy exigente, al que hay que sacrificar muchas horas del día, ¿me puede decir a qué dedica su tiempo libre?

Bueno, después de sufrir mi enfermedad me cuido más que antes. Antes me levantaba a las seis menos cuarto de la mañana y había días que llegaba a casa a las siete de la tarde. Ahora, eso ha cambiado. Termino el programa y me voy a mi casa, y por la tarde, charlo con mi socia, Chelo, y preparamos asuntos. Ahora procuro descansar mucho más. Incluso libro los viernes, ya ves. Pero soy muy urbana, me gusta ir a comprar y coger el metro o el autobús. Me gusta mucho Madrid. Aunque, claro, eso no significa que no tenga las 24 horas el programa en la cabeza. 

—¿Cómo cambió su vida después de pasar el cáncer de mama hace un año?

He intentado que no cambie nada. He vuelto, me encuentro bien, tengo controles con mucha frecuencia y hago caso a mis médicos pero pretendo que mi vida sea exactamente la misma. Gracias a Dios mi cabeza funciona muy bien y nunca he tenido un pensamiento negativo. Y también, toda mi familia y amigos me han ayudado muchísimo. 

—Llegados a este punto, ¿se ha puesto un límite a su vida profesional?

Antes de caer enferma me lo planteé pero ahora me dan ganas de seguir adelante, hasta cuando sea. Es verdad que todo tiene su fin y algún día habrá que colgar los trastos y marcharse. 

—¿A qué le tiene más manía?

A determinada gente, como los dogmáticos y los pelmazos, pero no soy una mujer muy maniática. Me considero una mujer muy normal, que tiene un trabajo, una familia y unos amigos e intenta disfrutar de lo mejor de la vida. Y nada más.

—Llega el nuevo año 2023, año de elecciones y demás cosas, ¿qué espera que ocurra?

Yo les pediría a todos los políticos sentido común y sensatez, y que pensaran en el bienestar de los ciudadanos y del país, no en otras cosas. Y después de lo que he pasado le deseo a todo el mundo mucha salud, lo demás se va solucionando.   Ω