El Atleti celebra este mes de abril un aniversario histórico, su 120 cumpleaños. Todo un viaje apasionante por la historia del fútbol español trufado de alegrías y alguna que otra tristeza. El presidente del club rojiblanco, Enrique Cerezo, lo celebra con Pozuelo IN en su esplendorosa sede de Pozuelo de Alarcón y se confiesa sin tapujos acerca de su vida en el fútbol y en el cine.

—El Atlético de Madrid cumple este 26 de abril 120 años de vida, algunos de los cuales con usted al frente de la presidencia, ¿cómo siente este momento?

Con una emoción tremenda y un orgullo extraordinario. Es muy fuerte ser presidente del Atlético de Madrid y haber formado parte de la historia de un club tan grandioso, que nos ha dado muchas satisfacciones, y algunas penas, también. 120 años de vida son muchos años y esperemos que la historia continúe por mucho tiempo más.

—De fútbol volvemos a hablar en un rato, Enrique, pero su otro gran paisaje de vida es el cine, ¿qué recuerdos tiene de sus inicios en ese mundo?

Muy fácil, en la calle Reina Victoria, hace muchísimos años, en noviembre de 1967 comenzaba el rodaje de una película en la que yo debutaba como meritorio de cámara y se llamaba “Un millón en la basura”, de José María Forqué, con José Luis López Vázquez y Julia Gutiérrez Caba. La siguiente película fue “Vente a Alemania, Pepe”, y luego, muchas más. 

—Se puede decir que forma parte de la historia del cine español.

Sí, he tenido la suerte de trabajar con los grandes directores y actores de la historia del cine español. Y también del cine americano. Eran otros tiempos, otras historias, y esa es la grandeza del arte, que va evolucionando a su manera. 

—Hubo una época, a finales de los años 50 y principios de los 60 en que España era algo así como un plató del cine americano con la llegada del productor Samuel Broston.

Fue una época magnífica, aquí en España había unos técnicos fantásticos y conjugaron muy bien con los americanos. Ellos eligieron España por el paisaje, el entorno, la luz, y también se encontraron con unos técnicos increíbles.

—Cuando comienza en el oficio del cine ¿cuáles eran sus aspiraciones?

Aspiraba a todo, yo quise entrar en la Escuela Oficial de Cine pero eran cinco años de estudio y no tenía los suficientes recursos para aguantar tanto tiempo sin trabajar. Y decidí aprender sobre el terreno, en los rodajes, en los estudios... He trabajado también de proyeccionista en un cine de la calle San Bernardo que se llamaba X, y muchos han creído que era una sala porno, y nada de eso, el cine se llamaba X y ya está.

—¿Qué personajes del cine, directores, actores, productores.. le dejaron más huella?

Suele ocurrir que el director que te marca el camino es con el que haces la primera película, en mi caso fue José María Forqué, de quien ahora se celebra el centenario de su nacimiento. He trabajado con Richard Lester, George Cukor, Pedro Lázaga, muchos grandes del cine español y americano. Es algo de lo que estoy muy orgulloso.

—Al cabo del tiempo fue progresando en la industria del cine y ha llegado a hacerse con el 70 por ciento de las películas españolas, ¿eso era una ambición suya?

No, al principio esa no era mi idea. Mi ilusión era continuar en el oficio y ser un buen director de fotografía. Luego surgió el asunto del vídeo en los años 80, que tuvo una gran repercusión mundial, y junto a un amigo conseguimos abrir el primer video club de Madrid de puerta a la calle, que se llamaba Video Madrid, en la calle de Jorge Juan, y a partir de ese momento estreché mi relación con los productores y me vendían sus películas para convertirlas en vídeo y así fuimos creciendo.

—¿Qué tres películas, por ejemplo, destacaría del cine español?

Hay muchas, de las que tengo, “Atraco a las tres”, una que yo produje que se llamaba “La buena estrella”, también “Juana La Loca“, o “Las brujas de Zugarramundi”, ...no sé. Las películas son como los hijos las quieres a todas.

—¿Y del cine universal?

De esas no te puedo decir una o dos películas, te puedo decir cien. 

—¿Qué película le hubiera gustado hacer como director?

A mí me gusta mucho el cine histórico. España es uno de los pocos países que podría tener una filmografía maravillosa gracias a la riqueza de su historia. Ocurre que son películas muy caras y que no entendería mucha gente fuera de España. Ten en cuenta que “El Cid”, que es una de las grandes películas que se han hecho  en la historia del cine la hizo un director americano, Anthony Mann, con dos estrellas internacionales, Charlton Heston, Sofía Loren y Samuel Broston como productor, con el fin de que la leyenda de El Cid fuera una referencia en todo el mundo. 

—Usted se crió en uno de los barrios más castizos de Madrid, en La Latina, en la calle de La Paloma, junto a la iglesia.

Yo nací en la calle de la Paloma y estoy bautizado en la iglesia de la Virgen de la Paloma. Fue un 14 de marzo de 1948. Lo que pasa es que ese paisaje se ha ido desvaneciendo con el tiempo porque mis padres se marcharon del barrio cuando yo era un crío de apenas tres años.

—¿Por qué el fútbol casi nunca ha funcionado como género cinematográfico? 

Bueno, se han hecho algunas películas buenas. Para mí, la mejor ha sido “Evasión o victoria”. En España se hicieron películas con Di Stéfano, “Once pares de botas”, “La batalla del domingo”, y con Kubala, “Los ases buscan la paz”. Es posible que tampoco hubiera tantos futbolistas tan gloriosos para protagonizar una película. Ahora ocurre que todos los futbolistas están a todas horas en la televisión, prensa, en la radio, y ya no es necesario llevarles al cine.

—¿Recuerda desde cuando es apasionado seguidor del Atlético de Madrid?

Desde siempre, a pesar de vivir en Segovia y ser hincha de la Gimnástica Segoviana el Atleti siempre ha ido muy pegado a mí.

—¿Fue Rubén Cano, el histórico delantero atlético, quien le apadrinó para entrar en el equipo directivo de Jesús Gil?

No exactamente. Yo conocía a Vicente Calderón porque en ese primer video club que abrimos puerta de calle, Video Madrid, acudían muchos jugadores del Atleti y del Real Madrid. Ahí entablé muy buena relación con jugadores atléticos como Leal, Pepe Navarro, Dirceu, Leiviña, Pereira y demás...y ellos me presentaron a Vicente Calderón. Pasó el tiempo, había elecciones y el señor Calderón me llamó para proponerme ser su vicepresidente y yo le dije que sí. Al poco tiempo Calderón fallece y nos quedamos sin candidato. Era el año 1989, entonces, su hijo, Adelardo y el empresario Pepe Barroso me llamaron para formar parte de la Junta directiva. El caso es que perdimos las elecciones -las ganó Jesús Gil- y yo me marché. Estando en Brasil me llamó Rubén Cano para que viniera al equipo de Jesús Gil, y.... hasta hoy.

—¿Cómo era la vida con Jesús Gil?

Muy divertida, no te aburrías, desde luego. Y ha sido un placer haber estado con él más de 15 años y haber sido su vicepresidente. Era un hombre generoso, que tenía un pronto singular pero enseguida se le olvidaba  y si tenía que pedir disculpas las daba sin ningún problema. Era un tío divertido, inteligente y, sobretodo, una persona con una gran capacidad.  

—¿Qué sensaciones tuvo cuando fue nombrado presidente del Atlético de Madrid?

La verdad es que nunca pensé que iba a ser presidente del Atleti. Pero hubo una transformación del club a Sociedad Anónima y los dos únicos socios que quedamos con acciones importantes éramos Jesús Gil y yo. Cuando Gil tiene que dejar la presidencia por diversas razones el que quedaba para el puesto era yo. Y sentí una gran alegría, pero ya llevaba mucho tiempo en el club y hemos vivido momentos buenos y muy malos, también. Pero siempre es una gran alegría, un gran honor y orgullo presidir el Atlético. 

—¿A qué jugador destacaría de todos los que ha conocido?

Muchos, es como las películas, Gárate, Luis Aragonés, Adelardo, Pereira, Leiviña...y los de más adelante, el Kun Agüero, Forlán, Falcao... no sé.

—¿Cuáles han sido sus mejores momentos como presidente del Atleti?

Han sido muchos porque, afortunadamente, hemos ganado títulos importantes. Pero yo destacaría cuando vencimos al Real Madrid en la final de la Copa del Rey en el Bernabéu y, a partir de ahí, el Atleti cambió fundamentalmente. Y hubo otro momento grande que fue cuando se inauguró el Metropolitano, ese fue un día maravilloso. El sueño que siempre habíamos perseguido de tener un gran estadio se hizo realidad. 

—Ha vivido tres finales de Copa de Europa del Atleti,  las dos últimas como presidente, y las tres cayó derrotado el equipo. ¿Cómo se le quedó el cuerpo en esas dos finales contra el Real Madrid? 

Bueno, es muy importante jugar una final de esa categoría, es verdad que las tres las hemos perdido, pero en unas circunstancias algo anómalas. Perder una final en el tiempo de descuento duele mucho, me dolió mucho y más contra el Real Madrid. Pero nos queda la alegría de haber llegado hasta el final y de haber competido muy bien. 

—¿Qué espera este año del Atleti después de haber sido eliminados de la Champions y de la Copa del Rey?

Esperamos quedar entre los tres primeros y preparar bien el equipo para el hacer una buena temporada el próximo año. Esta temporada nos han liquidado en todos los sitios, pero bueno, todos los equipos tienen sus bajones y nosotros es verdad que en Europa no hemos estado bien y en la Copa del Rey nos eliminó el Madrid y se acabó. Y no quiero entrar en el tema de los árbitros porque es un tema que no tiene solución y hablar de ello es inútil.  

—Hablamos de Simeone, acaba de batir el récord de Luis Aragonés de partidos entrenados al Atlético de Madrid, ¿cree que la etapa de Simeone está tocando a su fin?

Siempre digo lo mismo, los ciclos se acaban cuando las personas quieren que se acaban. Llevamos 11 años con Simeone, le queda otro año más de contrato y si él quiere continuar creo que se lo merece. Creo que no va a haber ningún problema para que renueve.

—Usted tiene su sede cinematográfica en Pozuelo de Alarcón, en la Ciudad de la Imagen. Por cierto la Peña Atlético de Pozuelo cumple 63 años, y es la tercera peña más antigua de España, ¿tiene relación con ellos?

Claro que sí, y quiero felicitar a la Peña Atlética de Pozuelo de Alarcón por este aniversario. Es muy importante el trabajo que hacen y el apoyo que le brindan al club. Tienen mucho mérito. Pozuelo es un pueblo muy atletista y eso está bien. Muchas felicidades.

—¿Le ha sorprendido el asunto del “Barsagate”, la supuesta trama de sobornos arbitrales por parte del Barcelona desde hace más de 20 años?

Mira, yo sé lo que tú puedas saber y hasta que no se demuestre, de verdad, lo que hay, todo serán suposiciones. Yo llevo 35 años en el fútbol y nunca he sentido, ni oído, ni he pensado que se pueda comprar un árbitro. Es muy difícil comprar un partido. 

—¿Entonces no se cree lo de los sobornos del Barsa?

No es que no me lo crea, es que no entiendo cómo se puede comprar a un árbitro. Esto es la primera vez que lo oigo y puedo decir que nunca he vivido ninguna experiencia sospechosa, ni contra el Barcelona ni contra nadie. 

—¿Cuál es su proyecto de vida en un futuro próximo, seguir en el Atleti, en el cine...?

Yo, mientras que tenga salud e ilusión no me voy a jubilar nunca.

—¿Cómo es un día en su vida?

Yo me levanto muy temprano, sobre las seis de la mañana, y suelo acostarme sobre la una de la madrugada. Estoy activo todo el día, entre mi empresa de cine y el Atlético de Madrid.    Ω