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OCTUBRE DE 2023  /  ENTREVISTAS

RAFAEL AMARGO: “HAY GENTE MUY IMPORTANTE IMPLICADA EN MI CASO”

09-10-2023 12:48 p.m.

Por Germán Pose. Fotografía: Ricardo Rubio.

Rafael Amargo (Granada, 1975) derrama pasión, arte y figura con la delicadeza y furia ardiente de la lava que escapa de un volcán. No se le cruzan ahora buenos tiempos por el acoso de una Justicia que le corroe y en la que se resiste a creer. Pero su sangre de artista le mantiene vivo y enciende su brío. Y en Pozuelo IN con esa sangra brava se desangra como un príncipe de ley.


—Rafael, después de esta pesadilla judicial que te embarga por las acusaciones de narcotráfico, has vuelto a la acción con un nuevo espectáculo en el club “Madre Mía”, en la Casa de Campo, ¿con qué animo reapareces en la escena?

Creo que he renacido después de todo este embrollo. Ha sido terrible, llevo cuatro años sin pasaporte a causa de una injusticia que se ve a la legua. Tengo una gran carrera y todo el mundo que me conoce sabe que no tengo necesidad de esas cosas. He hecho mis fiestas, como todo el mundo, y nada más. Estoy a la espera de un juicio que se iba a celebrar en junio de este año y lo han suspendido y ahora lo han dejado para abril, otros nueve meses, otro parto más. Estoy muy cansado.

—Luego hablamos de todo eso, pero decía que el volver al escenario debe ser todo un consuelo para ti.  

Por supuesto, pero yo no he parado de trabajar a pesar de que me hayan quitado el pasaporte porque la Fiscalía quería que yo pactara y reconociera unos hechos que no he cometido. He montado la Joven Compañía Nacional de Flamenco, con las “Niñas prodigio”, con las que he estado girando y trabajando mucho y ahora estoy con el espectáculo en “Madre Mía”, una especie de entrenamiento para el gran espectáculo que estoy preparando sobre los 30 años míos de carrera. Que lo estrenaremos en el Teatro Real, donde estaré rodeado de gente nueva y grandes artistas clásicos. Será algo muy especial que se desarrolla en un castillo, algo tenebroso pero muy flamenco. 

—A pesar de tus raíces clásicas siempre te has ido por otros lares, has derivado a un estilo más heterodoxo, muy vanguardista. No en vano te formaste en la escuela de Martha Graham, en Nueva York.

Sí, allá me enviaron mis padres y allí me dejé el corazón. Fue algo increíble, era otro espacio de arte y sentimiento. Fui la primera vez con el joyero Joaquín Berao y con Nacho Duato. Lo alternaba con Tokio, seis meses en Japón, que era donde ganaba los yenes, y otros seis meses en Nueva York, que era donde me los gastaba. Tengo que decir que fui el primero que introduje el audiovisual en el teatro dentro del flamenco. Con “Poeta en Nueva York” rompimos los moldes, con Juan Estelrich de director de escena, que es toda una fuente de talento. Tenía un gran equipo, y todos los premios que he recibido ha sido gracias a ellos. 

—Tienes mucha influencia de grandes artistas plásticos.

Sí, fui apadrinado por Luis Gordillo, Rafael Canogar, Eduardo Chillida....aprendí muchísimo. Para mí las artes plásticas han sido una gran influencia. Todo lo veo a partir de una fotografía y un cuadro asombroso. Soy muy esteta a la hora de montar una historia, Pretendo crear un arte ecléctico, contar una historia a partir de muchos ángulos. Cuando hicimos “Pasajero en tránsito”, había un director de cine, que era Juan Estelrich, alguien muy importante para mí, igual que Saura para Gades; un especialista en vídeo de 3D; la Fura del Baus; la estilista Ivonne, que tenía dos Óscars; 40 artistas en escena, en fin,... Ha sido la producción más costosa en danza que se ha hecho, que llegó a un millón cien mil euros. 


— Aparte de ser artista en el escenario creo que te encanta dar clases, la docencia.

Es algo muy importante para mí, no tiene nada que ver el intérprete con el maestro. He sido muy espabilado para eso, de hecho todas las sagas de los jóvenes que están ahora bailando se acuerdan de mí, me gusta mucho formarles. Me hace mucha ilusión, lo que ocurre es que luego ninguno me habla, no sé. 

—¿A quienes has admirado más en el mundo del baile flamenco?

Yo tenía tres: Antonio “El bailarín”, Antonio Gades, que es la escuela, la maestría y el rigor, y con Saura ha compuesto las mayores obras flamencas de la historia del cine, y el gran Mario Maya, que fue quien mejor relató a García Lorca. 

—¿Qué término te gusta más: bailarín o bailaor?

Yo no me quedo con nada que no sea mío. Bailarín es todo un respeto y son palabras muy grandes, y he trabajado con los mejores, por ejemplo, Julio Bocca, pero yo soy bailaor, es más flamenco y por eso amo tanto el repertorio de Mario Maya. 

—Hablemos de la técnica y del artista, hay algo muy taurino que se denomina “pellizco”. Existe bailaor correcto y el otro, que desprende esencia y aroma.

Sí, hay algunos que bailan muy bien pero están haciendo otra cosa, hacen percusión, pero no se empapan del compás, algo sublime. No bailan las formas, la estética, no se paran a escuchar el cante, todo lo hacen con los pies y ni siquiera levantan los brazos y hacen bailar a las manos. Yo me paro, que no se para nadie, y sigo al cantaor y al guitarrista. Y ahí surge el duende, algo inefable y sagrado, que no se puede enseñar en ninguna escuela. O lo tienes o no lo tienes. Como decía “La Piriñaca”, que le sabía la boca a sangre. Como también lo expresaba Juan Belmonte cuando se encaraba con un toro. 

—¿Qué conexión hay entre el toreo y el baile?

Es total, desde el ritual que existe cuando se viste el torero en el hotel. Luego, en el ruedo es todo una danza de gloria y sangre. Yo veo al toro, a la fiera, como a un hombre, y al torero como a una mujer, con su vestido de luces, sus medias rosas, sus manoletinas...El torero cita a la fiera, como si la invitara a un baile, pero es el espíritu de una mujer frente al animal que muge y que huele a campo, a hierba y bosta. 


—Hablemos de payos y gitanos, ¿quien arrastra más arte?

Tema delicado. El gitano como torea o canta es singular por naturaleza misteriosa, pero es un chispazo efímero. Luego está el arte y la constancia. El gitano deslumbra en un instante pero sin la conciencia de orden y disciplina del payo no progresa. Ahí están grandes artistas payos como Paco de Lucía, Manolo Sanlúcar, Enrique Morente....que se han mezclado con gitanos y ha surgido algo maravilloso, pero el gitano no tiene ese sentido de la disciplina. 

—Ha existido siempre una leyenda negra acerca del mundo de la bohemia y de la noche, con el alcohol y las drogas siempre en el aire.

Hubo una época negra, sí, ahí están Ray Heredia, El Camarón y tantos otros. Ya pasó ese tiempo, por ejemplo, José Soto “Sorderita”, también pasó por eso, es mi hermano y ahora está totalmente recuperado y no toma nada, y no lo dábamos por muerto. Yo mismo he consumido en fiestas y cosas así, pero formaba parte de la situación del momento. Y nunca lo he escondido ni lo he ocultado, igual que cuando he tenido relaciones con hombres, siempre lo he comentado con total tranquilidad. 

—¿Apoyarte en las drogas te sirve para la creación?

Apoyarte en eso es una estupidez. Ahora estoy haciendo una tesis en la Universidad de Barcelona sobre drogodependencias que se llama: “Drogas y arte. Mito o realidad”. Hay una parte de mito, que si para ser artista tienes que drogarte o no, hay muchos que no consumen nada, luego hay otros que lo hacen y no lo cuentan, otros que sí, y parece que el que lo cuenta con normalidad está haciendo apología de la drogas, y no es así.  


—Hablemos de tu oscuro caso, te piden 9 años de cárcel por narcotráfico, ¿qué ha ocurrido?

No se entiende. Cuando una juez entra en tu casa y hacen un registro se levanta un acta, y esa acta es la tiene que salir a la luz. Y en esa acta consta que en mi casa no había nada y parece claro que a alguien no le interesa que eso se publique. He tenido mala suerte en la elección de los abogados, que han hecho de las suyas, también ha alguien le ha n meterse con un rostro conocido como el mío, en fin. Entraron en mi casa y la destrozaron y todos los policías que tenían 18 años y estaban en prácticas. Y no encontraron nada, y eso está en el sumario. ¿Qué farsa es esta? He querido ir a sitios a hablar y contarlo y no me han dejado, será porque hay cosas raras que no interesa que salgan a la luz.

—¿Qué piensas que hay detrás de todo este caso?

Hay mucha miga detrás, sí, y gente muy importante implicada, mucho, que no puedo nombrar. Pedro Sánchez y el ministro del Interior, Marlaska, saben mucho de este caso. A Marlaska le he enviado 7 emails y aún no me ha contestado. Tengo un audio muy comprometedor de uno de sus escoltas en el que se escuchan cosas muy graves acerca del comienzo del caso de Rafael Amargo que se enlaza con un asunto de blanqueo de capitales en Andalucía, y algunas cosas más. Ese audio no me lo han admitido en ningún sitio, y es la voz del escolta del ministro. Aquí hay mucha gente implicada pero todo el mundo se calla y van dejando que pase el tiempo. 

—¿Cómo ha afectado esto a tu vida personal y profesional?

Literalmente me han destrozado la vida pero aquí sigo, aquí estoy tan vivo y coleando. Han destrozado a mi familia y a mis hijos y a muchos amigos que no tienen nada que ver en esto. Y por supuesto, han destrozado mi trabajo profesional porque han dejado de contratarme en muchos sitios por este caso. Tenía trabajo fuera de España y no me han dejado salir porque me han retirado el pasaporte, y no hay derecho porque no ha habido juicio, ni nada. Me piden pactar y no voy a pactar nada porque no hay nada.


—¿Y en qué ha quedado la paliza que te propinó un grupo de policías? según has declarado.

Eso fue en Alicante, unos policías me estaban esperando en la puerta de la estación y me dijeron que les acompañara. Y yo me negué porque no tenían orden judicial ni nada. Siete policías me pegaron un buen palizón porque querían que les hablara de un narco colombiano que yo conozco, y yo no soy “chota” y me negué y me torturaron de lo lindo. No hablo de nadie, estuve dos días en el calabozo maltrecho. 

—¿Y cómo es eso de apuntarte a la Academia de Policía?

(Ríe) Porque quiero ser sheriff. No para dar palizas a la gente, si no para hacer cosas buenas. Aunque primero soy artista, luego seré policía para dar por cu.....    Ω