El que es considerado por la prensa como el ‘heredero de Joaquín Cortés’, con tan sólo 29 años y después de haber recorrido medio mundo con su flamenco, nos concede su entrevista más íntima y cercana.

Con una sonrisa de oreja a oreja llega a El Barco Aparicio de Pozuelo (C/ Benigno Granizo, 20). Así es Curro de Candela, optimista hasta le médula, pero sin perder el sentido común. Es fotogénico, y no tarda demasiado en hacerse con la cámara de fotos que le fotografía. De hecho, en su día le propusieron dedicarse a la moda, pero Curro prefirió el camino arduo y profundo del flamenco.

“Mi madre me ha enseñado el enorme respeto que hay que tenerle al escenario y mi padre la importancia de ser un hombre de palabra” cuenta. Esos son los valores que este joven madrileño (de madre gaditana y padre italiano, y con un curioso toque cubano en el acento y en algunas maneras), con 29 experimentadas primaveras, ha heredado y ha hecho ‘suyos’.

Su infancia olía a tablaos, a camerino, a giras, a ensayos, y pasaba el tiempo haciendo travesuras: “recuerdo cuando encerré al cuadro flamenco del tablao en una habitación y escondí las llaves. Tenían que salir a bailar. Las bailarinas terminaron llorando”.

Empezó tocando el cajón, pero aquello se le hizo demasiado “fácil”. Así, su gran reto era el baile, decidiendose por el ballet y la danza contemporánea en las mejores escuelas de Cuba. Empezó tarde (curioso paralelismo con la historia de Poty de Castillo, protagonista de mi baúl del mes de octubre).

“El recuerdo de mi infancia que con más cariño y verdad guardo es el de mi abuela despidiéndose de mí, mientras canta por la paquera de jerez con sus últimos alientos” confiesa con brillo y admiración en la mirada.

Y es que De Candela (apellido que recibe del nombre de su madre) es el último y el más joven representante de la dinastía de artistas que inició José Greco), considerado por la prensa como “la gran estrella internacional de la danza española”, a la que pertenecen también Lola Greco (Premio Nacional de Danza), ambos familia directa de su padre.

Su madre, Candela, su primera fan y la más dura con su hijo, es atrevida, cariñosa, pasional y una enamorada de su niño mayor; le ‘inyectó’ el flamenco en la sangre actuando por medio mundo. Afamada artista flamenca, tiene cinco discos en el mercado, algunos de ellos pertenecen a la colección de la Biblioteca Cervantes de Nueva York.

Es considerado por la prensa española (ABC, La Razón, El Mundo) como el “heredero de Joaquín Cortés”. Fue alumno suyo y también de Cristóbal Reyes. Guarda una enorme admiración por ambos, destacando de Cortés su capacidad de haber sabido labrarse un hueco en la industria del ‘showbusiness’.  “Joaquín es un virtuoso bailarín y una estrella colosal que ha contribuido enormemente a llevar el flamenco a lo más alto” añade.

Llegó a entrenar 10 horas diarias. Y, aunque tuvo que pasar por una dura y difícil operación de rodilla, por fortuna hoy está en plena forma.

Madridista, fiel amante de la gastronomía y devorador de bibliotecas, la química intelectual no tardó en nacer durante la cena con nuestra directora.

Aunque la amabilidad y educación es forma de ser habitual, tiene un carácter muy fuerte y no se cohibe cuando algo le molesta.

El gran salto a la fama lo da cuando su productor, un holandés afincado 20 años en España, Frederik Hillebrants, apostó por su talento creando con el madrileño “Afrogitano”, un espectáculo al más puro estilo de Broadway, en donde el flamenco y la danza afro (aprendida en Cuba) consiguieron un nivel musical (dirigido por ‘El Paquete’), una escenografía y  danza digna de todos las alabanzas de la prensa española. El ‘show’ no tardó en expandirse por media Europa y Latinoamérica. Con un vestuario diseñado por Lorenzo Caprile, al igual que en FLAMENCO & MONÓLOGOS.

“Afrogitano soy yo”, afirma con mucha certeza. “Nació de mí todo, en medio de ese proceso creativo cuando se gesta aquel espectáculo florece  el Curro bailarín, el bailaor , el músico, el coreógrafo…”, añade.

Curro de Candela ha llegado a participar en la semifinal de ‘Mira Quién Baila’ de la edición norteamericana, época que recuerda con mucha simpatía y donde cuenta haber coincidido con Poty del Castillo que, en palabras del bailaor, “es un amor de persona y un gran profesional”. Y durante dos veranos consecutivos ha actuado en el mágico y prestigioso Auditorio del Festival Starlite de Marbella. “Sandra García-Sanjuán —fundadora del festival— es una gran profesional y sobre todo persona. La quiero mucho” confiesa.

‘Reciclando’ el espacio que deja el exitoso ‘The Hole’ en el Teatro Calderón, Curro decidió aprovechar aquello y crear un espectáculo con un ‘maestro de ceremonias’ como lo es famoso monologuista Tomás García Serrano (El Club de la Comedia), con el fin de atraer al público joven y no habitual al flamenco: “De esta forma nos reímos de los topicazos no sin abandonar el flamenco puro con guiños a la danza cubana”. FLAMENCO & MONÓLOGOS (cada martes a las 20.30 de la tarde) está siendo toda una sensación que estará 2 meses más en cartelera.

Mientras degustamos los ricos mejillones, Carmen Millán no duda en debatir cuestiones de política en las que el joven se desenvuelve como pez en el agua. Recuerdo la sorpresa que me llevé cuando llamé a su manager Friedrich (nombre del filósofo alemán Nietzsche), y Curro no dudó en recordar aquello de ‘Dios a muerto, yo lo he matado’ que repetía el intelectual. Pero prefiere reservarse su visión de la vida y la religión, aunque ahí donde está Curro, una fuerza superior le acompaña.

Curro es feliz cuando está en el escenario haciendo lo que ama. El flamenco: lo que es, lo que representa su esencia, su historia, su alma. “No creo en la felicidad como forma absoluta de vida, creo que se vende un concepto engañoso cuando se habla de felicidad, en el camino pasa de todo. Más que obsesionarse con la felicidad hay que buscar la tranquilidad, y desde ahí vivir con total humildad hacia todo lo que te pase”. Cuenta que vive con intensidad y agradecimiento  hacia “este sueño tan increíble que supone solamente el respirar”.

“Los artistas, intelectuales y gente con poderosos motores en su cabeza y corazón rara vez son felices de forma categórica”, añade. “La vida es felicidad , tristeza , desesperación.  Los artistas verdaderos raramente somos plenamente felices”.   Ω