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HISTORIAS DE LA PVTA PANDEMIA V

09-09-2021 11:11 a.m.

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A mi este bicho de mierda no me lleva por delante. Llevo ya cuatro dosis puestas de Pfizer. Las dos que me correspondían y otras dos de mi difunto esposo. Me puse un pantalón de franela, un sostén del año la polca, que iba más apretada que las tuercas de un submarino, me quité los pendientes y ¡4 para dentro!

Por Jesús Castells / Ilustración de: José GuaitaA mí la pandemia me ha traído muchas cosas buenas. Tuve que desenterrar el mando de la tele. Sí, el mando antes de que hubiera mandos. Es un palo largo de madera de Cerezo, de un metro y medio que utilizaba mi marido para cambiar de canal sin moverse del sillón, de cuando la televisión era en blanco y negro te estoy hablando. Ahora lo utilizo para que no se me acerque nadie y cumplan con la distancia mínima de seguridad. Y al que se acerca más de la cuenta, le atizo un ¡zasca!, como si fuera una res desviada. ¡Vais, vais! Estoy encantada. 

Hace ya meses que no veo ni a la familia política ni a las nueras. Con eso de que tengo miedo de que me contagien algo, vivo más feliz que una perdiz. No tengo que hacer comida para veinte, ni aguantarlos, estaba hasta las narices de que luego no me ayudaba ni Perry a recoger, que ni te lo agradecen ni lo pagan, claro. ¡A tomar vientos todos!

Se creen que estoy triste porque no vienen a verme, pero yo con la telenovela y el Candy Crush no necesito mucho más. Hace tiempo que dejé lo del casino online; ahora, los que me siguen llamando son los prestamistas, que gracias a las restricciones ya no se personan en el portal de casa y en el móvil, los tengo a todos bloqueados. Qué gentuza.

También me quité del Tinder ese, que se me ocurrió poner una foto de mi nieta de perfil, la suelta, la de moral distraída y madre mía, me estaban todo el día acosando y dándole al match. Me dieron ganas de quedar con alguno, de esos guarros y faltones para que comprendiera el meme de la diferencia de lo que compras y lo que te llega por Aliexpress, pero lo pensé mejor y no quiero ir por ahí dando esperanzas, ni que se encariñen, que luego te vienen con el cepillo de dientes para quedarse y no es plan, quita, quita.

Y desde que pasé la mierda esta del Covid llevo más de seis meses comiendo solo puré de patatas, porque como me sabe todo igual, me da lo mismo comer patatas que gambas, y así ahorro bastante para las Criptomonedas, que me estoy haciendo un patrimonio que lo vais a flipar. Pienso ser la primera abuela en conquistar el espacio.

Con esto de llevar la boca tapada con la mascarilla, ya hace meses que no uso la dentadura postiza, la tengo en el vaso de la mesilla, que por cierto, tengo que cambiarle el agua, que ya ha criado verdín.

FIN

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