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De tradición centenaria, se celebran el primer domingo de septiembre. Da igual a quién se le pregunte. Nadie es capaz de dar un motivo para la elección de esa fecha. Se da por sentado que septiembre era época tranquila, por no haber cargas agrícolas que precedían a estas labores, y fue esta la causa por la que se eligió esa fecha para la celebración de las Fiestas Patronales
Son varios los escenarios que han tenido estas fiestas, pero siempre con un común denominador: la Virgen y los toros. La plaza de la Coronación (antigua plaza municipal), Camino de las Huertas, plaza del Padre Vallet, plaza Mayor, calle Cornago (donde se realizan los encierros), son algunos de los lugares que siempre han estado asociados a estas celebraciones en honor a la patrona del municipio.
No por repetidos, dejan de tener su importancia los dichos populares que hay en torno a estas fiestas:
Viene septiembre después,
con sus históricas ferias
y sus fiestas de Pozuelo,
Carabanchel y Vallecas.
El sábado es la pólvora
y el domingo la función (procesión),
lunes y martes los toros
de Pozuelo de Alarcón.
Ahí se ve que la procesión de Nuestra Señora de la Consolación es el acto central de estas fechas tan significativas. Es la que cuenta con más participación por parte de los pozueleros y es una de las procesiones patronales más importantes de los alrededores de Madrid. Siempre se veían damas de honor luciendo la mantilla española, un recorrido en el que se decoraban los balcones con mantones… En definitiva, una procesión con gran arraigo popular y con mucho sentimiento religioso.
Después, tal y como cuentan estos dichos, se celebraban los toros y el baile. Era en la plaza de La Coronación, donde una cuadrilla la acondicionaba para según qué celebración: toros, encierros o baile.
Más tarde, sobre la década de los ochenta del pasado siglo, la plaza municipal se quedó acondicionada para el baile, los jóvenes disfrutaban de la fiesta en los bares de las calles aledañas y los toros se celebran en una plaza semifija en el Camino de las Huertas, mientras que el encierro discurre por la calle Doctor Cornago, aunque son muchos los pozueleros que añoran el arriesgado encierro y el ambiente de la rudimentaria plaza antigua.
Desde hace algunos años algunas asociaciones y peñas celebran como colofón de fiestas el último sábado, antes de medianoche, un emotivo "Pobre de mí", que ha cobrado gran importancia en las fiestas patronales y cuenta con una gran participación.
Hoy en día, son muchos los escenarios que hay dispuestos en el municipio para la celebración de estas fiestas, que se han convertido en un referente en la Comunidad de Madrid.
La capilla de la Virgen
Fue después de la Guerra Civil, y tras la destrucción de la antigua iglesia, se inicia su reconstrucción comenzando con la torre y más tarde con la nave. Se construye también una capilla lateral donde hoy se custodia la Virgen de la Consolación. Ω
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