Desde agosto de 1988, Bienvenido Nieto Gómez ha sido una parte importante en nuestro municipio. Tras aprobar unas oposiciones del Ministerio de Educación y Ciencia en el 83 y tras dos años en diferentes destinos con su maleta de compañera, fue su hermana quién le aconsejó que se presentara a las oposiciones de Policía Municipal en Pozuelo, aprobándolas. Durante tres años realizó todo tipo de servicios, fue a partir de ese momento cuando empezó su dedicación a la comunidad educativa del municipio y gracias en parte a su aportación, hoy en día es excelente. Ha llegado el día de su jubilación y por supuesto echaremos en falta a Bienvenido. Personas implicadas, con un gran corazón, siempre pensando por y para Pozuelo son las que necesitamos y las que por supuesto se recordarán siempre.

—¿De dónde vienes?

Provengo del mundo educativo y anteriormente estaba en el mundo militar. En este mundo profesional de donde vengo tenemos un lema “servir para servir” que es lo que me impulsó a ser Diácono cuya función es ser servidor.

—¿Cuál es tu parte militar?

Aprobé a los 16 años una oposición al Ejército en lo que se llamaba entonces el Instituo Politécnico del Ejército de Tierra. A los dos años oposité para la Academia general Básica de Suboficiales y a partir de ahí nos dieron el despacho de sargento en Valladolid. Estando allí, me ofrecieron colaborar en la enseñanza de la Formación Profesional y por las tardes empecé a colaborar hasta el 83.

—¿Qué relación hay entre diácono y policía?

Estar en constante contacto con todo lo que tiene una relevancia en el municipio como puede ser la Institución Eclesial que es muy importante en Pozuelo.

—¿Cómo ha sido trabajar en Pozuelo?

Ha sido una gozada durante todo este tiempo.

—¿Qué tareas desempeñabas en los colegios?

Educación y seguridad vial, pero no solo en los colegios, también en los institutos, universidades, asociaciones de jóvenes, en centros educativos superiores y hemos colaborado con empresas.

—Cuando llegaste ¿Contaba Pozuelo con este servicio?

No, todo lo fui haciendo yo.

—¿Cómo se te ocurrió?

En movilidad y seguridad teníamos un problema de alta siniestrabilidad que se cobraba la vida de dos o tres personas al año en un municipio de 40.000 habitantes. La mayoría eran jóvenes y se decidió por parte de la Dirección General de Tráfico, realizar cursos preventivos. Y comenzamos en Pozuelo. Se orientó a los colegios por que en aquel momento, la Logse incluía como asignatura trasversal la educación vial. Desde entonces he sido yo quien la ha llevado en el municipio.

—¿Cuántas alegrías te ha dado?

Muchísimas, hemos visto cómo ha ido progresando, hemos colaborado en todo tipo de campañas, he podido llevar el nombre de Pozuelo y de la policía por todas las regiones de España e internacionalmente. Hemos sido punteros y un referente. Por el año 91 se sumo a esta iniciativa Aesleme, quien puso su sede social aquí, una asociación que se dedica a las tareas preventivas para evitar las lesiones de tráfico con la que hemos realizado auténticas cosas. Un proyecto que realizamos con ellos y que salió de Pozuelo fue la campaña “si controlas vuelves” y que apadrinó Carlos Sainz.

—¿Los momentos más duros?

Sin lugar a dudas la pandemia pero no puedo olvidar a todas las víctimas que han perdido la vida en siniestros viales. El Covid ha sido terrible en las residencias de ancianos.

—¿El más positivo?

Seguramente el evento más bonito que hemos tenido aquí y seguramente en Madrid y España también, fue la JMJ de agosto del 2011. Fue un modelo de convivencia en el que participó todo el mundo de Pozuelo de Alarcón, tuvimos más de 12.000 personas alojadas y no hubo ni un pequeño incidente.

—¿Habéis contado con el apoyo de las instituciones del municipio?

En este sentido, el Ayuntamiento siempre ha estado. Por supuesto las que más han apoyado han sido la Dirección General de Tráfico y la C. de Madrid. No quiero olvidar a las empresas privadas que han estado a nuestro lado.

—Eres un referente en Pozuelo y solo escucho buenas palabras hacía ti fuera de esta dedicación ¿Cuál crees que es el motivo?

Siempre he estado en los colegios, que es un buen marco para que te conozcan. Dentro de las actividades, muchas veces participaban los padres y al final todo se comenta. Luego depende de la interacción con las personas y mi carácter es muy extrovertido, lo que ha podido facilitar que las personas te aprecien. La gente agradece que sepas escucharle cuando vienen a pedirte algo y si resulta una escucha eficaz pues mejor aún. Creo que lo más importante para que una persona sea querida es que sea capaz de ponerse en el lugar del otro y tratar siempre de ayudar.

—¿Qué plantilla había cuando llegaste?

Éramos 47 y a día de hoy alrededor de 160 

—¿Se necesitarían más?

Sí, como mínimo 30 mas. Están tratando por todos los medios que se cubran las plazas pero las convocatorias son largas en su proceso.

—¿Cómo ves el antes y el ahora?

Antes era un municipio más pequeño, era más accesible conocer al vecino y más personal, ahora es todo más anónimo y exigente. La demanda que existe de formación es muy alta y hay poca oferta de momento. La sociedad ha evolucionado de una forma impensable y esto hace que la policía tenga otras exigencias. Antes éramos una familia y hoy es mucho más impersonal.

—¿Cómo es la educación en Pozuelo?

Excepcional. Es un mundo que lo conozco muy bien. La educación es un valor que se debe de refrendar y fomentar en la unidad familiar y que por supuesto debe de ir acompañada y coordinada con el colegio. Los proyectos educativos de Pozuelo, repito, son excepcionales, lo diré siempre. La oferta educativa que tiene el municipio es muy difícil encontrarlo, ya sea de iniciativa privada, concertada o pública, lo digo muy alto por que la conozco y puedo presumir de ello.

—Con lo activo que eres y lo implicado que estás ¿Por qué te jubilas con solo 60?

Creo que es el momento de cerrar una etapa. Han sido 34 años muy enriquecedores. Seguiré trabajando pero en Pozuelo en estos momentos debe venir otro tipo de personas.

—¿A quién te llevas?

Si me tuviera que llevar a una persona, me llevaría a la que fue Concejal de Educación M. Luisa Grande, sin ningún tipo de dudas. Fue una señora en todo el sentido de la palabra, una persona que confiaba en ti, te dejaba trabajar, sabía delegar, una persona que acudía siempre donde fuera y a la hora que fuera, que estaba preocupada y ocupada y sobre todo una gran persona.

—¿Y a quién nunca?

Nunca debemos hablar mal de las personas porque lo único que conseguimos es ayudarlas a que sean peores, debemos buscar la parte positiva.

—¿Te vas con pena?

Es un sentimiento un poco contradictorio. Por un lado si, posiblemente si hubiera habido otras circunstancias podría haber continuado algunos años más pero como te he dicho es cerrar una etapa y continuar otra. Seguiré teniendo buenos contactos con compañeros.

—¿Quién le dará continuidad a esta gran labor?

Me gustaría que fuera así, pero me temo que no habrá continuidad. Hay que sacrificarse mucho, comprometerse y no mirar horas y va a ser difícil. Una de las peores consecuencias que han tenido los sistemas educativos que ha habido en España es que han ido minando en los valores elementales de la convivencia de la vida, el respeto, la educación, la consideración a los demás, el saber estar, comportarte, actuar...

—¿Cómo te defines?

Me gusta ser una persona humilde, trabajadora y servicial.

Doy fe de que estas palabras le definen y con el sentimiento también encontrado, entre la pena de irse y la alegría de verle hacer lo que necesita, le deseamos toda la suerte y tranquilidad que seguro encontrará donde esté. Las buenas personas son inolvidables.   Ω