Se hacen llamar Taburete y sus inicios fueron en pequeñas salas pero poco les duraría el anonimato. En tan solo un año despuntaron llegando a llenar el WiZink Center. Son pura vitalidad y desprenden buen rollo, simpatía, amabilidad y cercanía. Capaces de conquistar a todo tipo de tribu: indies, adolescentes, padres y abuelos. Sus canciones son las de siempre en tiempos de ahora; el pop, el rock, los boleros, las rancheras y por qué no, hasta con el flamenco se atreven en su último disco. Estar con Guillermo Bárcenas y Antón Carreño significa ser conquistado por su música y por su forma de ser. “Sirenas” los lanzó a la fama, contando ya con cinco discos y los que les quedan, el último “Matadero 5”. Recibimos a Taburete en la redacción de Pozuelo IN para que nos lo cuenten TODO.

—¿En qué momento comienza a “romper” Taburete?

Guillermo- Con el lanzamiento de “Sirenas”, es la canción que más fama ha tenido. Pasamos de ser un grupo conocido en Madrid y Barcelona a ser conocidos en toda España. A raíz de esta canción anunciamos una gira que culminamos con tres conciertos en El Palacio de los Deportes, en 2017.

—¿De conciertos de amigos en garitos directamente al Palacio con lleno total?

Antón- Han sido tres momentos importantes de Taburete: el Teatro Barceló, al siguiente año; dos en La Riviera y luego, el salto al Palacio. En principio, solo se pensaba abrir una pista pero se vendieron tan rápido las entradas que hubo que abrirlo entero.

—Vivimos en la época del reggaetón y vosotros apostáis por la música de antes, por un pop con matices rock e incluso melodías melancólicas, rancheras, boleros… ¿Pensabais que tendría tan buena aceptación?

G- Al final es la música de toda la vida, canciones atemporales. Hubiese sido muy impostado de otra manera, como suena ahora la electrónica, el urbano o el reggaetón vamos a hacerlo… no. No tenemos esas referencias, no lo hemos escuchado nunca y lo que nos sale es el pop y el bolero de toda la vida.

A- Tampoco lo pensamos mucho, fue lo que salió y pensábamos que no lo escucharía mucha gente y de repente gustó.

—¿Quién escribe las canciones?

G- Las suelo escribir yo, pero desde “Madame Ayahuasca” los discos también han tenido canciones escritas por Antón. En un principio eran canciones que yo tenía escritas desde hace varios años, se las enseñé al grupo y les gustaron muchísimo. Nos hacía muchísima ilusión grabar un disco y tenerlo en Spotify, era nuestra máxima ilusión. Lo grabamos de manera muy sencilla, acústico y salió.

—¿Cómo ha sido el cambio tras saltar a la fama?

A- El  cambio es total, pasas a dedicarte a una cosa que jamás pensamos. Hasta que asimilas que tienes un trabajo, que es hacer conciertos, no te das mucha cuenta. El fenómeno fan es bastante llevadero, en los conciertos vienen muchos pero en la vida normal podemos ir a cualquier lado y si nos piden una foto, estupendo.

—Pero físicamente sois bastantes reconocibles y levantáis pasiones

G- Si, pero no es agobiante. Creo que los tiempos han cambiado, ya no es la época de Hombres-G. Cuando hicimos la gira con ellos nos contaban lo que vivieron con las fans en las puertas de sus casas, todo eso no lo hemos vivido. Hay días que sales con cara de culo a comprar tabaco y te cae una foto pero no pasa nada.

—¿Cómo vivís vuestro primer concierto multitudinario?

G- Muchos nervios, dábamos vueltas al camerino esperando el momento…pero siempre hemos tenido un público muy entregado, que desde la primera canción está cantando con nosotros. Lo difícil es salir, tocar una canción y que la gente esté un poco a por uvas y ahí te pueden entrar los nervios pero no es nuestro caso.

—Siempre está presente la trompeta en vuestras canciones ¿Es vuestro instrumento fetiche?

A- En todas no, pero desde los inicios está con nosotros Patxi que es nuestro trompetista y que viene siempre porque él es parte de la banda.

CONEXIÓN TABURETE - HOMBRES G

—¿Por qué David Summers? ¿Creéis que la música es similar?

G- No tanto con el estilo de música pero sí con lo que genera. Pensamos que era una combinación buena, los padres yendo a ver Hombres-G y los hijos a Taburete. Lo hablamos con ellos y les apetecía también. Hicimos varios conciertos en España y el éxito fue espectacular, era como una fiesta de familia, los padres nos empezaron a conocer a través de Hombres-G y los hijos muchos los conocían pero los más pequeños no y fue impresionante.

—¿Conciertos grandes o íntimos como el Náutico de San Vicente?

A- Depende mucho del sitio. El Náutico es un sitio muy pequeño con una magia especial, tienes en frente la playa, cómo te trata Miguel… todos los años vamos a tocar y seguiremos.

G- Es de esos sitios que si podemos todos los años tocaremos, incluso en el año de la pandemia, que solo hicimos dos conciertos, uno de ellos fue allí. Con Galicia en general tenemos una conexión muy buena. Fuera de Madrid es donde más conciertos hacemos y de los que más nos gusta, y el Náutico es como una tradición desde la primera vez que fuimos, nos quedamos un par de días, la fiesta después del concierto… que es la mejor.

—¿Taburete para todas las edades?

G- Nos asocian mucho a grupo de adolescentes, que también, pero creo que Taburete cada vez está creciendo hacia un público más adulto. El disco anterior que es un poco más serio y melancólico, nos hemos dado cuenta desde el escenario, que entre el público hay muchísimas personas de 40 para arriba incluso fueron unas señoras de unos 70 años que cantaban todas las canciones.

A- Tocamos mucha variedad de estilos, a lo mejor la canción más pop le gusta más al joven pero el bolero o “Mi vida loca” que es como una rumba le gusta mucho a la gente mayor.

—¿Qué ve la gente en Taburete?

G- Un grupo de amigos, no ven unos tipos vestidos todos iguales y serios. Cada uno salimos como nos da la gana, a pasarlo bien, a disfrutar y esa conexión se ve y engancha.

—Un destino cambiado ¿Os imaginabais viviendo de la música?

G- Yo estudiaba ADE en la Francisco de Vitoria, que no me gustaba nada, pero es lo típico que te dicen tus padres…estudia algo que tenga salida. En ese momento tampoco pensaba en la música, mi gran pasión era el cine y cuando terminé la carrera me fui a estudiar Dirección de cine. Fue sobre la marcha el dedicarme a la música.

A- A mí me encantaba pero lo veía como un sueño que no iba a pasar, cuando grabamos el primer disco era imposible ver que le gustaría a tanta gente. 

—¿Cuándo empezáis a componer?

G- Con 18 años empecé de cantante en un grupo con mi primo y se me encendió el gusanillo. Mi primera canción fue “El fin” que es una canción del segundo disco de Taburete escrita mucho antes. Aprendí a tocar la guitarra rápido que aunque no muy bien, lo justo para poder componer mis canciones.

A- Empecé Taburete con 19 años y nunca pensé en componer una canción. A medida que te metes en el grupo, grabas discos y que tu vida es esto, te sale natural escribir. Las que nos han ido gustando las hemos metido en el disco.

DESDE JOSÉ LUIS PERALES A ANDRÉS CALAMARO

—Supongo que vuestras familias de pensar que estabais locos a ver el éxito ¿Qué cambio hubo?

G- No hubo cambio, en mi caso yo estaba a dos velas, no dejaba ningún trabajo para poder dedicarme a la música. Nuestra fase de tocar en bares duró solo un año y desde el segundo año podíamos vivir de esto.

A- Yo dejé la carrera de arquitectura pero cuando ya teníamos 50 conciertos por delante, no es esta gente que tiene mucho más mérito, en ese aspecto, que deja todo por vivir de la música sin saber si va a funcionar, yo di el paso cuando ya funcionábamos.

—¿Quiénes son vuestros referentes en la música?

G- Muchos, los de siempre, Perales, Raphael, Bunbury, Leiva, Calamaro… música española.

A- La música pop-rock española, lo que hacemos nosotros pero de años anteriores es lo que nos inspira.

—Vuestro quinto disco sale por partes, no?

G- Ahora vamos a sacar el quinto. Hemos dividido el disco en dos volúmenes, en abril sale el volumen uno y después del verano el dos. La gente ya no tiene esa paciencia de antes de irse a comprar un disco, lo quiere todo inmediato y para que no se queden canciones que pensamos que son buenas por el camino, las sacamos individualmente.

A- No encajaba sacar todas las canciones juntas. De golpe no nos daba para hacer gira en verano que la tenemos que hacer y además nos apetece.

—¿Se venden discos?

A- No, tenemos algunos pero cuando hablamos de sacar un disco nuevo nos referimos a Spotify o a diferentes plataformas. Es más bien como de colección.

—Soléis llevar artistas invitados a vuestros conciertos ¿Os ha sorprendido este mundo?

A- Hay mucha gente que nos encantaría que viniera, lo seguimos intentando a ver si puede ser. Bunbury o Calamaro nos haría una ilusión brutal.

G- Las colaboraciones que hemos tenido nos las han pedido ellos a nosotros, nosotros nos hemos llevado bastantes “no” por el camino, pero bueno.

—¿En qué habéis cambiado?

G- Siempre se cambia en algo pero la fama no nos ha hecho diferentes, esa es la clave, siguen viendo que somos normales y cercanos. Debemos estar con la gente que nos escucha, va en el sueldo y en el trabajo.

—¿Qué os ha aportado la música?

A- Toda nuestra vida gira en torno a ella, los conciertos, los discos, la diversión, amistad… nos ha dado una profesión.

—¿Seguís los ocho en el grupo?

G- Seguimos, empezamos siendo tres y nos quedamos en ocho. En todos estos años no nos hemos enfadado aunque sea difícil de creer.

—¿Quién elige las canciones?

A- Somos bastante sinceros, escuchamos todas las que tenemos y entre todos votamos las que más nos gustan.

G- Se decide pronto, se ven las caras al escucharlas.

“QUEREMOS DEDICARNOS A LA MÚSICA TODA LA VIDA”

—¿Qué os gusta más dentro de vuestro trabajo?

A- A mi me encanta grabar, pero los conciertos son especiales.

G- Los conciertos es en lo que hemos centrado todo siempre. Hacer un show con el que empezamos siendo flojillos porque nos pilló muy de golpe todo el éxito y tuvimos que ponernos a ensayar mucho y muy rápido pero ahora es muy sólido y potente.

—¿Qué tal por Sudamérica?

G- Fenomenal, estamos casi un mes en marzo en dos festivales muy gordos. Va poquito a poco pero el público tiene la misma pasión que en España.

—¿Dónde os habéis perdido?

A- Cuando empezamos nos metimos en un ritmo de concierto y fiesta, viviendo demasiado deprisa y nos perdimos un poco, ahora vamos con más calma.

G- Ahora terminamos un concierto y nos vamos al hotel con la banda, no puedes estar todo el día a tope.

—¿Hacia dónde va Taburete?

G- A que nos podamos dedicar toda la vida a esto. Ya sea para más o menos gente pero tener un público fiel que nos permita tener una carrera que dure. Ves a Camela que hace su 25 aniversario, a Hombres-G, Estopa que llevan 20… poder llegar a celebrar muchos aniversarios.

A- Estamos en un punto que ya no somos solo el grupo de moda, ya estamos medio asentados. La fórmula es seguir haciendo canciones buenas y que la gente que está se quede.

—¿Cómo es el nuevo disco?

A- Un batiburrillo de estilos, es el más moderno y una mezcla de estilos.

G- No hay una canción igual a la anterior, ranchera, flamenco… es un viaje absoluto por todo lo que nos gusta, por los géneros nuestros e incluso alguno nuevo como la rumba y el flamenco.

—Es atrevido introducirse en el flamenco ¿Qué tal?

G- Sí, lo es. Siempre me ha encantado el flamenco y nos faltaba meter algo.

—¿Fútbol o toros?

G- Me quedo con el Madrid y Morante

A- Me gustan los dos aunque prefiero el fútbol.

—Empezasteis ya con una cruz encima ¿Os ha pesado?

G- Aún quedan algunas cosillas pero tenemos que estar por encima de eso, al final el que nos critica ni ha escuchado Taburete. Gana lo bueno.

—¿Quiénes son los “Amos del piano bar”?

G- Mis amigos. Es de las primeras que hice y probablemente la que nombraría antes. La compuse con 24 años y habla de la adolescencia, la universidad, las borracheras, los amigos, los viajes… y que eso poco a poco va terminando.

—¿Lloráis por banderas?

G- Me he considerado una persona patriota siempre pero con el tiempo te das cuenta que todo es mentira, sobre todo la política, sigo siendo patriota pero a mi manera.

A- Por supuesto no soy anti español pero tampoco lloro por banderas, lloro por las personas que me demuestran que debo llorar. Quiero estar con mi gente. Siempre te decantas por alguien a la hora de votar pero no ser fanático.

—¿A quién os llevaríais de viaje a Kaiserlautern?

G- A los amigos pero relajados.

—Tenéis presente mucho la amistad ¿Tiene cabida en Taburete el amor?

A- Desde el principio ha sido amistad, disfrutar de los momentos porque terminan.

G- Son los momentos que se te quedan en la memoria, las sonrisas, los abrazos con los amigos, el cantar canciones a pulmón, es lo que nos va a quedar.

—¿Creéis que la gente entiende vuestras canciones?

G- La última que hemos sacado, “Roto y Elegante”, se entiende perfectamente. También la vergüenza o timidez a que reconozcan todo lo que estás diciendo hace que lo tapes con metáforas, pero todas tienen un sentido. Casi todas las canciones son experiencias vividas pero mezclo.

A- Guillermo tiene una forma muy bonita de escribir y de tapar que es típico de Taburete.

—“Roto y Elegante”

G- Quizás sea de las canciones más sentidas. Habla que todo el mundo puede decir y opinar pero lo que queremos realmente es que nos recuerden por las cosas buenas, lo que hemos dado y por las alegrías.

—¿Cómo se llama el nuevo disco?

G y A- Se llama “Matadero 5”. Sacamos ahora nuestro segundo single que se llama “La Discoteca” y hacemos un cameo con el Dúo Dinámico, es como discoteca ochentera y de repente bacalao, festival y termina con guateque, mola mucho.

A- En abril sacamos tres más y en mayo una muy especial.

G- La canción flamenca es muy especial, se llama “Penúltimo beso”. Va con la colaboración de Miguel Campello. También tenemos rancheras en el disco.

A- Es un máquina, fuimos a su casa a Murcia a grabarla y pasamos tres días estupendos. Es la preferida de los dos. En cuanto volvamos de México tenemos muchos conciertos hasta después del verano aunque aún no los hemos anunciado, seguiremos sin parar.   Ω