Si continúa la navegación por nuestro sitio web estará aceptando nuestras condiciones, que puede consultar en:

Lunes 27 de abril

27-04-2020 8:24 p.m.

(0)

Por Ricardo Rubio
Siempre fuiste un espejo, un reflejo de mi mismo en el que jamás quise reconocerme.

If Not Now, When? (Si no es ahora, ¿cuándo?).  Incubus.

Siempre canciones. Decenas de canciones en el coche camino de Madrid. La música me salva. Libros de melodías que acuden a mi mientras el volante gira y gira hasta que llega a su destino. Un final de esos de “continuará...” Un final, como los muchos que hay. Siempre finales.

Desescalada. Esa es la palabra de las últimas horas. Bajamos la cuesta. Digo yo que será eso. Cerramos los hospitales de campaña, pero no del todo. Abrimos las empresas, pero no del todo. Retiramos poco a poco algunos servicios sociales, profesionales sanitarios en general. Si, estos si, a estos a todos. Ya les llamaremos. Dejen su CV en la puerta. Estamos muy contentos con sus servicios. ¡¡¡¡Aplauso para ellos!!!! No son las ocho: ¡Da igual!

Habrá que medicalizar residencias y centros de mayores. Y todos aquellos centros donde se atiende a gente sin recursos o con problemas de conducta. No tan rápido. ¡Hemos dicho habrá! Ya veremos. Más adelante. Ahora vamos a lo urgente.

Que la vida siga por favor. “Las bolsas cierran con fuertes subidas”. Los titulares de hoy. Joder qué bien lo estamos haciendo. O no.

Jesús esta en la ONCE, en la fundación. ¿No se si sabes lo que hacemos? Si.

Entramos por el Psiquiátrico a la farmacia del Gregorio Marañón. ¿No sé si conoces el funcionamiento del hospital y de su farmacia? Si. 

Empiezo a hacer fotos. No tengo ganas de hablar hoy. No me salen las palabras. Como me decía ayer David: es que no me sale. Y le dije: tranquilo ya saldrá. Y haremos algo grande. ¡Como quiero a ese cabrón!

Hemos repasado la medicación de algunos pacientes y hecho bolsas para repartirlas en domicilios. Vamos a llevárlas para evitar riesgos de contagio. Y porque las asistencias sociales están en retirada o no abarcan más. De ahí que los voluntarios sean los “ángeles de los ángeles”. Muchos ángeles. Es una pasada como nos asimila el sistema.

Casa por casa. Las miradas de algunos abuelos son demoledoras. Se prestan a todo. Nos fríen a preguntas, nos dejan hacerles fotos. ¿Como va el trabajo? ¿Que tal las cosas? ¡María, esta la prensa! Nunca sales entero por más que te lo propongas.

En el barrio de La Ventilla otro voluntario de ONCE ha montado una fabrica en casa. Seis impresoras 3D hacen viseras de protección para sanitarios. Las hace y las entrega. Hay que ayudar. Esta en el servicio de biblioteca de la fundación ONCE ¿Lo conoces? Si.

Vuelvo a casa. Vuelvo sin más. La mente en blanco en un sano ejercicio de higiene mental muy recomendable.

Días de incrédula locura tatuados en el alma. Pasos en blanco llenos de la tinta de tus manos. Y así el libro abierto en la cocina:

"Qué quieres, el amor pide calle, pide viento, no sabe morir en la soledad…” Julio Cortazar.

COMENTARIOS

no hay comentarios

Añadir un comentario

Deja tu comentario aquí: