El Congreso Internacional “50 años de mayo del 68. Una época de cambios, un cambio de época” ha concluido esta mañana con una conferencia de Fabrice Hadjadj, brillante y provocador pensador católico, que ha intervenido en el Aula Magna de la UFV, con una conferencia titulada “La restauración de la carne”, ante 350 personas. Hadjadj se ha negado a mirar el pasado con nostalgia. “Dios nos ha puesto aquí y ahora, en este tiempo, con una misión concreta”. Hoy como en mayo del 68 – ha subrayado Hadjadj- se sigue escribiendo por todas partes, en los nuevos muros de Facebook y Twitter. Es sorprendente, eso sí, que hayamos pasado de una liberalización extrema de la sexualidad a querer controlarlo todo, a la hipervigilancia del acto sexual. Y, en este sentido, ha puesto el ejemplo de una aplicación que determina cada parte del cuerpo del otro que se puede tocar para tener un total consentimiento sexual. Las revoluciones también se han fragmentado. Antiguamente, los cambios eran intergeneracionales; en la Modernidad eran generacionales; y ahora, en la postmodernidad son intrageneracionales. Hadjadj ha concluido haciendo un alegato en favor de la carne. De la actual crisis antropológica no podemos salir con el espiritualismo ni de la mano de ningún tipo de filosofía, hay que restablecer la esperanza en las personas y entender que si el Verbo se hizo carne, es porque la carne es buena”.

Antes de la conferencia de clausura, ha tenido lugar una mesa redonda de rectores y representantes de diversas universidades. Montserrat Gas, en representación del rector de la Universidad Internacional de Cataluña, ha recordado el papel, también positivo que tuvo la universidad en el 68, y ha hecho un llamamiento a implicarnos hoy en la transformación integral de los alumnos para que puedan transformar la sociedad. "Vienen buscando una buena vida y nosotros tenemos la obligación de darles las claves para una vida buena", ha explicado. Por su parte, José Manuel Pagán, rector de la Universidad Católica de Valencia, ha pedido que “no perdamos ni un minuto más de lo imprescindible en tareas burocráticas, porque el centro es el alumno que llama a la puerta de nuestro despacho”. Alfonso Bullón de Mendoza, en representación de la Universidad San Pablo-CEU, de Madrid, ha parafraseado a Ortega y Gasset para recordar la importancia de las Humanidades, porque “de poco sirve si alcanzamos la excelencia técnica y fracasamos en formar personas”. Por último, Daniel Sada, rector de la UFV, ha dicho que “tenemos una Universidad entre las manos para estar en la frontera, en las periferias de la cultura, para ser revolucionarios. Tenemos que convertirnos en bombas difusoras del bien”.

En la tarde de ayer tuvo lugar un diálogo judeo-cristiano sobre “El hombre y la mujer en el proyecto de Dios” en el que participaron Francesco Giosuè Voltaggio, rector del Seminario Redemptoris Mater de Galilea; David Hatchwell, presidente de la Fundación Hipano-Judía; y Wael Farouq, profesor de Lengua y Cultura Árabe, de la Università Cattolica del Sacro Cuore de Milán en el que han tratado de rescatar lo bueno que hubo en el 68, los anhelos de paz, justicia, libertad. Finalmente han concluido que “aunque erraran en el blanco, aquellos jóvenes no querían conformarse. De hecho, hay que aprovecharlo y hacer una revolución en positivo, la revolución del corazón”.

A continuación, una mesa redonda moderada por José Ángel Agejas, profesor titular de Ética de la Universidad Francisco de Vitoria, sobre “Una alianza con la persona”, en la que María Lacalle, profesora titular de Filosofía del Derecho de la Universidad Francisco de Vitoria y presidenta del Congreso explicó que “la diferencia sexual es relevante socialmente y debe ser reconocida y protegida desde la política”. Ángel Barahona, director del Departamento de Humanidades de la UFV, ha indicado que “del 68 hemos heredado una guerra fría moral. El sacramento del matrimonio es un caminar permanente sobre las brasas, siempre está amenazado de ruina porque respeta las libertades de los hombres”. “Aprender a morir en otro, volver a empezar como si todo fuera nuevo cada día, con el modelo del amor de Dios y la ayuda de la Iglesia, es el camino de la reconciliación, que es lo que le podemos ofrecer a un mundo en ruinas”, ha añadido. El último interviniente, Xosé Manuel Domínguez, director del Instituto da Familia en Orense, ha hecho una propuesta personalista como antítesis al nihilismo heredado y que se ha instalado entre nosotros como una postmodernidad desilusionada. “Estamos llamados a soñar en grande, a transformarnos personalmente y al mismo tiempo a transformar las estructuras sociales”, ha explicado.

Por la tarde se organizaron diferentes talleres sobre experiencias de acompañamiento en temas sobre naprotecnología, atención a personas separadas, crisis matrimoniales, sanar las heridas, atención a víctimas de abusos sexuales y sobre adicciones a las drogas, a la pornografía y a las TIC, que contó con una gran participación de asistentes, en su mayoría profesionales que trabajan con jóvenes y que han visto cómo en los últimos años han crecido exponencialmente este tipo de adicciones.

La mañana del último día ha comenzado con una conferencia sobre la belleza impartida por el P. José Granados, vice-presidente del Pontificio Instituto Teologico Giovanni Paolo II per le Sciencze del Matrimonio e della Famiglia en la Pontificia Università Lateranense en Roma, que ha presentado la propuesta cristiana durante estos 50 años desde mayo del 68, con raíces en la encíclica Humanae Vitae y en la teología del cuerpo de san Juan Pablo II. "Podemos acudir a la belleza, que se manifiesta en el cuerpo humano. Si buscamos simplemente el placer, ni siquiera lo encontraremos. La propuesta cristiana es, sin embargo, integral cuando apuesta por el cuerpo como lugar de salvación, cuando apuesta por la virtud de la castidad, donde se unen instinto, afectividad, inteligencia y voluntad. La belleza salvará el mundo - ha apuntado, citando a Dostoievski-; la belleza que es la verdad y el bien que se han hecho carne; la belleza máxima que está en Cristo resucitado", ha finalizado Granados.

A continuación, ha tenido lugar una mesa redonda sobre educación y acompañamiento en la que Nieves González, directora del Instituto Desarrollo y Persona de la Universidad Francisco de Vitoria, que ha presentado el Centro de Atención Integral a las Familias" (UFV), a la que ha denominado como "una familia para las familias" que ha realizado más de 3.000 intervenciones en 3 años de existencia y ha apuntado que "para un niño la verdad es amor. La falta de amor en la infancia, o privar a los hijos del lugar que les corresponde para que primen los intereses de otras personas, producen heridas en el corazón, recelos y temores que en el futuro hacen a las personas más vulnerables ante el poder". Tugdual Derville, delegado general de la Asociación Alliance VITA de París ha presentado "la familia como un ecosistema que hay que proteger, como la primera estructura política que hay que defender y como fuente de prosperidad que hay que fomentar. Para nuestro tiempo líquido la mejor propuesta es una familia estable, un oasis de amor y de verdad que nos permite volver a tejer la sociedad rota". La última en intervenir ha sido Sonia González, profesora de Humanidades de la Universidad Francisco de Vitoria que ha comentado que "no podemos crecer sin ser acompañados y sin acompañar a otros. No hay acompañamiento verdadero sin crecimiento".

Aunque en los próximos meses, de manera más reposada, se publicará un libro y se irán difundiendo vídeos sobre el contenido del Congreso, a modo de primeras conclusiones el Rector de la Universidad Francisco de Vitoria, Daniel Sada, ha pedido que seamos capaces de descriminalizar la discrepancia, de seguir buscando lugares para poder hablar de estas cuestiones esenciales; capaces también no solo de hablar, sino de saber escuchar mejor, de saber generar hambre, de tener alimento que dar y de generar asimismo comunión para poder trabajar juntos en el futuro.