REDACCIÓN - El Vaticano informó este sábado que el Papa Francisco, de 88 años, mantiene un cuadro médico "complejo pero estable" tras casi tres semanas de internación en el Hospital Gemelli de Roma, donde se recupera de una afección respiratoria. Según fuentes oficiales, el sumo pontífice recibe alternativamente ventilación mecánica y oxígeno de alto flujo, aunque no ha registrado fiebre ni nuevos episodios de broncoespasmo.

Aunque su recuento de glóbulos blancos se mantiene bajo —lo que sugiere un control sobre posibles infecciones—, los médicos han recomendado precaución para evitar recaídas. Pese a ello, el líder católico se encuentra de buen ánimo, con capacidad para caminar, alimentarse y moverse con relativa normalidad. Fuentes cercanas al entorno papal destacaron que, aunque inicialmente planeaba retomar actividades administrativas este fin de semana, optó por priorizar el reposo bajo supervisión médica.

El equipo sanitario del Gemelli, hospital de referencia para la Santa Sede, monitorea de cerca su evolución. Aunque no se ha especificado una fecha de alta, se insiste en que su progreso es "lento pero constante". Esta internación marca el tercer ingreso del Papa en este centro desde su elección en 2013, recordando su cirugía de colon en 2021 y una infección respiratoria en marzo pasado.

El Vaticano reiteró que se brindarán actualizaciones oficiales ante cualquier cambio relevante, subrayando la transparencia en el manejo de la situación del pontífice, cuya agenda pública permanece suspendida hasta nuevo aviso.

(28/02) EL PAPA FRANCISCO SUFRE COMPLICACIONES RESPIRATORIAS — El Vaticano confirmó este viernes que el Papa Francisco experimentó un deterioro en su salud debido a complicaciones derivadas de un broncoespasmo, que le ocasionó vómitos y dificultades para respirar. Tras el incidente, el Papa fue sometido a ventilación no invasiva, método que, según fuentes oficiales, ha arrojado resultados positivos en su recuperación inicial. Actualmente, el pontífice utiliza una mascarilla que cubre nariz y boca para facilitar su respiración, aunque se descartó la necesidad de intubación.

A pesar de mantenerse "alertado y orientado" durante el día, según el comunicado vaticano, especialistas médicos advierten que su condición aún requiere evaluación exhaustiva para determinar el impacto del último episodio. El Papa, de 88 años, permanece hospitalizado en el Hospital Gemelli de Roma desde el 14 de febrero, tras ser diagnosticado con neumonía bilateral, patología que generó una crisis respiratoria catalogada como crítica.

Antes del reciente episodio, Francisco dedicó la mañana a sesiones de fisioterapia respiratoria, oración y recepción de la Eucaristía. No es la primera vez que su salud se ve comprometida durante su internamiento: el sábado pasado enfrentó un evento "aislado" de tos y vómitos, seguido de dificultades para respirar. Su historial médico —que incluye la extirpación parcial de un pulmón en su juventud debido a pleuresía— lo hace particularmente vulnerable a infecciones pulmonares recurrentes.

Pese a su delicado estado, el Papa mantiene una comunicación simbólica con los fieles. Este viernes, envió un mensaje reflexivo con motivo del inicio de la Cuaresma desde su habitación hospitalaria, subrayando su compromiso espiritual incluso en circunstancias adversas.

Con más de una década como líder de la Iglesia Católica, Francisco ha enfrentado múltiples desafíos de salud en los últimos años, incluyendo problemas de movilidad y hospitalizaciones previas. Su actual cuadro, agravado por la edad, mantiene en alerta a la comunidad católica global, que sigue de cerca cada actualización sobre su condición.

El equipo médico del Gemelli continúa monitoreando su evolución, mientras el Vaticano reitera su llamado a la prudencia ante especulaciones, enfatizando que toda información oficial será compartida mediante canales institucionales.