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NOVIEMBRE 2012  /  DEPORTES

La clave del éxito de los Hnos. Oca

17-02-2015 7:25 p.m.

Tres o cinco minutos antes de cada entrenamiento, hay que preparar la mente para mejorar el rendimiento del cuerpo y conseguir el equilibrio. Estas son algunos de los consejos que le dio Javier Oca (jefe de estudios del Liceo Sorolla) a su hermano Miky (seleccionador nacional del equipo de waterpolo femenino). Receta que el seleccionador aplicó con sus jugadoras en Londres 2012. El resultado ha sido espectacular: plata olímpica

Desde el punto de vista del cerebro lo recomendable es trabajar el equilibrio, “que es el que se va a encargar de que las chicas piensen mejor. ¿Cómo? Haciendo ejercicios de equilibrio durante dos o tres minutos antes del entrenamiento o el partido”, afirma Javier Ocaña, jefe de estudios del colegio Liceo Sorolla, durante la explicación a su hermano –Miky Ocaña, seleccionador nacional del equipo femenino de waterpolo–. Dice que  “así se consigue una mejor actividad física”.

En la conversación, los dos hermanos interactúan gesticulando y llevando a cabo –más el profe que el entrenador– lo que se van contando. En ese momento es cuando Miky le pregunta si esos ejercicios se pueden hacer de una forma distinta, que no fuese tan mecánica. “Se puede y se debe”, asegura Javier. Pues dicho y hecho: en la concentración de Londres, el trabajo realizado por Miky, que dio tan buenos resultados, se basó mucho en la aplicación de los consejos incluidos en el estudio Hidratación, Equilibrio, Respiración y Atención (HERA) que el colegio de Pozuelo de Alarcón está realizando con la Universidad Complutense. Técnicas y ejercicios que combinó entre sí para lograr una velocidad de reacción mayor en las deportistas.

Esto hay que unirlo a la hidratación, que “es clave en la preparación física y mental. Hay que hacerlo en intervalos regulares”, añade Javier a preguntas de Miky, quien asegura que “sistemáticamente, antes de empezar a entrenar, hacíamos estos ejercicios. Lo hacíamos con más alegría, ya que las chicas eran más receptivas”. Continúa asegurando que “te puedes divertir entrenando como lo hacían las chicas, que estaban horas dejándose la piel. El que te diviertas no significa que no hagas nada. Ellas sabían por qué y lo consiguieron”.

La actitud es fundamental

“El proceso da una orientación clave de por dónde va a ir el entrenamiento. Si lo haces, esos tres o cinco minutos, encaminas positivamente el trabajo. No es tanto el tiempo le que dedicas, sino dónde te va a llevar”, señala Miky. “La diferencia de dónde te lleva el camino es enorme”, concluye.

Ambos explican que es necesaria la disponibilidad absoluta de mente y cuerpo para poner en práctica lo que ya sabes, para conseguir el éxito. Cerebro, cuerpo, emoción y pensamiento. Esas son las bases que Miky usan con sus jugadoras, “quienes entrenan mejor con estos métodos”.

Distintas técnicas, distintos métodos

“A día de hoy, según mi experiencia, se trabaja en el waterpolo la parte técnica, física y táctica, dejando un poco más de lado la parte personal y emocional, a las que hemos dado mayor protagonismo. ¿Cómo? Gracias a la neurociencia”, asegura Miky. Su hermano Javier, añade cómo uno de los participantes en el estudio, Tomás Ortíz, catedrático de la Universidad Complutense, señala que “hacer equilibrios antes del entrenamiento puede suponer entre un cinco y un diez por ciento de mejora del rendimiento de la persona”.

Nueva forma de visualizar los vídeos

Ahora están con otro proyecto, que es desarrollar una nueva técnica en la visualización de vídeos. Tradicionalmente se ve el partido del día anterior en grupo y analizan y comentan las jugadas más importantes. La nueva fórmula es ver sólo un determinado número de mensajes ya que, según la neurociencia, el cerebro actúa mejor sin sobresaturación de información.

En este momento es cuando hay que dejar la entrevista. El jefe de estudios hace sonar el timbre para avisar del cambio de clases. En los pasillos, los chicos reconocen a Miky Oca y el algarabío es impresionante. Solo se tranquilizan cuando entra en una clase para firmar autógrafos, dar algunos consejos y hacerse la foto de rigor. Y es que no todos los días se conoce a un medallista olímpico.