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La Asociación Deporte y Arte Solidario promueve proyectos de desarrollo en sitios de pobreza extrema. El pasado mes organizó un evento deportivo en el colegio Liceo Sorolla con gran asistencia y muy buenos resultados
Pablo Bohórquez volvió el pasado año de su visita anual a El Chad. Y tuvo que ser ingresado. No sabía la causa, pero estuvo casi cuatro semanas en el hospital. Él es cirujano oftalmólogo y regresaba de su trabajo como colaborador en la Asociación Deporte y Salud que preside. Allí lo único que busca ayudar a los más necesitados. Lo hace llevando el dinero que recauda en cada uno de los eventos que realiza en España. Ahora, ya recuperado del virus que le postró en la cama, vuelve a afrontar nuevos retos para llevar recursos a esa zona del mundo.
Se siente orgulloso porque su asociación destina el 100 por 100 de lo que recauda a realizar proyectos allí. “Con cualquier fundación o asociación con la que he trabajado, solo repercutía un 70 u 80 por ciento por cada euro que se destinaba. La suerte que tenemos con Deporte y Arte Solidario es que cada euro que destinamos llega limpio, e incluso se multiplica por los resultados que consigue”, nos comenta Pablo orgulloso.
Hoy es un día caluroso y el Liceo Sorolla está lleno de padres que acompañan a sus hijos en una jornada destinada a recaudar fondos para que esta asociación pueda seguir construyendo pozos de agua en una de las zonas más conflictivas del mundo: El Chad. La entrevista hay que interrumpirla, ya que Pablo tiene que participar en los juegos programados con su hijo y que ameniza el gran Fernando Romay.
Son muchas las actividades que estaban programadas ese día y nos encontrábamos a muchos jóvenes con sus padres implicados por la causa y comprando todo lo que había por el beneficio que ello implica. Pablo nos lo deja claro después de regresar de tirar a canasta con su pequeño: “nos dedicamos a ayudar a dotar hospitales de caridad y a la construcción de huertos-escuela, pozos de agua e instalaciones deportivas en los que además de enseñar auto-sostenibilidad, ayudamos al desarrollo de un tejido social más digno mediante la creación de microempresas”.
Pablo incide en una de las cosas que para él tienen más importancia en todas las organizaciones que ayudan a los países del Tercer Mundo. “Nosotros hemos conseguido eliminar todo tipo de burocracia. El dinero que enviamos se invierte en su totalidad en el desarrollo de los proyectos y conseguimos cumplirlos siempre”, insiste mientras corre detrás de su hijo para participar en otro de los juegos que están programados. Mientras, vemos que son muchas las familias que han acudido a este evento deportivo que llena las instalaciones del Liceo Sorolla. Que todas están concienciadas en el proyecto y que participan en las numerosas actividades.
Pablo regresa con nosotros para comentarnos que ya tiene proyectado su viaje para el próximo año, sobre el mes de enero, a El Chad. Ahora toca despedir a los deportistas que han colaborado con la causa y desearles que regresen el año que viene porque hay que seguir mostrando la cara bonita de las cosas.
10-10-2022 8 a.m.
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