Para el periodista Juan Ramón Lucas, “momentos gratos hay muchos”. Los mejores momentos del día afirma que son “los de la sección de humor del programa” que dirige actualmente en Radio Nacional de España (RNE), el magacín En días como hoy. “No reviso los textos, porque no quiero tener ninguna tentación de censura. Y me entero al mismo tiempo que los oyentes”, señala, y añade que “todos los encuentros con los oyentes son gratos, por inesperados”.

Cuenta que, cuando mataron al grupo de jesuitas españoles en El Salvador, en 1989, le enviaron a cubrir el funeral. “Allí estaba la guerrilla y lo que me encontré es que la gente está más implicada de lo que tú puedes contar en un medio. Desde entonces sigo pendiente de la gente, que son los verdaderos protagonistas de la noticia”. Para este periodista, el peor momento que ha pasado fue cuando tuvo que contar la noticia del asesinato del concejal del PP en el País Vasco Miguel Ángel Blanco. “Me involucré y lo pasé bastante mal”, recuerda.

Una profesión en mal estado

Entre unos y otros episodios, buenos y malos, a Juan Ramón Lucas le ha dado tiempo para analizar la profesión y asegura que “lo más importante es que el periodista debe saber cuál es el pulso de la calle. Debe prestar atención a lo que ocurre en la calle. Hoy en día, en estos tiempos de crisis, hay que ver, aprender y escuchar. Son muchos los actores que hay en la noticia y hay que saber cómo contarla”.

“La profesión está mal. Hay un 50% de paro de gente que estaba trabajando, no que quiera trabajar. Falta sitio donde los periodistas puedan trabajar, pero sobra información”, señala paradógicamente. Lucas culpa de parte de esto a varios factores como internet, ya que “allí la información no está siempre manejada por profesionales de la información”. O al hecho de que “hay profesionales que trabajan muchas horas y cobran poco”, o que “la profesión está siendo asaltada por todo tipo de amateurs que cuentan cosas sin contrastar”.

Un privilegiado

“Yo tengo el privilegio de estar en una posición muy buena, ya que estoy trabajando”, reconoce y añade que “hay que hacer las cosas bien y contar las cosas como son, aunque esto puede ser muy delicado y a alguno [en referencia a los periodistas] le puede dar miedo”. Para ello, insiste en que hay que estar atento a lo que ocurre de verdad para poder contarlo.

Ahora, con el cambio de Gobierno y, como casi todos los veranos, empieza el baile de fichajes en los medios. Él es uno de los que están en todas las quinielas. Aunque no tiene nada sobre su mesa, hay distintos rumores que lo colocan desde en el puesto en el que está en RNE, hasta en la SER o como sustituto de Ana Pastor al frente de Los Desayunos de la 1, entre otros.

“Tengo compañeros que no saben de qué pie cojeo”.

Juan Ramón Lucas habla de la pluralidad del ente público RTVE asegurando que cuando llegó a RNE “todos los partidos hablaban de pluralidad, algo que es una obligación. Yo tengo que ser muy cuidadoso con eso, ya que me pagan con los impuestos de los ciudadanos. Es verdad que puedo tener más simpatía por unos que por otros, pero siempre tengo que dar el micrófono a todas las opciones. El oyente tiene que sentir que esa radio es suya”. Señala que, aunque él no tiene “ninguna sola instrucción política en una dirección u otra, tiene dudas de que en otros tiempos se pudiera trabajar con libertad. Lo que hay que hacer es desvestir de ideología a la información en el Ente Público. Si hasta tengo compañeros que no saben de qué pie cojeo”, remarca.

Una persona comprometida

A lo largo de toda la entrevista hay una palabra que se repite: compromiso. En todo. Lucas aporta su imagen a casi todo lo que le piden. “Solo digo que no cuando no tengo tiempo”. Es una cara solidaria que también lo hemos visto en luchas contra las injusticias. Una de ellas es la iniciativa de Pablo Herreros ‘No más crimen pagado en TV’, una iniciativa que persigue que los delincuentes y su entorno hagan negocio por acudir a platós de televisión. “No se puede permitir hacer una entrevista así” [en referencia a la que se realizó a la madre de el Cuco, implicado en el caso Marta del Castillo], nos dice. Continúa señalando que “el que hace la pregunta no es el periodista. Se está prostituyendo el nombre del periodismo con este tipo de programas en los que se da morbo a los ciudadanos. Eso no es periodismo, es otra forma de negocio”.

Otro de los sitios donde se ve a este periodista comprometido es en la Fundación Sandra Ibarra, que lucha contra el cáncer, en la que está desde su génesis ayudando a su pareja (Sandra Ibarra) en su creación y el día a día. “Ella ha conseguido poner en marcha cosas en que antes no eran posibles. A través de la Fundación canalizamos aportaciones económicas para desarrollar proyectos con la colaboración de socios”, asegura. Con ello, financian becas de investigación de cáncer.

En Pozuelo se está bien

Una de los motivos para venirse de Boadilla del Monte (donde antes residía) a Pozuelo de Alarcón, hace siete años, es la cercanía a todo y “las ganas de estar en un pueblo en el que se está bien. No quiero ser pelota, así que no lo seré, pero no tengo ninguna queja. Lo que se paga en impuestos, lo recibes con una gran oferta cultural o deportiva. Hay cines, restaurantes... Además, mi trabajo está al lado”, nos dice para terminar asegurando que en la medida que pueda sí le gustaría participar en algo de compromiso social en el municipio.