Se autodefine como “Un tipo muy normal” pero lleva más de veinte años en la televisión y para ello hay que estar fuera de la norma y tener un punto extraordinario, sobre todo en lo que él destaca: el entretenimiento en todas sus variantes. Nos recibe en un edificio histórico: Torrespaña, casi su casa junto con los Estudios de Prado del Rey de RTVE en Pozuelo, en los que estuvo trabajando a diario casi diez años. Es un tipo grande, no sólo en estatura sino en sus ideas, que no se pone límites, más bien metas, y ama lo que hace. Con cada frase se nota que su trabajo le apasiona. Escucharle es un placer para nosotros pues ha trabajado con los principales periodistas de este país y eso se le ha quedado muy dentro. Puede hacerte reír y pensar en la misma frase. Es una mente inquieta que disfruta con su trabajo y con sus compañeros. Siente la profesión como un privilegio y eso transmite al escucharle.

-¿Cuál es la faceta que más te gusta mostrar: presentador, entrevistador o director?

A mí lo que más me gusta es contar cosas y si al contarlas consigo dibujar una sonrisa en la cara de alguien me doy por súper-satisfecho. No hay nada mejor que saber que has estado haciendo algo y que hay alguien al otro lado que acaba sonriendo con lo que tú has dicho. Para mí eso es el trabajo totalmente conseguido.

-Si volvieras a empezar tu trayectoria, ¿Qué experiencias profesionales guardarías sin ninguna duda?

Mi primer día de radio, tanto a nivel local como nacional, el primer día de entrar en un plató, ya como guionista, con una misión concreta en el programa de Carlos Herrera, y el primer día que hice pantalla, que fue en Canal Sur….

-Por la mañana cuando te despiertas, ¿Qué es lo primero que te viene a la cabeza? ¿Ya estás pensando en trabajo y preparando el programa?

No… Yo soy un tipo que oye mucha radio, que ve la tele (no tanto como me gustaría)… Cuando me levanto pongo la radio y si es verdad que si oigo algo que tenga que ver con el curro, ya ahí mi cabeza empieza a funcionar.

-Desde Crónicas Marcianas, pasando por la Mañana de la 1, y toda tu trayectoria, habrás visto muchas cosas. Es el momento de contarnos algo que no hayas podido olvidar.

Anécdotas divertidas, hay un montón de la época de C. Marcianas, personal dura, recuerdo el fallecimiento de mi mejor amigo a un minuto de empezar…

También me impactó mucho el estar trabajando con Carmina Ordóñez un día y que al día siguiente hubiera fallecido. Era una mujer, a pesar de todas sus luces y sus sombras, que en las distancias cortas se hacía querer. Después de 25 años hay momentos de todo.

-Volviendo a la actualidad, Estudio Estadio ¿Qué significa para ti estar en el programa de referencia para los aficionados del fútbol?

Un privilegio. Jesús Álvarez fue la persona que me llamó hace cuatro años. Fui muy honesto, le dije que yo de fútbol no entendía como para estar en Estudio Estadio y él me dijo: “No, no, yo ya tengo mucha gente que sepa de fútbol, necesito alguien que cuente las cosas de otra manera, sin ser un experto en fútbol”. Al final tratamos de definir, y conseguimos llegar a ese punto en el que con la excusa de poner un vídeo relacionado con el fútbol, hagamos entretenimiento. Es un privilegio estar en esta casa, lo digo desde el primer día que entré.

-Está claro que tú pones la parte más divertida del programa pero, ¿Qué has aprendido de tus compañeros?

Del director de programa, que es Juan Carlos Rivero, he aprendido la capacidad de trabajo. Es capaz de dirigir un programa con opiniones encontradas, que conduce con total solvencia. Sobre todo he descubierto que hay gente que controla mucho de fútbol, personas muy bien informadas, que hablan con jugadores casi a diario o con el presidente actual del Real Madrid.

Todos los que venimos a Estudio Estadio sentimos pasión por lo que hacemos.

-Has estado varios años yendo a Pozuelo a diario a los Estudios de Prado del Rey ¿Por qué no te has quedado a vivir en nuestra localidad?

Televisión Española tiene dos centros de producción como todo el mundo sabe. Nunca he tenido claro si iba a estar en uno o en otro y finalmente intentas quedarte en el medio.

He ido a diario durante muchísimos años a Pozuelo. Es una alegría salir y encontrarte Urrechu o los centros comerciales tanto Zoco Pozuelo como Zielo. Pozuelo tiene desde sitios donde comer, tomarte una copa, gimnasios…  es muy agradable para vivir y yo no me he quedado porque este trabajo es así y nunca sabes cuando aciertas.

Aunque vivas entre Madrid, Málaga y Sevilla, eres malagueño. Para “#Somos Málaga”- tu idea, dirección y guión originales- has dirigido a tantos amigos y compañeros como Antonio Banderas , Dani Rovira, Pablo Alborán, Maria Teresa Campos… en un vídeo que muestra las excelencias que tiene tu tierra al ritmo de la música de Timmy Ropero.

-De todos ellos, ¿Quién te lo ha puesto más complicado en el rodaje? Además, cuéntanos alguna anécdota que quieras destacar.

El vídeo “Somos Málaga” es una idea que se me ocurre en la ducha hace muchos años. Málaga es una ciudad que ahora está muy bonita: con el puerto abierto, con el Muelle1, el Museo Thyssen, el Museo Picasso, el Pompidou, es decir, la ciudad de los museos abierta al mar como digo. Todos los vídeos turísticos son casi iguales. Para buscar un elemento diferenciador, pensé: lo que hay que hacer es poner en cada uno de esos rincones a malagueños conocidos. Ninguno me lo ha puesto especialmente difícil. Lo único de lo que dependíamos era de las agendas. Todo el mundo piensa que la agenda más complicada es la de Antonio Banderas y no, la más complicada es la de Miguel Ángel Jiménez, que es un jugador de golf profesional que sabe cuando va pero no cuando viene. Para mí, fuera de los platós, “Somos Málaga” ha sido la experiencia más bonita.

-¿Tienes algún nuevo proyecto entre manos?

Sí, siempre hay uno: Algunos van saliendo, otros están en proceso de… Hay algún pueblo de Málaga que me ha dicho: Oye tenemos que hablar, a ver si me haces un vídeo así… pero tengo cosas tanto dentro de la tele como fuera pero con la tranquilidad de que ahora mismo estás currando. Yo soy una mente inquieta. Me encantaría hacer radio, que desde hace ya un tiempo la tengo un poco dejada… siento pasión por mí trabajo.

-Respecto a que eres muy activo en redes sociales y tus vídeos cuentan con gran multitud de seguidores ¿Cuál es la clave que guardas para divertir tanto a la gente y al mismo tiempo se te tome en serio como el profesional que eres?

Al final es un poco ser tú. El otro día un buen representante me decía “Tú llevas veintitantos años en la tele, pero además llevas veintitantos años siendo tú”. Si pones una cámara aquí y nos vieras trabajando en la Redacción, hago las mismas tonterías aquí que las que  ves en redes sociales. No soy esclavo de las redes sociales.

-Compañeros tuyos de Televisión Española como Juan Ramón Lucas y Ramón García han sido portada de Pozuelo IN. Ya que sólo has sido de Pozuelo por adopción ¿Para ti que significa ser IN?

Para mi ser IN es ser uno mismo y tratar a las personas con normalidad.  A Juanra le tengo mucho cariño porque yo estaba sin curro, había terminado la parte mía de corazón en Tele5, no quería hacer más corazón… le llamé y le dije “Vamos a hacer algo…” Ser IN es ser tú, estar cerca de la gente que te hace sentirte bien y poco más.

-¿Qué proyecto te falta por realizar para ser feliz del todo?

Ahora mismo sería injusto que yo pidiera más. Profesionalmente, hay mucha gente de nuestro sector que lo está pasando mal. Claro que me gustaría presentar un concursito o una cosa así más divertidilla… Me encantaría pero entiendo que estoy en donde estoy, en una televisión que me ha dado mucho, a la que yo también le debo mucho porque he crecido aquí profesionalmente y yo estaría haciendo Estudio Estadio toda mi vida.

-¿Cómo quieres que acabemos esta entrevista? Despídela tu mismo.

Quiero que te vayas con la sensación, ojalá lo haya conseguido, de que has hablado con un tipo normal. Todos los que salimos en televisión tenemos una pedrada dada porque si no, no es normal, no nos pondríamos ahí. Esto es un trabajo que fundamentalmente lo que tiene es que gustarte mucho y tener la intención de aprender cada día.   Ω