REDACCIÓN - Al medio centenar de personas que hasta el mediodía de ayer había registrado el personal de Accem, la ONG que gestiona el centro, se han unido otras 51 que llegaron por la tarde en un autobús, en el que principalmente viajaban mujeres y niños y algún hombre joven.

"Está todo ya en marcha", ha asegurado el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, que este viernes visitó las instalaciones habilitadas en lo que era un centro de formación permanente de la Seguridad Social, con habitaciones -para alojar a funcionarios- para 400 personas y en donde se calcula que al día se tramite la llegada de unos 450 ucranianos.

En declaraciones a los medios tras su visita, Escrivá ha remarcado el "esfuerzo enorme" que se ha hecho para dar a estas personas una acogida "lo más rápido posible" y ha recordado que una vez se documenten se les da "prácticamente de forma inmediata" el permiso de residencia y de trabajo en aplicación de la directiva europea de protección temporal.

"Se les está entrevistando para conocer todas sus necesidades, sus aspiraciones y poder reconducirlos a los centros de acogida más adecuados para ellos", ha explicado el ministro, que ha cifrado en "algo más de mil" los ucranianos acogidos dentro del sistema estatal, aunque "hay muchos más" que están llegando directamente a redes de familiares.

"Algunos sólo están viniendo a documentarse porque ya están en la red de acogida", ha incidido Escrivá tras hacer hincapié en que estos grandes centros de recepción -para los de Alicante y Barcelona estudian "diferentes alternativas"- son lugares "transitorios" para una primera acogida de emergencia y tramitar la documentación.

Niños con cáncer

Al Centro de Pozuelo también estaba prevista la llegada ayer de los 30 niños con cáncer y sus familiares (45) que viajan en un avión fletado por Defensa desde Polonia para continuar su tratamiento en España, ha informado el ministro.

El martes se pidió auxilio y en apenas tres días se ha puesto en funcionamiento un complejo dispositivo logístico y sanitario para hacer posible la llegada este viernes a España, procedente de Cracovia (Polonia), de una treintena de niños con cáncer junto a sus familias, para ser atendidos y acogidos por varios hospitales en los podrán continuar con sus tratamientos.

La demanda partió de la Sociedad Española de Hematología y de Oncología Pediátricas (SEHOP) que había recibido a su vez una llamada de socorro procedente de sus homólogos a nivel internacional (SIOP), preocupados por la situación que atraviesan los pacientes tras la invasión de Rusia.

En medio del horror de la guerra hay personas especialmente vulnerables a la precariedad. Para un niño con cáncer interrumpir su tratamiento aunque solo sea por unos días supone asumir un riesgo alto, porque la velocidad de reproducción de las células cancerígenas es mucho mayor a edades tempranas. Hacía falta, por tanto, un avión medicalizado para hacer el traslado y coordinar la logística para reubicar a los evacuados en el menor tiempo posible.

Algunas asociaciones de familiares de niños con cáncer como la Fundación Aladina, la Asociación Infantil Oncológica de Madrid (Asiom) o la Asociación Pablo Ugarte, se pusieron enseguida manos a la obra para agilizar todo el proceso. Y la respuesta de la ministra, Margarita Robles, poniendo al Ejército al servicio de la operación, les llegó enseguida. "Tenemos el avión", se repitió una y otra vez en los mensajes que los promotores de la iniciativa se reenviaron con entusiasmo a lo largo del martes.

Se espera que, a lo largo de los próximos días, puedan llegar otros tres grupos de niños, que serían atendidos respectivamente en Barcelona, Valencia y Alicante y Sevilla. En total España podría recibir en torno a un centenar de niños con cáncer.

Sobre la posibilidad de ayudar en la evacuación de Ucrania de niños huérfanos, Escrivá ha dicho que, "con buen juicio", las autoridades ucranianas han pedido ser "muy cautelosos y asegurar la máxima protección": "probablemente sea lo mas razonable en la medida en que haya otras alternativas", ha opinado.

No obstante, ha aseverado que el Gobierno trabaja para "institucionalizar a nivel europeo llegadas más organizadas", y se ha referido a la situación "particular" de Moldavia, un país muy pequeño y "muy pobre", con 2,5 millones de habitantes al que han entrado ya 250.000 desplazados.