Patricia Betancort (Las Palmas, 1969), es periodista, escritora y vecina de Pozuelo de Alarcón desde hace más de 30 años.  Entre sus labores televisivas, acaba de publicar su segunda novela: “Cartas cruzadas desde Manila”, una historia de amor, pasión y drama que pervierte las fronteras de la verdad y la ficción con total delicadeza. Y llegó a Pozuelo IN y allí se confesó.

—Esta obra la encuadras en el género romántico. ¿Qué es para ti el romanticismo?

Para mí son sentimientos de mi adolescencia. El movimiento histórico del romanticismo me embaucó. Todos los escritores y escritoras del siglo XIX me estremecieron, tanto en libro como en películas. El romanticismo va más allá de la pasión del amor, mucho más. Es una actitud ante la vida, un tipo especial de emoción por vivir.

—¿Ese juego con el relato trufado de ficción y realidad tiene algo que ver con tu oficio de periodista?

La huella de mi profesión se nota más en “Cartas cruzadas desde Manila”. Pero no hay deformación profesional, solo interés en contar una historia que vuela entre las tinieblas de la verdad y la ficción. 

—¿Has salido muy contenta con tu obra “Cartas cruzadas desde Manila?

Muy contenta. Me gusta escribir, y sobre todo la acogida que ha tenido, y los comentarios sobre las historias hiladas, con sus secretos, de Valentina y Bárbara. En esta segunda novela Esstudio Ediciones ha confiado en mi.  

—¿Cuáles son tus referencias literarias?

Ufff!! Muchísimos. Kate Morton, Danielle Steel, Isabel Allende, Juan Gómez-Jurado, Elena Ferrante…. Me gusta leer de todo, incluso novelas de adolescente. Me gusta todo lo que te aporte y te enseñe, porque para escribir bien hay que leer mucho.  

—Tienes tu trabajo en televisión, además de tus labores particulares, ¿Cuál es tu rutina para escribir?

Me voy organizando. Soy alondra y me levanto a las seis de la mañana, te espabilas con un café y dedico tiempo a la lectura y a la escritura. Cuestion de disciplina. No deja de ser un trabajo con la dedicación que requiere. Otras veces, cuando estoy un poco nublada, me voy a dar un paseo por el retiro, o por nuestros parques, que son preciosos, como Adolfo Suarez, por ejemplo, o a una cafetería y a veces vienen las ideas. Le dedico 4 horas a escribir, luego, lo más complicado son las correcciones. Hay que repasar y estar atento a lo que has escrito. Al final es cuestión de disciplina.

—Has hecho televisión durante más de 35 años, ¿ahora que elegirías la televisión o la literatura?

Es difícil, yo sigo viviendo de mi oficio de periodista, de mi televisión y eventos corporativos, y con varios proyectos sobre la mesa de prensa escrita y radio, de lo que creo que sé hacer mejor. Yo no me considero escritora. Desde la humildad, me parece que me queda grande. Y desde la humildad he escrito dos novelas que han sido un reto literario, con mucho trabajo, esfuerzo y disciplina. Soy escritora porque llevo dos novelas escritas, pero me da mucho respeto esa palabra, pues soy una aprendiz y hay muchos escritores con talento... y ahora mucho más, que sé lo difícil que es ponerse ante un folio en blanco y plasmar historias. 

—¿Cómo definirías tu experiencia en el mundo de la televisión?

Intento quedarme con lo positivo de mi experiencia de más de 35 años, donde he tenido la oportunidad de hacer muchos formatos: informativos, entretenimiento,... Y está claro que el camino recorrido es gracias a las oportunidades que he tenido en esta profesión. Pero ya sabes Germán, hay momentos de sequía y hay que reinventarse y seguir persiguiendo los sueños laborales.

—Vivimos tiempos extraños, sobre todo en cuanto a la relación del hombre y la mujer. ¿Cuál es tu postura ante esta nueva corriente feminista? 

Opino en silencio.

—¿Y en estos tiempos que vivimos crees que el hombre ha pasado a un segundo plano en este juego de la vida y las relaciones?  

Ya sé que no puedes resistir como periodista que no te respondan a tus preguntas, pero yo en esos temas no me quiero meter., si no te importa.

—¿Cómo seria tu hombre ideal que te sedujera?

Depende de cada etapa de la vida. Para mi "pareja ideal" es sinónimo de estabilidad emocional, de compañero de vida... con todo lo que implica la palabra compartir.  

—Estudiaste Arte dramático, en algún momento pensaste en ser actriz?

Pues no, me apunté a clases de interpretación porque era un momento en que me quedé sin trabajo y necesitaba ocupar mi tiempo. Pero creo que lo que buscaba eran herramientas para cuando me tuviera que subir a un escenario o estar en un plató sentirme más segura. Pero nunca me planteé ser actriz.

—Vives en Pozuelo desde hace casi 30 años, ¿cómo defines este pueblo?

Yo siempre me refiero a Pozuelo como a mi pueblo, y me encanta venir por el centro, la plaza del ayuntamiento y todos sus bares. Para mí, Pozuelo es sinónimo de refugio, creo que vivimos en un sitio muy especial donde está lleno de parques y bosques, con mucha gastronomía, ofertas culturales, hay un buen ambiente vecinal, se respira bien y, además, estás a 15 minutos de Madrid.  

—Si tuvieras ahora enfrente a la alcaldesa de Pozuelo la dirías algo para mejorar el pueblo?

Siempre hay algo que mejorar, pero también tenemos que mejorar las personascomo ciudadanos. Y no me líes porque yo vengo a hablar de mi libro como decía don Francisco Umbral.

—¿Después de estos dos libros, tienes pasión por otro proyecto literario?

De momento quiero seguir trabajando en mi programa de televisión y sí me gustaría seguir escribiendo. Ahora acabo de terminar la novela Cartas cruzadas desde Manila, que recomiendo a aquella persona que le guste leer, emocionarse, imaginar, viajar... llena de sentimientos a flor de piel. ¿Tu ya te la has leído, Germán?   Ω