REDACCIÓN - Así que esta cosa de Vox iba, según el orden de la tarde lluviosa, de analizar los resultados de las elecciones locales de Pozuelo, y en el arranque de la velada, Ainhoa García, la candidata a la alcaldía, desplegó un aire de elegancia al felicitar a Palomas Tejero, y al PP, por el gran resultado obtenido. Ainhoa mostró la pluma, pero también la espada al afirmar que: “El PP debe saber que vamos a desarrollar una labor de control y fiscalización importante para que los intereses de nuestros vecinos no se vean perjudicados”.

Ainhoa García, antes de la gran tangana que se produjo después de sus palabras, se felicitó por los resultados obtenidos -los mismos 4 concejales que lograron en la anterior legislatura- y se dirigió especialmente a los ciudadanos de Pozuelo al comentar que “no defraudaremos a la ciudad, y aquellos que nos han dado su confianza no se arrepentirán. Para ello, contamos con un gran equipo, formado por personas honestas, preparadas, unidas en un único objetivo: servir a la ciudad, bajo los principios en los que creemos cada uno de los miembros de VOX: la defensa de España y de la libertad”.

Y entonces dio comienzo la función del lío, no llegó la sangre al río, que no corre por Pozuelo ningún río, pero se cruzaron discusiones, insultos, palabras graves que llevaban pegadas en el tono el exorbitante rajo de un hincha desaforado cuando canta el gol de su equipo.  Para empezar, parece que el aforo fue escaso y de los casi 500 afiliados que tiene Vox en Pozuelo solo acudieron a la cita fúnebre 35.  Y por un quítame allá esas pajas arrancó el cruce de cuchillos.

Cuchillos largos y cortos se cruzaron en la escena, y la hoja afilada de algunos brillaba como la luna llena. Varias de esas estocadas que bailaron en la noche tenían un destino muy señalado: Ignacio Fernández, portavoz y un histórico de Vox pozuelero. Sus compañeros le llamaron mentiroso y no se inmutó, le tildaron de farsante y no le temblaron las venas, ni se defendió, solo pidió a la jefa el cierre de la sesión y que sonara el himno de España; gran salida airosa, todo hay que decirlo, al estar el hombre tan acorralado.

Uno de los asistentes al acto, afiliado a Vox, muy airado contra Fernández, también, comenta a Pozuelo IN que fue un desastre de organización por parte de su eterno rival, a la vez que le propinaba un mandoble de peso a su esposa: “por no ir, no fue ni su mujer, la recordarán todos. La Pija de Móstoles, la Señora a la que Rocío Monasterio, encomendó el proyecto de gobernar en dicha villa”.

La cosa fue calentándose, sin llegar al olor del cuerno quemado, pero por poco. Este confidente de Vox que asistió a la reunión no se corta al comentar a Pozuelo IN que “la reunión estaba montada por este oscuro ser -Fernández-, con el fin de buscar el refrendo a estos nefastos resultados, por aquello de disipar responsabilidades y que los demás asumieran las suyas propias. ¡El valiente Fernández le llaman!”. Y ya embalado, el confidente se embaló con la labia atropellada: “le salió mal la jugada. No sólo quedó retratado como un advenedizo sin capacidad de réplica, si no que quedó patente, cuán fragmentada está la militancia. Y todo por su insistente forma de tratar a los afiliados como ganado”. 

Y el tono de la reunión fue creciendo en crispación, y las críticas contra Fernández volvieron a ponerle en el paredón, pero él siguió a lo suyo.  Según nuestro confidente, “él, el gran Coordinador, ya no era El Amado, ahora caía del trono, cual megalómano y sociópata”. Según fuentes de Vox, los compañeros de concejalía de Fernández le pidieron abiertamente su dimisión inmediata por no estar a la altura de este proyecto.

A Ignacio Fernández le llovían los cuchillos y las sombras por todos los costados, pero el tipo aguanto impertérrito, lo único, que no le ponían el himno de España. Le dijeron de todo, por ejemplo, según nos cuentan asistentes a la reunión, uno de ellos le recriminó ”la falta de sensibilidad por ser fue incapaz de mostrar humanidad ante la grave enfermedad de su actual Vicecoordinador, al que ignoró”. Y no faltaron las acusaciones acerca de su actitud tirana con sus compañeros, “cuando amenazó con volver a represaliar una y otra vez a las personas que piensan diferente que él, como a la persona a la que echó de un chat de afiliados por mostrar desacuerdo con sus mezquindades”, refiere el confidente.

En fin, aquí lo dejamos, por el momento, porque la cosa promete con esta familia de Vox. Pozuelo IN no deja de ser un notario de la actualidad, generoso y libre a su manera, independiente ante todo. Así que seguiremos informando.