Fue en octubre del 2022, cuando la Fundación Caná abrió sus puertas para todas esas maravillosas personas con discapacidad intelectual y de quienes tanto deberíamos aprender. Hoy ya son más de 200 personas las que a diario pasan por sus instalaciones ofreciéndoles un desarrollo formativo, social y emocional a través de sus diferentes talleres y actividades de ocio y otras tantas que externamente acuden a los diferentes talleres semanales. Como nos comentan a Pozuelo IN, la Fundación Caná no es un colegio, es un hogar para estas personas y sus familias donde encuentran acogimiento, apoyo y una pequeña gran familia. Una familia compuesta por chicas y chicos que su denominador común es el buen corazón, los ojos llenos de alegría y esperanza y una sonrisa eterna que conquista el corazón de cualquier que pisa su casa recibiéndonos con abrazos y preguntas llenas de curiosidad. 

Hablamos con D. Jesús Higueras, Párroco de Santa María de Caná,  Martín del Rio, Director de la Fundación, María Pardo, Gerencia y Beatriz Pérez Abraham, Patrono de la Fundación, para que nos cuenten sobre este magnífico proyecto y sus necesidades.

—D. Jesús ¿Qué relación tiene la Parroquia con la Fundación?

Es cierto que la parroquia ha gestionado, con ayuda del ayuntamiento, primero un terreno y de dicho terreno, los permisos pertinentes para con el dinero de los feligreses de la Parroquia de Santa M. de Caná, hacer el edificio en el que nos encontramos ahora mismo.

Una vez construido, la Fundación está consiguiendo una autonomía para que nunca dependa de una persona o de los personalismos. Debe seguir funcionando independientemente de que yo siga en la parroquia o que cambie el director. La Fundación tiene una identidad muy enraizada en Pozuelo porque priorizamos trabajar con personas próximas. Pozuelo es un municipio que siempre se ha caracterizado por una grandísima sensibilidad hacia las personas con discapacidad.

—¿Con qué fin nace?

(D. Jesús) Hacer un servicio a la sociedad en un sector muy bonito que es la discapacidad. Como es una sociedad donde los frágiles, según palabras del Papa Francisco, descartados, queremos que los frágiles sean una señal visible de lo que es la dignidad humana y hacer ver que el valor del hombre no se mide por el tener o el poder, sino por el ser. Queremos ser una realidad más que atiende el mundo de la discapacidad.

—¿Qué horario ofrecéis?

(M. del Rio) Tenemos diferentes programas. Está el de atención diurna de 9:00 a 17:00, de 17:00 a 20:00 tenemos distintos talleres , actividades lúdicas formativas y terapéuticas y luego ofrecemos nuestro ocio de fin de semana donde vienen también las familias. Todo esto está envuelto por un magnífico equipo de profesionales y el trabajo de los voluntarios.

—¿Con qué equipo contáis?

(M. del Rio) Trabajamos 18 personas en la Fundación, 4 profesionales externos y en la conserjería una persona con discapacidad.

—¿Cuál es vuestra estructura?

(M. del Rio) Como todas las fundaciones, existe un Patronato que en nuestro caso es presidido por el Párroco de Sta. M. de Caná y varios miembros. Por otro lado está la Fundación que lo componen dos personas en el equipo de Dirección, una soy yo como Director (Martín del Rio) y María Pardo en Gerencia y el equipo de  profesionales que trabajan diariamente.

—¿Cómo es el funcionamiento de la Fundación?

(M. del Rio) La Fundación tiene 170 socios beneficiarios que lógicamente tienen prioridad, pero siempre generamos más plazas, por lo que siempre se pueden apuntar de fuera, hablo de campamentos, de las dos convivencias que hacemos al año, los talleres de ocio, excursiones…Puede venir cualquier vecino de Pozuelo.

—¿Qué tipo de talleres ofrecéis?

(M. del Rio) Los talleres son de 17:00 a 20:00. Por un lado están los que llamamos terapéuticos donde entran las habilidades sociales, fisioterapia, logopedia y por otro los deportivos como fútbol, fitness, yoga, relajación, zumba… Y luego están los más formativos como costura y pintura. Todos los viernes los llevamos a la piscina. Ofrecemos alrededor de 20 talleres diferentes. 

—¿Y los fines de semana?

(M. del Rio) Los fines de semana no son talleres, es un programa de ocio donde participan las 165 personas. Hacemos actividades por grupos distribuidos por edades y características y algunas actividades comunes que nos gustan mucho porque enriquecen. Vamos al teatro, a exposiciones, a granja escuela, incluso a discotecas donde se lo pasan bomba.

—Contáis con un gran número de voluntarios 

(D. Jesús y M. del Rio) Tenemos dos trabajadores sociales que entre otras cosas, se encargan de la coordinación de los voluntarios. Movemos unas 180 voluntarios entre talleres, convivencias, ocio, excursiones, atención diurna… Contamos con muchos jóvenes, entre otros nos vienen del Esic, la universidad  Francisco de Vitoria, la Complutense, con las que tenemos convenio. Otra pata importante es la atención a familias con un ciclo de conferencias con temas que le preocupan.

—¿Qué os expresan las familias?

(B. Pérez Abraham) Están muy contentas porque ven que sus hijos están bien atendidos, que van progresando y muy cuidados. Ellas pueden entrar y salir cuando quieran y eso no es lo normal, es otro punto que nos diferencia, están en su casa.

—¿Cuánto tiempo puede permanecer uno de estos chicos en la Fundación?

(D. Jesús) No queremos que la Fundación sea ni un taller ocupacional, no es nuestro destino, ni un colegio, sino un hogar donde estar, crecer e interactuar y con la idea de que puedan estar aquí el tiempo que haga falta y que tengan en Pozuelo su punto de referencia. Pueden estar los años que quieran, lo que les da muchísima tranquilidad a las familias. Les ofrecemos a los padres un segundo hogar donde hay otras personas iguales y donde tienen actividades y crecimiento social, intelectual y afectivo para que sigan creciendo en su otra familia.

—¿Cómo se mantiene la Fundación?

(M. del Rio) Ahora mismo, una gran parte procede de lo que pagan los familiares por los servicios. Pero un 30% tenemos que recurrir de los fondos propios como de empresas, particulares y proyectos.

—Entonces vuestra mayor necesidad ¿es económica?

(D. Jesús) Tenemos los profesionales y las familias, pero todos los años buscamos los fondos y es una aventura empezar de cero. Sabemos que hay un tramo que tenemos que conseguir. La gente es buena y generosa pero cada año esperamos llegar a cubrir gastos y hasta ahora nos vamos apañando aunque más ayuda no vendría mal.

—¿Conoce la sociedad de Pozuelo la labor de la Fundación y sus necesidades?

(B. Pérez Abraham) En Pozuelo hay muchas empresas, Pymes y comercios que no tienen ese conocimiento. No saben realmente el servicio que damos, la cantidad de chicos que vienen y las familias que atendemos. Estamos seguros que si lo supieran contribuirían con la Fundación. Si alguien quiere colaborar, estaríamos encantados porque lo necesitamos. Todo el mundo conoce la Parroquia Santa María de Caná pero nosotros debemos ser independientes económicamente para seguir dando la ayuda que necesitan. 

—¿Cómo se puede colaborar?

Cualquier aportación es muy bienvenida, cada granito cuenta. Nuestro sueño sería el poder llegar a tener una red de comercios, particulares, empresas de Pozuelo que mensualmente nos aportaran lo que buenamente puedan para que tengamos la tranquilidad de poder seguir ayudando a estas maravillosas personas y a sus familias. Además, somos una Fundación sin ánimo de lucro, por lo que una parte de la aportación se la pueden desgravar. 

—Para todos los que nos leen y quieran saber más ¿Cómo se pueden poner en contacto con vosotros?

Cualquiera que quiera venir a conocernos será bienvenido. Las puertas de la Fundación (c/ Grecia, 2) están abiertas para todo el mundo. Y estaremos encantados de enseñársela y explicarles personalmente quienes somos y lo que hacemos.   Ω