Por Guillermo Rubio - Hoy me paro a observar un poco más de cerca a uno de esos personajes. He contactado con un joven artista, fetén y singular en su planeta musical del rap y el trap. Su nombre es Luis Hernández Matarazzo, Sete”, para sus amigos. Tiene 23 años y conjuga sus estudios de periodismo con su pasión por la música. Creador de ritmos callejeros, “rapero” y “trapero, que difunde por las redes y en conciertos en diversos garitos madrileños. Sete nació en Madrid aunque tiene raíces italianas por parte de sus abuelos.  

“La historia de mi familia es bastante curiosa, tanto que tengo descendientes de Cuba y hasta de Rusia”, comenta Sete a Pozuelo IN, pero sus vínculos más cercanos proceden de España, por parte de padre, y de Italia, por parte de su madre.

La infancia de Sete comienza en los patios del Liceo Italiano de Madrid, alejado aún de los aires de Pozuelo. “Ese colegio era una de las pocas maneras que tenía de conservar los dos idiomas más allá de que en mi casa mi padre me hablara en español y mi madre en italiano”. 

Con el paso de los años tuvo que mudar su aprendizaje al IES Gerardo Diego, en Pozuelo de Alarcón, a la edad de 14 años. Todas las personas recuerdan este tipo de cambios de forma muy nítida y Luis no iba a ser menos. “Esa etapa fue diferente, cambiante y muy enriquecedora. Estaba en la puerta de mi nueva aula y a mi alrededor se encontraban todos mis nuevos compañeros, que, por supuesto, se conocían entre ellos, aunque para mí eran unos extraños”.

“Las primeras canciones que escuché fueron las de los Red Hot Chili Peppers”

La inspiración musical surgió en su piel como un chispazo, casi sin darse cuenta. “No puedo decirte un momento concreto en el que la música entró en mi vida, pues con el tiempo ha ido penetrando cada vez con más fuerza en mi interior. Puedo decirte  que las primeras canciones que escuché, y que sentía que me acompañaban en mi rutina diaria, fueron las de los “Red Hot Chili Peppers”. La música tiene ese poder, inspira a continuar con la vida, con el día a día, de una forma u otra, sin importar la edad, el género y los gustos de cada persona. “Yo tendría unos once años y un amigo del colegio me dijo que había empezado a escuchar a un grupo de música muy bueno, así que me picó la curiosidad. Al día siguiente me trajo un CD pirateado con todas las canciones de la banda y me enamoré de sus ritmos, de sus melodías y, en general, de su sonido. Se puede decir que ellos fueron mi primera inspiración.”

Sete define la música como “el apoyo mental, el acompañamiento que tiene cada persona a la hora de afrontar su vida diaria. Estoy seguro de que influye en los comportamientos y en las decisiones de todas las personas. Lo bonito de la música es que hay de todos los tipos y para todos, por lo que, si no te gusta una canción, te gusta otra, aunque sea la “intro” de tu serie favorita”.

Para Sete, el género urbano ha sido el anzuelo que le introdujo de lleno en el mundo de la música. “Cuando tenía 15 años conocí a una persona que me metió de lleno en el mundo de las batallas de gallos; -una especie de duelo dialéctico basado en diferentes rimas- esta persona es, hoy en día, una cara lo suficientemente reconocida en lo que hace, por lo que me enseñó muy bien las “tablas” y los valores. Me fascinaba la idea de dominar tonos, métricas, estructuras y rimas improvisadas al momento sobre una base, así que me puse a ello informándome, profundizando, conociendo y practicando cuando y donde podía.”

“Lo que más me llamó la atención del rap fue lo directo que era y, sobre todo, el hecho de que sus artistas tomaran la actitud de decidir y hacer lo que les diera la gana”

“Lo que más me llamó la atención del rap fue lo directo que era y, sobre todo, el hecho de que sus artistas tomaran la actitud de decir y hacer lo que les diera la gana.”

Actualmente, Sete mantiene un vínculo férreo con la música. Su proyección no tiene límites y busca escenarios diferentes a los que poder adaptarse y explotar. Sete reconoce que sin esfuerzo e implicación la constancia desaparece y este mundo no perdona a los vagos. “Cada día que pasa siento que tengo más posibilidades de dejar mi huella en esto, pero tengo muy claro que sin esfuerzo, constancia y pasión no llegaré a ningún lado.”

Su recorrido musical comenzó con “Minerva”, una canción estrenada en la plataforma YouTube el día 3 de mayo de 2019. Sete utiliza una forma de expresarse y emitir su mensaje muy peculiar, desde el primer momento mezcla sus raíces en las canciones. El italiano y el castellano surgen en sus “beats” para formar una mezcla nueva con el sabor de las calles de Roma y los escondrijos de Pozuelo. “Lo que me llevó a mezclar el italiano y el español en mi música fue el privilegio de conocer ambos idiomas de manera nativa. De entre todos los artistas de música urbana que conocía, nunca había escuchado mezclar el italiano y el español en canciones”.

“Minerva” surgió de manera natural. Llegó un momento en el que ya estaba preparado para llevar a la práctica aquello que llevaba formando parte de mi vida mucho tiempo, por lo que decidí componer una letra completa, agresiva, con ritmo y con mensaje a la vez”

“Un día puedo despertarme y escribir una canción tranquila como “Lo que me conviene”, y otro día escribir una mucho más agresiva como “Say Goodnight”.

“Siempre he dicho que no me gusta etiquetar o encasillar mi música en un género concreto. Está claro que hacer siempre el mismo estilo musical es un poco “ir a lo fácil”, porque si te funciona una vez, lo más probable es que te funcione más veces. Pero, por otro lado, considero que, si siempre haces lo mismo, tarde o temprano acabará cansando (no solo a los demás, sino también a ti). Como aún estoy en proceso de evolución y cambios, lo que quiero hacer ahora es crear desde mis gustos y mis criterios.”

En los últimos tiempos la carrera de Sete ha dado un gran vuelco, un giro radical. La nueva firma discográfica de AML Records ha depositado en él la confianza y seguridad que necesitaba su música. “Es justo lo que necesitábamos, darle una forma seria al proyecto Matarazzo”, comenta Sete.

El tiempo dirá si la apuesta lleva a buen puerto, por el momento, el día a día de Sete ha cambiado por completo, su rutina es distinta, todo empieza a coger color, “conlleva que mi proceso creativo esté más centrado en pensar en grande sin dejar de lado la pasión que siempre me ha hecho escribir desde el corazón”.

“Pozuelo ha sido el lugar que me ha visto crecer, no puedo permitirme decir cosas malas de este sitio”

Pozuelo, el lugar donde reside, ha tenido gran importancia en su proceso creativo: “ha sido el lugar que me ha visto crecer”, asegura. Sin embargo, hay ocasiones en las que sientes que no encajas en el sitio donde te has criado. Sete ha podido sentir esa sensación “me da la impresión de que la mentalidad de los habitantes de esta ciudad es diferente a la mía y, muchas veces, me siento un forastero en este lugar”, reconoce. No obstante, nunca fue un obstáculo para su crecimiento, al contrario, todas esas diferencias le han ayudado a formar el carácter que hoy muestra en sus canciones. “El hecho de ser de una manera y tener que convivir con individuos que son de otra forma muy distinta  me ha hecho crecer y, sobre todo, adaptarme. Eso nos hace pensar mucho en quiénes somos y en lo que queremos ser, en lo que queremos convertirnos.”