REDACCIÓN - Se trata de una institución sin ánimo de lucro dirigida por Reyes Hernández Hernández y dedicada a personas con discapacidad para favorecer su desarrollo formativo y social. En las nuevas instalaciones se realizarán diversas iniciativas, talleres, formaciones y eventos para dar respuesta a las necesidades de ocio de estos jóvenes.

En un primer momento, el evento se iba a realizar a las puertas del nuevo centro, sin embargo, el mal tiempo hizo que la celebración fuese en el interior de la Parroquia, que abarrotaron los vecinos del pueblo.  El párroco Don Jesús, como era de esperar, ofició la ceremonia y la alcaldesa Susana Pérez Quislant y el arzobispo de Madrid Carlos Osoro fueron los invitados de honor.

Al acto también acudieron miembros de la corporación municipal como el tercer teniente de alcalde Pablo Gil Alonso y las concejalas del PP Mónica García Molina y Ana María Rodríguez. Por parte de Ciudadanos asistieron Carmen García Palomino y María de los Ángeles González, y por el lado de Vox asistió el concejal Juan Ignacio Fernández y el diputado nacxional Juan José Aizcorbe. Ni rastro de representantes del PSOE ni de Somos Pozuelo.

Don Jesús deleitó a los asistentes con un discurso discurso ligero salpicado de sus chanzas habituales, y sin grandes esfuerzos consiguió despertar las risotadas de los asistentes.  Dio las gracias a todo aquel que había colaborado en el proyecto sin olvidarse de nadie. Hizo mención especial a la directora Reyes Hernández de3 quien dijo, entre bromas que “manda mucho, pero manda muy bien”. 

Asimismo, agradeció los esfuerzos realizados por el Ayuntamiento y por todas las personas que han desempeñado un papel fundamental para que la idea saliera adelante, sin olvidarse por su puesto de las familias de los niños y de los feligreses a los que “les sacaba el dinero todos los domingos”. Don Jesús consiguió conmover y sacar una sonrisa a todo el público, dirigiéndose en todo momento a los verdaderos protagonistas del día. “En pleno año 2022 con crisis, miedo y guerras, al veros hay esperanza. Vosotros nos enseñáis cómo se vive la vida con sencillez y alegría”.

Llegó el momento de la alcaldesa y arrancó cubriéndose las espaldas. “Hablar después de Don Jesús no es que sea difícil, es que es casi imposible”. Y qué gran verdad. Aún así, la regidora no se andó con rodeos, fue directa al grano y se aseguró los aplausos. “Estos niños aquí se sienten queridos y eso es lo que nos hace felices. Es por eso, que en el Ayuntamiento no dudamos ni un momento en ceder el terreno para ellos”. Con un discurso corto y centrado en los niños, consiguió salir del paso alcanzando el listón establecido por el párroco. 

Por último, fue el turno del arzobispo Osoro. Bendijo el nuevo centro dedicando unas palabras a la Fundación. “Lo de hoy son obras de amor. Cuando vemos necesidades importantes que tienen los demás para alcanzar medidas reales, el ser humano pone en práctica esta obra que nace de nuestro amor. Como arzobispo de Madrid os lo agradezco de verdad. Lo más bonito es hablar de la Comunidad Cristiana en las realidades. Esta es nuestra familia, la que se pone a trabajar para ayudar a los demás”.

Retomó Don Jesús la palabra para finalizar el acto y el público comenzó a desalojar la parroquia. El arzobispo hizo una lectura de un pasaje y la multitud se acumuló para ver el corte de cinta que inauguraba el nuevo centro. El catering empezó a desfilar y se abrieron las puertas de las instalaciones al público. Reyes Hernández, la Fundación Caná y todo Pozuelo, pueden estar orgullosos de lo conseguido.