Si continúa la navegación por nuestro sitio web estará aceptando nuestras condiciones, que puede consultar en:

“INTENTO COMPRAR EN POZUELO SIN QUE SE ME VAYA LA PENSIÓN”

17-09-2022 9:42 a.m.

Pasaje Aparicio Pozuelo
(4)

La subida de los precios -la inflación supera el 10,5 por ciento- está castigando duramente a todos los ciudadanos y en Pozuelo de Alarcón, la supuesta ciudad más rica de España, vecinos y comerciantes están sintiendo duramente el latigazo en sus carnes. Los modos de consumo están cambiando y Pozuelo IN ha sido testigo de ello recorriendo los mercados del pueblo. Y no se salva nadie.

Por Diego Mérida - Nos adentramos en el supermercado Día, de la Calle Calvario, en el centro de Pozuelo de Alarcón. Cristian, el encargado del local, nos hace de guía durante esta visita. Uno por uno nos vamos deteniendo en cada sección para estudiar detalladamente la evolución de precios. 

La zona de galletas y bollería es la que más llama la atención a nuestro anfitrión. “En teoría estos son productos cuyos precios no han subido tanto en comparación con los alimentos esenciales y saludables, pero mira esto”, comenta, mientras señala unas galletas de marca “Chiquilin” cuyo precio asciende a 5,25 €. “Esto es una auténtica locura, no hay por donde cogerlo”. Acto seguido coge otras galletas y nos explica que en verano les avisaron que iban a cambiar el precio de 1 € a 1,30€. “Tendrían que haber recortado en galletas. Si quitan una o dos nadie se entera. Este producto lo compraban sobre todo chavales, y cuando lo que antes era tan solo un euro ahora, que ha subido unos 40 0 50 céntimos, ya no lo quieren”.


Dejando a un lado la fruta y la subida tremenda de la sandía o el melón, lo que más le preocupa a Cristian es la leche. “La leche ha subido y no va a parar de subir. El precio cada vez se va a encarecer más porque cada vez hay menos vacas. Al aumentar el precio para su cuidado disminuye el ganado, que lo destinan para carne, y encarece el producto. Es algo que me preocupa bastante y me da la sensación de que no se ha informado lo suficiente de este problema a la población”.

“SE COMPRAN MENOS PRODUCTOS, Y LOS MÁS BARATOS”

Respecto a los clientes, Cristian relata que, al tratarse del supermercado Día, de la plaza del pueblo, es habitual ver las mismas caras. “Yo suelo conocer a la mayoría de los clientes. Somos el súper del pueblo. Obviamente disminuyen la compra y buscan productos más baratos, pero en cuanto a la cantidad de clientela seguimos como siempre”.

Según los datos del INE (Instituto Nacional de Estadística) publicados el martes pasado, los productos saludables encabezan la subida de precios mientras que los productos menos recomendables son los que menos se han disparado. Como bien decía Cristian, la leche está en el primer puesto con un aumento del 26%, seguido de los huevos con un 22,4% o el pan con un 15,2%. En cambio, si los comparamos con el chocolate, el azúcar, los cereales o comida preparada y congelados, el aumento no llega apenas al 10%.


Para confirmar esta diferencia entre productos “buenos” y “malos”, nos ponemos en contacto con el encargado del Hipercor de Pozuelo de Alarcón. Uno de los supermercados más selectos de la zona. “Así es. Parece que la inflación entiende de clases. Una dieta sana llena de

verduras, frutas, lácteos, legumbres y carnes, sale mucho más caro que una dieta menos nutritiva o saludable. Aun así, por aquí tampoco vemos que los carritos se llenen únicamente con ultra procesados, congelados o bollos. Los clientes son conscientes de las subidas, pero también lo son de lo dañino que puede ser para el cuerpo una dieta basada en azúcares y precocinados. Nadie quiere alimentar a su familia a base de refrescos y pizzas”.

“LOS GRANDES HOMENAJES HAN QUEDADO ATRÁS”

Seguimos nuestro recorrido y pasamos de grandes marcas como Día o Hipercor al comercio local. Entramos en la Galería Comercial “Las Flores”, en la calle del mismo nombre, junto al Ayuntamiento de Pozuelo, mercado de alimentos frescos. 

La primera parada es la Carnicería Esteban Ramiro, donde reticentes a concedernos una pequeña entrevista por “ser viernes y tener mucho lío”, conseguimos que uno de los carniceros nos atienda a regañadientes. “La subida no es de céntimos, ahí está el problema. Al ser una subida de uno, dos, o tres euros, se nota, y mucho. No es que hayamos dejado de recibir clientes, sino que consumen menos. En vez de comprar piezas grandes, compran cosas más pequeñitas. Y el que se quiere pegar un lujo, lo hace en pequeñas cantidades. Los grandes homenajes han quedado atrás”.


La charcutería La Extremeña tampoco anda bien. El dueño está realmente preocupado. “Vamos de pena qué más quieres que te diga. Aquí nos afecta a todos, nadie se libra. Solo esperamos que pase la tormenta”.

En “Pescados y Mariscos Aparicio” nos reciben un poco más optimistas. “Nosotros estamos intentando mantener los precios para que los clientes no lo noten. Nos estamos haciendo cargo. Obviamente con algunos productos es inevitable, pero la mayor parte lo hemos asumido solo nosotros. Es irónico, los clientes nada más llegar a la pescadería y ver los precios se quejan y dicen que cómo somos y qué subidas, pero en realidad, siguen exactamente igual que antes. Intentamos tratar de convencerles, pero cuando todo sube a su alrededor es muy difícil que no lo extrapolen a cualquier cosa”.


En el puesto de Aves-Huevos-Caza, una señora mayor está comprando. Cuando nos escucha hablar con el dependiente sobre la inflación se gira rápidamente: “¿Y los mayores? Imagina si a esto le sumas vivir con una pensión ridícula. ¿Cómo vamos a salir de ésta los ancianos? No nos da para nada. Estos momentos están siendo completamente terribles para muchas personas. Mi marido, el pobre, no sabe qué hacer. Y yo, mírame, intentando comprar algo sin que se me vaya toda la pensión en ello. No sé cómo se va a solucionar, pero más nos vale que alguien haga algo pronto”.

“LA GENTE YA NO COMPRA POR KILOS, AHORA, DE PIEZA EN PIEZA”

Al salir del Mercado nos encontramos con una frutería local. En la puerta, un cartel: “Vecinos, os damos las gracias por seguir confiando en nuestro comercio. Todos juntos saldremos adelante”. Mohamed, de origen marroquí, regenta la tienda. Mientras se encarga de ordenar algunas cajas de frutas explica: “La gente ha dejado de comprar por kilos, ahora va de pieza en pieza. Como máximo se llevan un par de piezas de fruta y de verdura. Se quejan de los precios, lógico, pero la culpa no es nuestra”.


En la salida, interceptamos a otra vecina que ha salido de comprar. Nos explica que, al vivir sola con su marido, no lo han notado tanto. Bien es cierto que compra cantidades pequeñas y no requieren grandes lujos. “El aceite, el aceite es lo que más he notado. Eso sí que ha subido demasiado, ay”, se lamenta. 

En Pozuelo de Alarcón como en toda España nadie escapa a la desmesurada subida de precios de productos de primera necesidad. Ni los establecimientos más ricos pueden evitar las consecuencias de la terrible inflación. Los pequeños comercios se ahogan cada vez más y más, y los vecinos tienen que hacer juegos malabares cuando salen a comprar. Solo  queda esperar a que pase el temporal.

COMENTARIOS

no hay comentarios

Añadir un comentario

Deja tu comentario aquí: