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EN POZUELO SE CANTA LA TRAVIATA. “L' OPERAMORE” SE ESTRENA A LO GRANDE

27-09-2022 12:06 p.m.

Marco y Raquel
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La nueva compañía de Pozuelo de Alarcón especializada en ópera, zarzuela y conciertos se estrena este 20 de octubre en el Teatro Amaya, de Madrid. Marco Moncloa y Raquel González, creadores de LOperamore, acuden a la redacción de Pozuelo IN para hablarnos de su nuevo proyecto.

Por Diego Mérida - Del 20 de octubre hasta el día 13 de noviembre L´Operamore va a estar en el Teatro Amaya de Madrid estrenando las zarzuelas “La Gran Vía”, “Corte de Faraón” y “La Revoltosa”, y la ópera “Rigoletto”. Como prueba, en junio realizaron cuatro funciones que fueron un completo éxito. Ahora, se enfrentan a un mes de otoño con programación a diario e incluso doblando los sábados. Si todo va bien, prorrogarán las funciones hasta comienzos de diciembre.

Después de muchas horas de trabajo, ensayos diarios y sobre todo muchos costes, Marco y Raquel ven como todo el esfuerzo invertido empieza a dar sus frutos. Sin embargo, a pesar de ser un proyecto muy emocionante, también es muy arriesgado. Están asumiendo absolutamente todos los gastos y funcionan a taquilla. Las subvenciones en el mundo de la cultura no es cosa fácil y Pozuelo de Alarcón no responde a sus llamadas. Tratándose de obras de zarzuela y de ópera, Marco nos cuenta que si llegan ayudas llegan tarde y mal. “Quizá aparecen una vez que hemos terminado el proyecto, y además lo que dan puede cubrir como mucho media función”.


EL AYUNTAMIENTO DE POZUELO LES DA LA ESPALDA

Por si fuera poco, el Ayuntamiento de Pozuelo no ha querido realizar ningún tipo de ayuda. Con casi 90 trabajadores, esta compañía privada ha tenido que alquilar su propio local para realizar los ensayos que ya llevan haciendo desde agosto. Raquel, de Pozuelo de toda la vida, se crió y educó aquí, por eso no entiende cómo no consiguen una mínima ayuda de su pueblo. “La compañía tiene su sede social en Pozuelo, nosotros vivimos aquí y yo llevo toda la vida en Pozuelo. Nos encantaría tener al menos un pequeño espacio para poder realizar los ensayos durante las mañanas. Los demás ayuntamientos ofrecen ayudas y aquí nos está consiguiendo muchísimo conseguir al menos entrevistas o reunirnos con alguien para enseñarles el proyecto. No pedimos mucho, pero al menos que contesten. Llevamos aquí toda la vida y es muy duro como ver que los ayuntamientos de los demás pueblos a otros compañeros de profesión les echan un cable y les conceden ayudas y locales de ensayo. Aquí por ejemplo, el auditorio está vacío todas las mañanas y no conseguimos que nos dejen ensayar ni un par de horas. O no nos contestan o nos dan largas. Estamos muy decepcionados”. 


Aún así no pierden la ilusión por su empresa. Marco lleva 32 años encima de los escenarios. Con un recorrido internacional, comenzó con tan solo 15 años y desde entonces no ha parado. Ahora ve como todo lo que empezó hace unos años a crear en su cabeza se está haciendo realidad. “Es apasionante pero muy agotador. Quizá si tuviéramos más medios sería más cómodo. Al faltar esa ayuda económica tenemos que hacer nosotros todo. Doblamos y triplicamos trabajos. Raquel canta, dirige el coro o hace de productora, y yo tengo que diseñar el vestuario, hacer las coreográficas, y dirigir toda la obra. Pero amamos esto, todo lo relacionado con el teatro es nuestra vida. El problema que tiene es que si hay un fallo no levantas cabeza. Los números son así. Nuestro éxito no es ganar dinero. Lo hacemos por una cuestión vocacional, por llevar nuestras ideas al escenario y plasmarlas de la mejor manera posible. Además, estamos dando trabajo a gente joven que quiere demostrar su talento y eso nos encanta. Pero sin duda, el objetivo es poder ir a por la segunda temporada, mantenernos en esto. Siendo una compañía de nuestro calibre y sin subvenciones no es tarea fácil, pero no perdemos la ilusión”.


A Raquel y Marco no les da las horas del día para todo lo que tienen que hacer. A raíz de la pandemia quisieron tirarse a la piscina. Enamorados de las obras de zarzuela, se dan cuenta de que este género está muriendo al irse reduciendo cada vez más su público por ir destinado únicamente a las personas mayores. Marco es muy crítico con el Ministerio de Cultura por no haber hecho bien los deberes en relación con esto. “Tendrían que haberse fijado en los países vecinos. En Inglaterra, Alemania, Francia o Bélgica, las escuelas obligan a los estudiantes a ver obras teatrales cada cierto tiempo. A lo mejor van a ver un ballet, a los dos meses van a un musical moderno y otro día van a la ópera. Cuando ese estudiante llega a la adolescencia tiene conocimientos teatrales y están acostumbrados a ir a una función, aunque sea una vez al año. Aquí en cambio la gente joven no va”. 


Raquel explica que la diferencia con España no se queda solo en el problema del fomento en la cultura, sino en la oferta de teatros. “En otros países tienes teatros de primera pero hay mucha oferta de teatros de segunda. En España o estás en primera o estás en cuarta, y como no hay ayudas pues los que no están en primera no pueden hacerse un hueco”.

L´Operamore se enfrenta a unas semanas de mucho estrés, nervios y presión. La taquilla siempre afecta al ritmo cardíaco. Han apostado sus cartas y ya no hay vuelta atrás. Aunque no haya ayudas, Pozuelo no responda, y se jueguen el todo por el todo, sus dueños no pierden la sonrisa. La función está a punto de empezar.

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