REDACCIÓN - La aprobación de la nueva tasa de basuras en Pozuelo de Alarcón ha generado un aluvión de comentarios negativos por parte de los vecinos, quienes califican la medida como “abusiva” y “desproporcionada”. En los foros y secciones de comentarios de Pozuelo IN, la indignación es palpable, con ciudadanos cuestionando la transparencia y necesidad de este nuevo impuesto.

Algunos usuarios señalan que el coste de la tasa será muy elevado en comparación con los beneficios percibidos. Un vecino indica que “nos va a suponer 400 euros al año”, mientras que otros critican que esta nueva medida no venga acompañada de una reducción proporcional en el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI), que históricamente incluía la recogida de residuos. “Espero que el IBI se reduzca en la cantidad que se incluía de la recogida de basuras. Ya que nos la cobran aparte, que descuenten algo”, reclama un comentarista.

Además, se percibe descontento generalizado con la gestión política. Expresiones como “chorizos con corbata” o “mi voto para quien acabe con este robo” reflejan un rechazo hacia el gobierno municipal, liderado por el Partido Popular. Un usuario llega a ironizar sobre el destino de los recursos: “Creo que la recogida la van a hacer en limusina y por eso cuesta tanto”.

La medida, defendida por el Ayuntamiento como un cumplimiento a la legislación estatal y con bonificaciones para colectivos vulnerables, parece lejos de calmar los ánimos. Los comentarios muestran que las bonificaciones no logran compensar la percepción de injusticia, especialmente entre familias numerosas y residentes de viviendas medianas y grandes, quienes consideran que la tasa está desproporcionadamente alta para ellos.

Este clima de descontento plantea un desafío político significativo para el Ayuntamiento, que deberá gestionar no solo las implicaciones económicas de la nueva tasa, sino también la percepción de los ciudadanos sobre su gobernanza y prioridades.