Por Candela Jiménez - El tráfico en las bibliotecas aumenta y en esta recta final ya se pueden ver las caras de agobio y los resoplidos de desesperación de los alumnos, esta vez sin mascarilla. Pozuelo IN ha hablado con varios estudiantes que empiezan su época de exámenes en el último curso de su carrera y entre ellos se pueden ver dos tipos de universitario: los que lo dejan todo para el final y los que tratan de llevarlo día a día. Sea de la manera que sea todos ellos aseguran que “es una época muy estresante” y que “desean acabar cuanto antes”.

“La época de exámenes la vivo bastante agobiado porque me dejo todo para el final. La carrera de Derecho es todo memorizar y si te estudias una materia una semana antes del examen se te olvida todo, entonces intento dejarlo como para tres días antes y así lo llevo todo bien sabido para el examen”, explica Javier Eiranova, estudiante de 4º curso de la carrera de Derecho en la Universidad Francisco de Vitoria, en Pozuelo de Alarcón. 

Pero no todos los alumnos, ni todas las carreras, tienen esa capacidad para estudiar “los días de antes”. La estudiante de 4º de Medicina, Carmen Villalba, explica que “al estudiar Medicina sí que va haciendo cosas día a día, pero, aunque lo intente siempre deja muchas cosas para el final”. 

Varias semanas que “agotan mucho mentalmente”

La distribución de los exámenes la decide la universidad y en cada carrera es diferente. Existen casos en los que tienen cuatro exámenes en una semana, pero solo están dos semanas de exámenes y terminan, y otros que están todo un mes, pero tienen los exámenes más repartidos. Este último es el caso de Carmen, “este año tengo un mes entero de exámenes y creo que eso me va a pasar un poco de factura porque, aunque sea mejor porque entre examen y examen tengo más tiempo, al final estar un mes entero de exámenes mentalmente agota mucho”, afirma a Pozuelo IN.

También es complicado compaginar las prácticas universitarias y el trabajo de fin de grado (TFG) con los exámenes finales. Esa sensación de “no llegar a todo” es más propia de los alumnos de cuarto, ya que tienen un pie prácticamente en el mundo laboral. “Yo siempre he sido una chica muy estudiosa y siempre he sacado mucho tiempo para estudiar, pero ahora que estoy de prácticas se me hace más complicado ya que tengo que combinar las practicas con ir a clase y tengo muchas cosas”, explica Ana Asensio. alumna de 4º de Periodismo y Relaciones Internacionales. 

Biblioteca de la Francisco Vitoria, de Pozuelo

Es mucha presión en muy poco tiempo, pero todos sobreviven a ello, aunque haya momentos en los que se crucen por su cabeza ideas como: “voy a suspender, no llego, no me da tiempo” … Siempre se llega, aunque haya que remontar en los últimos minutos, como hace el Real Madrid. “Nos jugamos todo el curso en un único examen porque no tenemos parciales”, explica agobiada la alumna Irene Ortiz, estudiante de 4º de Medicina. También asegura que los exámenes de mayo “son más estresantes que los de enero porque hay menos tiempo”. 

La universidad no es el colegio, y los universitarios de fin de carrera han tenido estos cuatro años para darse cuenta de ello. Aunque todos ellos recordarán siempre su época universitaria con alegría y nostalgia y estos agobios del fin de curso pasarán a la historia y serán olvidados. 

La recompensa merece la pena

Las personas tenemos esa extraña habilidad para anticiparnos siempre al futuro, cuando hacemos algo siempre estamos pensando en lo que haremos después o en las consecuencias que tendrán nuestros actos. Y el fin de curso no iba a ser menos. ¿Qué viene después? La recompensa. Así lo ven muchos estudiantes, una recompensa por el trabajo realizado durante todo el curso. “Es muy estresante, pero si sabes que luego la recompensa es acabar en mayo y empezar las vacaciones, es muy satisfactorio”, afirma Irene. 

Los exámenes de navidad vienen acompañados por las vacaciones y festividades navideñas, y los de mayo de las vacaciones de verano, ¿y qué hay mejor para un estudiante que el verano? Aunque también habrá que recalcar que muchos de ellos ya acaban su carrera universitaria y empiezan en el mundo laboral y algunos tendrán que trabajar en verano, aunque será diferente ya que no tendrán que compaginarlo con sus estudios. “Siempre tengo ganas de poder terminar cuanto antes y me motiva mucho pensar en lo que hay después”, afirma Juan Fraguas, estudiante de 4º de Derecho en la UFV.