Si hubiera actuado con responsabilidad y contundencia como era su obligación, se habrían evitado muchos de los miles de muertos que ya tenemos y de los que desgraciadamente se van a seguir produciendo, se habría disminuido de forma muy importante el enorme coste que va a suponer para las arcas públicas y por tanto para los españoles y se habría evitado o al menos minorado la terrible crisis económica que ya se cierne sobre nosotros y que va a seguir extendiéndose de forma prolongada en el tiempo, provocando la perdida de millones de puestos de trabajo, el cierre de miles de empresas, la desaparición de la actividad de miles de autónomos y los terribles efectos que esto va a provocar en muchos millones de personas y de la que tardaremos mucho tiempo en recuperarnos.

Ya sé que de todos ellos se ha hablado y escrito hasta la saciedad, pero he creído oportuno ponerlos todos juntos porque de esta manera tienen más fuerza y es más fácil apreciar la negligencia y culpabilidad del Gobierno y que todos los españoles, incluidos los jueces, se den cuenta de que las personas que componen este Gobierno y muchos de sus consejeros y adláteres deben ser juzgados y, si nuestros jueces así lo determinan, terminen en la cárcel.

Es imprescindible que esta información sea difundida de forma masiva entre la población para que sean conscientes de la realidad. Es fundamental que se enteren las personas que todavía piensan que el Gobierno no es culpable y las que ni siquiera se lo han planteado.

Manifestaciones del 8M y eventos multitudinarios
Por mucho que lo nieguen, el Gobierno tenía que conocer sí o sí el problema de la epidemia del Covid-19 antes de finales de febrero y el conflicto tan grave que podía suponer.

Ríos de tinta han corrido ya sobre este tema, pero quería poner mi granito de arena por si puede ayudar a demostrar este enunciado.

El miércoles 12 de febrero se canceló el Mobile World Congress de Barcelona por la amenaza de la epidemia. Rápidamente salieron varios ministros en los medios de comunicación diciendo que la causa de la cancelación no tenía nada que ver con el coronavirus. La pregunta entonces es la siguiente: ¿cancelaron el congreso los organizadores porque querían perder 500 millones de euros? Evidentemente no. Se canceló por el miedo a la epidemia del coronavirus.

El viernes 28 de febrero se cancelaron igualmente el Salón del Automóvil de Ginebra y la Feria Internacional de Turismo de Berlín. La pregunta en estos dos casos es la misma que antes: ¿se cancelaron estos dos importantes eventos porque querían perder sumas extraordinarias de dinero? ¡Por supuesto que tampoco!

En el artículo publicado por RTVE el mismo día 28 expusieron los principales motivos:

Se han cancelado estos eventos “a causa de las medidas tomadas para combatir la epidemia de COVID-19” “Lamentamos esta situación, pero la salud de todos los participantes y de los expositores es nuestra prioridad"

“Ambas cancelaciones se confirman después de la oleada de casos de coronavirus que están surgiendo en Europa y tras el anuncio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el que eleva el riesgo de expansión del COVID-19 a "muy elevado" a nivel global”

En Ginebra “La cancelación se confirmó tan solo minutos después de que el Consejo Federal (Gobierno suizo) anunciara la prohibición durante dos semanas de todos los actos multitudinarios en el país con más de mil asistentes, con el fin de combatir la epidemia de coronavirus que en la nación centroeuropea afecta por ahora a 15 personas”
En el caso de la Feria de Turismo de Berlín declararon: "Nos tomamos la salud y la seguridad de todos nuestros invitados, expositores y empleados muy en serio"

Interesante es también el artículo que apareció en El País el 25 de febrero: “Los hospitales españoles ultiman planes de contingencia y revisan los protocolos”

Se ha repetido hasta la saciedad que el Director adjunto operativo de la Policía Nacional, José Ángel González, admitió en la rueda de prensa del día 28 de marzo que “La Policía Nacional había empezado a buscar mascarillas y guantes hacía más de dos meses para sus agentes”. Sin embargo esto no es exactamente así. Don José Ángel González dijo que “La Policía Nacional había empezado a buscar mascarillas y guantes hacía más de tres meses” Solamente ante la pregunta intimidatoria del Secretario de Estado de Comunicación, Miguel Ángel Oliver, para que aclarara si se refería a 3 semanas, él rectificó y dijo que hacía más de dos meses.

Por supuesto también estaban los avisos de la Unión Europea y de la OMS, a los que el Gobierno pareció no dar importancia.

A partir de aquí hay cientos de artículos y vídeos en la prensa y en las redes sociales que confirman que el Gobierno lo sabía y no hizo nada para disminuir la expansión y el impacto de la epidemia en España. Y eso que, siendo como soy un simple ciudadano de a pie, no tengo acceso a la ingente cantidad de información de la que disponía el Gobierno.

El Gobierno tenía que haber cancelado todos los eventos masivos que se produjeron el fin de semana del 6 – 8 de marzo y de todos los que hubo al menos desde finales de febrero, incluyendo todas las manifestaciones del 8 M, los partidos de fútbol, el congreso de VOX, la mascletá (por mucho que al Ministro Abalos le haga tanta gracia), etcétera, etcétera. Solamente el Gobierno central podría haber hecho esto. Pero no, para ellos primó el rédito electoral que podían sacar de las concentraciones sobre la vida de los españoles.

Falta de control de las personas que provenían de los focos de infección
Yo me quedé estupefacto cuando me enteré por televisión de que empezaban a volver a España cientos (¿miles?) de personas que huían de los países que fueron los focos iniciales del virus, primero China y posteriormente Italia y, no solo no se les ponía en cuarentena, que es lo que se tendría que haber hecho, sino que ni siquiera se tomaba la más mínima medida de control para ver si pudieran estar infectadas, como tomar la temperatura.

Falta de equipos de protección para los sanitarios y personas que trabajan en primera línea
La falta de equipos de protección adecuados debida a la falta de previsión o peor aún, a la falta de interés del Gobierno en comprar estos equipos, ha hecho que tengamos el triste record mundial en personal sanitario afectado.
Estos equipos deberían haberlos tenido desde el minuto uno todos los sanitarios, policía, guardia civil, ejército y un largo etcétera de personas que están en primera línea en la lucha contra la pandemia.

Como ya he dicho antes, el Director adjunto operativo de la Policía Nacional, José Ángel González, admitió que dos o tres meses antes del 28 de febrero ya había pedido que se empezaran a comprar guantes y mascarillas para los agentes. Había tiempo más que suficiente para haber comprado los equipos y que estuvieran a tiempo, en un momento además en el que el mercado internacional todavía no estaba saturado de órdenes de compra de todo este tipo de material.

Falta de test masivos a la población
Este virus tiene tres características que facilitan su propagación:
- Una facilidad de transmisión enorme

- Una vez se produce la infección, los síntomas de la enfermedad no sueles aparecer hasta al menos una o dos semanas después de que la persona haya sido contagiada (por regla general)

- Hay cientos de miles o incluso millones de personas infectadas pero que son y serán siempre asintomáticas

La realización de test masivos habría conseguido que se detectaran los portadores del virus y se hubieran podido aislar adecuadamente. Pero no se hicieron.

Sin hablar de los escándalos producidos en la compra de los test, que han provocado un imperdonable retraso en su utilización y por ende más muertes.

Convencer a la población de que no es necesario del uso de mascarillas
Sin duda el número de personas infectadas es infinitamente superior al que conocemos. Y no hay que ser ningún sabio ni ningún científico de primera fila para saberlo. No había más que analizar los datos de lo que estaba ocurriendo en China y lo rápido que se estaba exportando el virus a otros países.

El Gobierno puso mucho empeño en convencer a todos los españoles de que no era importante el uso de mascarilla cuando la realidad es que su uso masivo también hubiera disminuido la propagación del virus. Incluso deberían haberse usado dentro de los propios domicilios, lugares de trabajo, etc. Así se habría conseguido que disminuyera la posibilidad de que una persona infectada que llega a su casa o a su lugar de trabajo contagiara a sus familiares o compañeros y se habría reducido la cadena de transmisión. Es más que probable que este factor influya en que la cuarentena a la que estamos sometidos todavía no haya conseguido el efecto deseado (a fecha del 3 de abril).

Además también se habrían evitado muchas de las miles de muertes que se están produciendo en las residencias de ancianos.

Casualmente la OMS y el Gobierno se están planteando ahora la recomendación del uso generalizado de mascarillas.
Posiblemente también hubiera podido ser importante el uso masivo de guantes desechable.

Saltarse la cuarentena también ha contribuido a la mayor expansión del virus aunque en mucha menor medida, ya que el porcentaje de la población que se la ha saltado es bastante reducido. Sin embargo, sí que ha influido negativamente sobre la población que se la saltaran varios miembros del Gobierno al ser un nefasto ejemplo para los ciudadanos.

Para nuestra desgracia, España tiene el mayor número de sanitarios afectados de todo el mundo y es en estos momentos también es el país del mundo que tiene más contagiados por millón de habitantes. ¿Casualidad? Evidentemente NO; es por la imperdonable negligencia de nuestro Gobierno y tendrían que responder por ello ante los tribunales españoles y/o internacionales.