REDACCIÓN - El pasado jueves, el Pleno del Ayuntamiento de Pozuelo de Alarcón fue escenario de un encendido debate sobre el futuro de una parcela ubicada en la Avenida de Europa, frente al Colegio Americano. El Grupo Municipal Socialista (PSOE), respaldado por plataformas como No al Recinto Ferial y Pozuelo es Verde, presentó una propuesta para convertir el espacio en una gran zona verde, rechazando los proyectos impulsados por el equipo de gobierno de Paloma Tejero (PP), que incluyen un palacio de congresos, un hotel de lujo y un recinto para eventos masivos.

Los socialistas argumentaron que las iniciativas planteadas por el PP carecen de sentido en un área consolidada y sin transporte público adecuado. “No es lógico construir un palacio de congresos cuando Ifema, a 20 minutos, tiene salas vacías gran parte del año. Tampoco un hotel de superlujo con restaurantes estrellados, algo que ni chefs como Dabiz Muñoz respaldan aquí”, señaló el portavoz socialista, quien también criticó los macroeventos previstos: “Generarán ruido y molestias, como ya ocurrió en septiembre, afectando a vecinos a solo 200 metros”.

Desde el PSOE se insistió en la necesidad de abrir un proceso participativo con la ciudadanía para evaluar alternativas que eviten impactos negativos. “No se puede urbanizar sin consenso, regalando suelo público como en un Monopoly”, afirmó el concejal David Cobaleda, quien pidió al PP reflexionar sobre la propuesta socialista, respaldada por “miles de vecinos”.

Las plataformas ciudadanas coincidieron en denunciar la falta de transparencia y los riesgos ambientales. Sin embargo, las peticiones de paralización y diálogo fueron rechazadas por la mayoría popular, que mantiene su apuesta por los proyectos. La Alcaldía defendió su plan como un motor económico, aunque no detalló cómo mitigará los impactos señalados.

La polémica refleja una brecha entre modelos urbanísticos: mientras el Gobierno municipal prioriza equipamientos privados, la oposición y colectivos exigen cohesionar la ciudad con espacios públicos sostenibles. El desenlace, por ahora, queda en manos del PP.