REDACCIÓN - A este ilustre premio, que se otorga en una solemne ceremonia que se celebró en la India el pasado 6 de noviembre han optado 101 países de todo el mundo. Miriam Galán ha sido la ganadora de este galardón en España, compitiendo con más de mil candidatos de todo el territorio nacional. 

-¿Cuál fue tu primera sensación al enterarte que habías ganado el premio?

Tengo que decir que tardé una semana en enterarme. Me enviaron un correo en inglés y no le presté mucha atención hasta que mis compañeras me dijeron que había sido la ganadora. Me puse muy contenta, como una loca. 

-Tras conseguir este importante premio, ¿te planteas salir del colegio Los Madroños, de Pozuelo, y seguir tu carrera en otro centro más importante?

No, quiero seguir aquí porque estoy muy contenta, muy feliz. En este momento yo valoro otras cosas distintas al dinero y no tengo aspiraciones extraordinarias profesionales. Me han llamado de otros sitios pero a todos les he dicho que no, me quedo en el colegio Los Madroños.  

-Para los que no conocemos los Global Teacher Awards, los “Oscar” de la Educación, ¿Qué nos puedes contar?

Lo organiza AKS Education Awards, una institución creada para valorar y reconocer el esfuerzo y trabajo individual o colectivo en el sector educativo. Se puede nominar a una persona que sea docente o del equipo directivo de un colegio. En mi caso me propusieron unos padres de un antiguo alumno que también habían sido profesores. No me lo esperaba para nada. Un día se pusieron en contacto conmigo para notificarme la nominación y desde que lo hice público en verano no he parado. El premio es el reconocimiento, no hay una dotación económica. Todavía no se sabe quién va a ser elegido, pero ya estar entre los nominados es una sensación increíble. Estoy muy contenta, no te puedo engañar.

-¿Qué se siente al ser la única profesora española nominada a este premio entre tantos educadores presentados? 

Para la autoestima me viene genial, las cosas como son. Pensar que de tantos profesores españoles soy la única seleccionada me llena de satisfacción y la vez siento algo de vértigo. Creo que aún no lo he interiorizado lo suficiente. A raíz de la nominación me han llamado de muchísimos sitios diferentes, tanto para hablar conmigo, hacer colaboraciones o para ofertas de trabajo. Las redes sociales no paran de crecer. De todas formas, ahora mismo ganar o no ganar no va a suponer ningún cambio drástico en mi vida. En esta escuela soy muy feliz. Estoy muy cómoda con la vida que llevo y con mi trabajo en Pozuelo. Además, estar entre los nominados ya es algo más que suficiente. Este año el evento se celebra en la India, aunque ganase dudo mucho que pudiese ir para recoger el premio”.

-Aparte de ser logopeda das clases de otras disciplinas.

Soy muchas cosas. No paro. SuperEducalandia surge en un momento de tristeza, mi centro de trabajo cerró y decidí abrir un blog. Durante la pandemia de pronto los posts los estaban leyendo miles de personas y me empezaron a invitar a eventos. Conocí a gente increíble, como Laura Baena, de Malasmadres, o Leo Farache, de Educar es Todo, que me ayudaron muchísimo al principio y les tengo una gran admiración. La plataforma fue teniendo éxito y conseguí estar nominada al premio de mejor blog de educación de 2019 y a los premios Espiral, que reconocían la labor docente realizada durante la pandemia. Ahora estoy pensando si me decido con Twich y Tik Tok, pero no me dan las horas para todo. Llego del trabajo cansada por los niños y a veces cuesta ponerse en serio con las redes sociales.

-También eres miembro representante del Parlamento Mundial de Educación.

Es otra de las cosas increíbles que me están pasando. Me nombraron hace muy poco, en septiembre. El presidente, Gabriel Maza, se puso en contacto conmigo porque le gustaba mucho mi currículum y me seguía en redes. Hay varios miembros de diferentes países para poner en común las deficiencias que hay en el sector educativo y cómo podemos mejorarlas. Todavía no he asistido a ninguna reunión, pero estoy muy ilusionada.

-Eres una de esas personas a las que no les cuesta madrugar para ir a trabajar.

Es cierto. Me levanto feliz pensando que tengo que ir al centro. No es únicamente porque me guste mi trabajo y estar con los niños, estoy muy contenta con la escuela. En Los Madroños hay un ambiente muy bueno. Es como si fuera una hermandad, todos los compañeros estamos en la misma sintonía y los padres son todos estupendos. Si te soy sincera, me gusta trabajar en Pozuelo. La gente es muy agradable. Ya me había pasado con Los Escolapios, que está aquí en Pozuelo de Alarcón, no es algo nuevo. Siempre lo digo, vivo en Getafe pero pienso empadronarme en Pozuelo.