REDACCIÓN - Junto a la plaza de Miguel Ángel Blanco, en un viejo solar utilizado por los vecinos como aparcamiento precario, malvive desde hace más de un mes una familia en el interior de un viejo Ford utilitario. El vehículo, cuyas ventanas están cubiertas con cartones y plásticos pegados a la carrocería con cinta aislante, sirve de maldito refugio a una pareja que evita con discreción ser vista por los vecinos. 

Hasta el momento, esta familia no ha causado ningún tipo de problemas a los habituales del lugar, donde se halla la Avenida de la Huerta Grande y los terrenos que antaño ocupaba la antigua fábrica de pieles. A escasos metros de este punto se halla la calle de Tenerías, estación terminal de los autobuses interurbanos de Pozuelo. Y enfrente, se encuentra La Poza, el histórico lavadero y fuente, también bastante abandonados. Del caño de esta fuente, aún en uso, esta pareja de indigentes que malvive en ese coche se abastece de agua, que usa para su consumo y su aseo diario.  

Algunos vecinos de la zona se han dirigido a Pozuelo IN para denunciar esta situación con cierta inquietud. Uno de ellos comenta que “es penoso que en Pozuelo ocurran estas cosas”. Y añade que “en breve pasará de ser un problema a tratar por Asuntos sociales a convertirse en un problema de seguridad”. Otro de los vecinos del barrio lamenta la situación y exige soluciones al Ayuntamiento a la vez que se pregunta “¿con qué tranquilidad llegamos a casa o salimos de madrugada a trabajar sabiendo lo que tenemos en la puerta de nuestras casas?

Y LOS MENDIGOS, TIRADOS POR EL CENTRO DEL PUEBLO

Esta familia que “habita” ese coche no es el único ejemplo de indigencia que ser vive en el centro de Pozuelo. En la plaza del Padre Vallet, junto al ayuntamiento, es habitual ver diariamente, desde hace muchos años, a mendigos tirados en el suelo en lamentables condiciones físicas pidiendo limosna a los viandantes. Un espectáculo lamentable al que parece que los responsables municipales dan la espalda sin ningún rubor teniendo en cuenta que existe una Concejalía de Asuntos Sociales que debería ocuparse, precisamente, de estos Asuntos Sociales tan penosos, que son una vergüenza para los habitantes del supuesto municipio más rico de España.