REDACCIÓN - En la primera mitad de 2024, España ha experimentado una preocupante disminución de su población debido al saldo negativo entre nacimientos y defunciones. Según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el país ha registrado 156.202 nacimientos frente a 227.167 defunciones, lo que ha llevado a una reducción natural de 70.965 personas. Sin embargo, Madrid se destaca como la única comunidad autónoma que ha logrado revertir esta tendencia.

La Comunidad de Madrid ha registrado 25.739 nacimientos en los primeros seis meses de 2024, superando las 25.229 defunciones en el mismo periodo. Esto ha generado un saldo natural positivo de 510 personas, posicionando a Madrid como la única región capaz de incrementar su población sin necesidad de contar con un saldo migratorio favorable. Junto a Madrid, las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla también han logrado un ligero crecimiento, con un saldo positivo de 48 y 183 personas, respectivamente.

En contraste, el resto de las comunidades autónomas ha experimentado una disminución de la población por motivos naturales. Las caídas más significativas se han registrado en Galicia, con una pérdida de 10.705 personas; Andalucía, con 9.156; y Castilla y León, con 9.055. Aunque Andalucía es la comunidad con mayor número de nacimientos (29.274), también es la que ha registrado el mayor número de defunciones (38.430), lo que la coloca entre las regiones con peor saldo natural.

El envejecimiento de la población y la disminución de la natalidad continúan siendo factores determinantes en la dinámica demográfica de España. En la primera mitad de 2024, el número de nacimientos ha caído un 25% en comparación con el mismo periodo de 2014, lo que representa 52.000 niños menos en tan solo una década. Sin embargo, Madrid ha mostrado una tendencia positiva en este aspecto, con un incremento de 917 nacimientos respecto al año anterior.

La tendencia a retrasar la maternidad se refleja en el aumento de nacimientos en mujeres mayores de 40 años, mientras que el número de partos en mujeres menores de esa edad sigue disminuyendo. Este fenómeno demográfico, impulsado por factores económicos y sociológicos, tiene importantes repercusiones económicas para el país, que cada vez depende más de los flujos migratorios para mantener su crecimiento poblacional y económico.