Al Embajador de los Estados Unidos de América
Excelentísimo Señor, James Costos
Embajador de Estados Unidos ante el Reino de España
Barcelona, 17 de septiembre de 2015
Señor Embajador,
La semana pasada, un pequeño grupo de congresistas de su país se ha dejado embaucar lamentablemente por un funcionario de mi país.
Aunque eran muy pocos (representaban el 1% de los miembros del Congreso de los EE.UU.) los congresistas han metido la pata -gravemente- y Usted debe saberlo para que se lo comunique y tengan la oportunidad de rectificar y retractarse públicamente.
El funcionario español se llama Roger Albinyan y es "secretario de Asuntos Exteriores" de la Generalidad de Cataluña; un cargo -bien remunerado a costa de todos los contribuyentes españoles- que no debería existir; ya que esa Institución regional -autonómica- española, no tiene ninguna competencia legal para gestionar asunto exterior alguno.
Por tanto, saltándose a la torera la legislación y su función pública oficial, el funcionario Albinyan se ha cogido un vuelo a los Estados Unidos (obligándonos a los contribuyentes a pagárselo) y ha conseguido -tras gastar nuestro dinero en Washington- reunirse con el pequeño grupo de congresistas antes citado; logrando que éstos declarasen lo que le más conviene a la formación política regional a la que pertenece -y sirve- el citado funcionario público español.
Así, el congresista republicano Dana Rohrabacher, declaró: "No veo ninguna razón por la que la gente de Cataluña no puede tomar su propia decisión sobre si quieren o no formar parte de España"
Antes de decir algo tan facilón, Rohrabacher podía haber pensado que afirmar algo así no deja de ser una peregrina opinión particular suya; una teoría ajena a la realidad y a la legalidad en España, como también lo es en los propios EE.UU. donde los tribunales estadounidenses ya impidieron en su día cualquier referéndum o secesión de Texas respecto a EE.UU. porque iba en contra de la Constitución Estadounidense (como también ocurre en España)
Los políticos de su país Ileana Ros-Lehtinen; Mario Díaz-Balart y Carlos Curbelo, acompañaron y estuvieron de acuerdo con su colega del Congreso y afirmaron que "el derecho a decidir y de manifestar sus deseos como sociedad catalana debe prevalecer".
Es necesario recordar a los cuatro políticos estadounidenses y al funcionario español, que el "derecho a decidir" es un derecho de toda la Sociedad española en su conjunto, y que si hay que "consultar" cualquier cosa que afecte a la Nación y a su soberanía, hay que consultarlo a todos los españoles a la vez: Igual que sucede en EE.UU. y gran mayoría de países del mundo; la soberanía reside en todos los españoles constituídos -hace cinco siglos- en la Nación española.
Nadie puede sustraer la Nación a la Nación.
Los españoles de la región catalana constituyen -junto a los demás españoles de las demás regiones- la Nación española, y no pueden sustraer un trozo de Nación a la propia Nación (que es -también- suya).
El otro día en la cadena de TV británica BBC, el periodista Stephen Sackur tuvo que recordarle todos estos conceptos -varias veces- al engreído; mal arreglado y totalmente descolocado Romeva, en el programa "Hardtalk". Aunque intentó embaucarle y engañarle (como llevan haciendo los "nacionalistas" durante 30 años en Cataluña y otras regiones), el periodista inglés no se dejó hacer y le arrasó...
Ya sabemos que hay muchos "políticos" irresponsables como Luis Rabell que se permite manifestar cosas tan estériles -y anarquistas- como que "Las leyes están, en ocasiones, para desobedecerlas"
Todos debemos independizarnos -a toda costa- de individuos que proclaman y defienden "ideas" así...
Estoy convencido que el Congreso de EE.UU. no está de acuerdo con todas esas manifestaciones y posiciones tan fuera del orden; de la Ley y de la Democracia.
Ahora que celebramos los 450 años de la fundación por España de la primera ciudad de EE.UU. -San Agustin- en la Florida que descubriera el español Juan Ponce de León en 1513, es una ocasión apropiada para que los cuatro representantes del pueblo estadounidense antes citados, reconozcan su error y rectifiquen. Así sabrán estar a la altura de la verdad; de la legalidad; del debido respeto a España y de la alta misión que les encomiendan sus propios votantes en los Estados Unidos de América.
Agradecido por su atención, reciba un cordial saludo,
Álvaro de Marichalar y Sáenz de Tejada
Barcelona,
Cataluña,
Reino de España