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MARZO 2019  /  ENTREVISTAS

EL BAÚL MÁS ARTÍSTICO Y FEMENINO: CLUB RÍTMICA POZUELO

08-03-2019 8:45 a.m.

Por primera vez El Baúl se multiplica por dos, viajando a las entrañas de un equipo lleno de humanidad, disciplina, saber-hacer, humildad, trabajo y mucha ilusión. Hablamos con las dos entrenadoras del equipo de gimnasia rítmica de Pozuelo. Dos mujeres que coordinan a más de 50 deportistas (de las cuales, 5 se suman a esta entrevista) y a todo un equipo técnico que hace de la Rítmica Pozuelo una verdadera familia.
Por Katy Mikhailova

Si algo tiene Pozuelo es esa inexplicable esencia deportiva que llena al municipio de grandes figuras del deporte de élite. Estamos en marzo y, sin entrar en ninguna politización, el 8 de marzo es el día de la mujer. Así que no podíamos evitar que este Baúl tuviera un enfoque femenino y, por qué no, múltiple. Así que nos reciben dos mujeres de primera, llenas de ideas y grandes retos: Silvia Carredano y Cristina Fernández, las dos entrenadoras del equipo de Gimnasia Rítmica de Pozuelo, confiensan hacer “de todo”. Desde ser las directoras técnicas de las deportistas (diseñando sus temporadas) hasta crear las coreografías, así como ejercer de preparadoras físicas y psicólogas. ¡Casi nada! “Elegimos las músicas, diseñamos los maillots, montamos los ejercicios, los pulimos, las motivamos, y finalmente las acompañamos a los campeonatos”, coinciden.

El Valle de las Cañas es sin lugar a dudas su rincón preferido de Pozuelo y el Club Rítmica de Pozuelo suena a creatividad, originalidad,  virtuosismo, superación y a trabajo en equipo, como explican.

Silvia Carredano llegó al club hace más de 25 años. De hecho, ella es una de sus fundadoras. Cristina Fernández lleva también más de 20 años. “Hemos vivido muchas generaciones de gimnastas y muchas etapas de la gimnasia”, cuentan.

Y es que, desde la fundación del club, Silvia y Cristina han estado presentes en casi todos los campeonatos nacionales, obteniendo muy buenos resultados a lo largo de su historia. El club ha sido dos veces campeón de España absolutas Junior (2016 y 2017) y en 2018 el Equipo Senior quedó tercero de España Absoluto. Además a nivel autonómico o nacional base el equipo cuenta con gimnastas desde prebenjamín (6 años) hasta senior obteniendo también unos muy óptimos resultados en esos niveles.

—¿Cuál es la razón de éxito de vuestra última victoria en 2018?
Cristina Fernández: Quedar en podium de un campeonato de España absoluto es muy difícil. La rítmica es el deporte con más fichas federadas femeninas, hay muchísima competencia, por lo que hay que trabajar muy duro y destacarse del resto en algo. En el caso de nuestro equipo Sénior, han logrado este éxito gracias a su humildad, a su trabajo constante y a su espíritu de superación.

—Todo equipo tiene una filosofía y unos valores definidos que priman …
Silvia Carredano: En el club Pozuelo intentamos serle fiel a nuestros principios, que son los de formar personas por encima de formar gimnastas. Además, prima el trabajo en equipo por encima del individual, por lo que fomentamos valores como el compañerismo o la solidaridad. Buscamos el máximo rendimiento de cada gimnasta y su satisfacción personal a través del trabajo y la dedicación de todo el equipo técnico.

—Formáis personas antes que gimnastas en una ciudad como Pozuelo… ¿què significa Pozuelo en vuestras vidas y en la rítmica?
CF: Pozuelo es parte de nuestro ADN, lo mismo que la rítmica. Nosotras nos sentimos representantes del nombre de Pozuelo por donde quiera que vayamos: nuestras deportistas están educadas en el respeto al rival y en la deportividad. Siempre intentamos dejar a Pozuelo en lo más alto, tanto a nivel deportivo como en lo extradeportivo. Pozuelo apuesta por el deporte y por la Rítmica (tenemos una instalación en el Valle de las Cañas idónea para desarrollar nuestro deporte) por lo que intentamos siempre que se note que nuestro municipio se hacen bien las cosas y se apoya al deporte y a la gimnasia.

—¿Como véis la gimnasia rítmica en España, en particular,  y en el mundo, en general?
SC: La gimnasia mundial ha evolucionado muchísimo en los últimos años, se ha vuelto muy exigente, tanto en lo corporal como en el manejo de los distintos aparatos (cuerda, pelota, aro, cinta y mazas). Se exige que las gimnastas sean bailarinas (giren, salten, sean flexibles…); pero, además, que manejen el aparato a un nivel increíble, lo que requiere cada vez más horas de entrenamiento. Para los clubes a nivel nacional es cada vez más difícil porque se requiere un tiempo que muchas veces no tenemos.

—¿Qué proyectos inmediatos tenéis?
CF: En ese sentido la gimnasia también ha cambiado, antes había un solo campeonato nacional pero ahora hay también copas de España, Liga Iberdrola y muchísimos torneos muy prestigiosos (tanto en individual como en conjunto), por lo que no paramos nunca de estar preparando una gran cita. Ahora mismo estamos intentando clasificar a varios equipos para la Copa de España y a varias individuales para los Nacionales.

—Entrenar un equipo con más de 50 integrantes debe de ser muy complicado...
SC: El Club Rítmica Pozuelo es, ante todo, una familia. En ese sentido tanto las gimnastas como el equipo técnico nos sentimos en el mismo barco y el ambiente en los entrenamientos, viajes y campeonatos es maravilloso. Nos conocemos muy bien, las mayores cuidan de las pequeñas; y tenemos grandes recuerdos de cada gimnasta, de cada competición y de cada momento importante. La gimnasia es un deporte muy exigente, es cierto que se entrena mucho y con disciplina, pero sin perder nunca la ilusión y el compañerismo.

—¿Qué importancia le dáis al factor suerte?
CF: No existe la suerte si no hay detrás un trabajo inmenso y bien hecho. Una vez que el trabajo esté asentado, además tienen que darse muchos factores para conseguir un título. Nosotras decimos “que se alineen los planetas”: es decir, tiene que salir todo bien. El trabajo hecho de meses atrás, la ausencia de lesiones o inconvenientes físicos de alguna componente, el apoyo incondicional de las familias; y, ya en el campeonato, competir sin errores y que los rivales fuertes tengan peor forma que tú… solo si se dan todos y cada uno de estos factores se puede conseguir un buen resultado.

—Quizá sea un pregunta muy simplista, pero, ¿son siempre objetivos los jurados que juzgan vuestro trabajo?
SC: No siempre. La rítmica es un deporte con un componente artístico y juzgar algunos aspectos es complicado. Nosotras intentamos trabajar para que las jueces vean las dificultades y salga la nota, pero no nos olvidamos nunca de hacer buenas composiciones y gustar al público, porque, de todas formas, levantar a un pabellón con aplausos también es un premio increíble.

—¿El papel de la estética y la moda, qué rol desempeña en el Club Ritmica Pozuelo?
CF: Le damos muchísima importancia a la estética, las entrenadoras diseñamos los maillots y los fabrican a medida según nuestro diseño. Intentamos que la puesta en escena de las gimnastas sea la mejor posible.

—¿Y  la música?
SC: Es el otro punto importante de nuestro trabajo. Lo primero, buscamos la música, que en ocasiones cuesta muchísimo; y, una vez encontrada, basamos en ella toda la idea y la puesta en escena, maillot, movimientos; toda la idea conductora de la coreografía.

—¿Qué consejo le daríais a alguien que quiera dedicarse a esto?
CF: Que disfrute del entrenamiento, que disfrute del día a día, de lo enriquecedor que es conseguir los objetivos con el esfuerzo y con el trabajo diario, que disfrute también de la competición como el día en el que muestras todo ese esfuerzo y todo ese trabajo, no como la simple búsqueda de una medalla.

—¿Hablamos del feminismo?
SC: Este deporte es un deporte olímpico y femenino, es decir, vivimos en un mundo al revés de lo que se acostumbra en otros deportes, donde los hombres  son un porcentaje pequeño y donde las mujeres son las gimnastas, las jueces y las directivas.

5 CAMPEONAS DE LA RÍTMICA DE POZUELO
—¿Qué significa formar parte del equipo de Gimnasia Rítmica de Pozuelo?
Ana Palacios, 18: Para mi lo significa todo. Todas estamos de acuerdo en que somos como una familia, la cual me ha hecho crecer y madurar como gimnasta, pero sobre todo, como persona. Gracias a este club he aprendido a valorar muchísimo este deporte, y una de los valores más bonitos que trae consigo es el compañerismo. Ir a entrenar me hace sentirme igual de cómoda que estar en casa, y esto es algo que me hace muy feliz. Es un orgullo para mi poder pertenecer a esta pequeña familia que hemos creado entre todas.

—¿Qué destacarías de las dos entrenadoras?
Gabriela González, 17: Una cosa que siempre decimos sobre ellas es que son nuestras segundas madres, y en realidad es verdad, porque hacen todo por nosotras tanto en los buenos momentos como en los malos. Podría decir muchas cosas sobre ellas, pero sobre todo la perseverancia y el gusto por las cosas bien hechas.

—¿Qué es lo más fácil y lo más difícil de entrenar en equipo?
Carmen López, 16: Lo más fácil es sin duda lo bien que nos llevamos todas. Somos casi como hermanas, lo cual muestra nuestra complicidad tanto dentro como fuera de la pista. El único inconveniente es que cuando una está agobiada o tiene un mal día, nos afecta a todas, aunque siempre intentamos animarla y ser positivas, ante todo.

—¿Cuál es el recuerdo/anécdota que con más cariño guardas de alguna competición?
Carolina Cascante, 17: La mejor anécdota que tenemos sin duda es de este pasado campeonato. El sábado antes de competir decidimos no comer la comida que nos ofrecía el hotel. Vimos un restaurante con un cartel que decía “Prueba nuestras croquetas finalistas” así que entramos y pedimos croquetas para nosotras y nuestras entrenadoras. Al terminar la competición y ver que nos habíamos clasificado para las finales todas coincidimos en que el motivo del éxito había sido las croquetas finalistas.

—¿Qué ha supuesto ganar el último reconocimiento?
Adriana Alzueta, 18: Esta medalla de bronce ha supuesto para nuestro equipo la recompensa a muchos años de sacrificio, de constancia y de luchar juntas. El simple hecho de haber sido capaces de demostrar nuestro trabajo en el tapiz ya es un éxito para nosotras. Para mí en particular, que me he despedido de la gimnasia rítmica en este último campeonato, supone un cierre increíble a mi carrera deportiva y hace que no pueda quedarme con un mejor recuerdo de este deporte.   Ω