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Texto e imágenes Ricardo Rubio - C​uando las primeras notas de Insurrección empezaron a sonar  ​las 17.000 personas que llenaban el Palacio de deportes de la comunidad de Madrid se dieron cuenta de que desde el segundo uno la noche iba a ser mágica.  Como sus letras, como su poesía, como sus palabras pañuelo palestino en mano cuando dedicó este concierto a todas las victimas de esa guerra sin sentido. Directo como siempre, el cantante de EL último de la fila desplegó todo su repertorio durante 3 horas de concierto. No defrauda y ayer las 3 canciones de cada día se convirtieron en 3h de música de otros tiempos, de este tiempo.