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Texto e imágenes Ricardo Rubio - Llegué con el agua al cuello desde el teatro Albeniz donde Wim Mertens azuzaba su piano con destellos de new age adormecida. Un placer para determinado paladares. Glen Hansard salió sin boato alguno, con pausa pero sin vitola de estrella. Intentaba aguantar la respiración cansada para poder disparar sin que la cámara tiemble. Calma dijo al inicio del concierto. Me vino bien. Luego empecé a ver brillos de luces tenues y medio apagadas con destellos naranjas. A mi me parecía estar soñando. Los días seguidos de curro pensé. Me hacen ver cosas que no están. Pero yo lo vi, y por aquí os lo dejo.
