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NOVIEMBRE 2013  /  ENTREVISTAS

ALMUDENA SOLANA: A POZUELO LO VEO COMO UN LIBRO

11-10-2014 1:05 p.m.

Acaba de presentar su cuarta novela, Efectos Secundarios, una intrincada historia en la que los personajes, que tienen nombres de fármacos, reflexionan sobre la vida, con una narrativa amena que nos atrae fácilmente. Almudena Solana, la autora de esta obra estuvo con nosotros para contarnos cómo vive y trabaja una escritora multifacética en Pozuelo

Almudena es una persona que ha viajado mucho y se nota desde el primer momento en el que hablas con ella. Le gusta vivir con la tranquilidad, la felicidad, o ver a los niños que saben jugar con  las pequeñas cosas. “Eso lo he vivido en países donde existe el hambre, en los países más desarrollados lo que he visto es más pobreza. Donde hay hambre sí que he visto la felicidad”. Ve que en las grandes ciudades, como Madrid, la gente va muy deprisa, demasiada. “Van a todos los sitios corriendo y a mí me me gusta más la tranquilidad”, señala. Quizás por eso, le gusta más Pozuelo para vivir. Porque es más tranquilo.

Para la autora de El Currículum de Aurora Ortiz (adaptada en Inglaterra al teatro), Las mujeres inglesas destrozan los tacones al andar y La importancia de los peces fluorescentes, aparte de la que acaba de presentar, la vida “es mucho más sencilla y fácil de lo que nosotros queremos hacerla. Cada uno marca sus pasos en la tierra. Es cierto que la vida es difícil, pero tenemos que darle importancia a las cosas que realmente la tienen: que te quieran, por ejemplo”, asegura.

Contar historias

Solana practica con el ejemplo de lo que predica. Ella ha elegido lo que quiere hacer, decidió escoger una de las profesiones más difíciles, la de ser escritora y vive teniendo sorpresas diariamente. “A mí me sorprenden cosas diariamente y me siento viajera cuando me monto en un autobús de la EMT. No tengo que estar en el aeropuerto de ningún sitio. Me sorprendo cada día con las conversaciones en el metro, en la calle, en cualquier sitio donde voy. No me pongo los cascos porque me pierdo mucho de lo que hay a mi alrededor. Me pierdo esa pequeña fracción de tiempo de personas que aunque no vayas a volver a ver, han pasado por tu vida. lo que yo digo es: sonríeles”.

Probablemente sea esa una de las cualidades de Almudena. Lo escudriña todo, lo estudia todo y siempre con una visión positiva y con mucho optimismo. Toda esa observación la lleva luego a su faceta profesional. Plasma en sus novelas a personajes totalmente reales, que aunque tengan un prólogo complicado, consiguen un final feliz. Eso es lo que ocurre en Efectos Secundarios, una novela que ha tardado unos cuatro años en escribir porque le faltaba “el estar yo contenta conmigo misma. No me paso ni una. Soy una jefa muy exigente. Hasta que no estaba como yo quería que estuviera, no se la mandé a mi editor”, asegura.

Para Almudena, antes de contar las historias hay que observar mucho. Y ella lo hace con el ser humano, que “es algo fascinante, me encanta el comportamiento humano y por eso lo estudio en la calle, en el día a día”. A ella le viene esto desde hace tiempo, ya que esta licenciada en Periodismo, y lo hizo por vocación, porque le gusta escrutarlo todo. Pero en el periodismo, por mucho que preguntes, hay cosas que “nunca sabrás y yo no quería quedarme en eso. Yo quería conocer las cosas y encontrar las respuestas. Por eso di el paso de la realidad a la ficción, porque hoy las verdades están en la ficción y no en la realidad”.

Hay que cambiar la visión de la vida

Está convencida de que la gente actúa según le conviene cuando ve las cosas. Aunque también la ve encasillada y no siempre en lo bueno. Sus tres primeras novelas forman parte de una trilogía en la que da una visión de la vida a través del trabajo. “Esto se ha convertido en una obsesión en las personas. Llegas a casa y hablas del jefe, sales con los amigos y hablas del próximo proyecto. Todo gira en torno al trabajo. Eso a mí me genera ansiedad”, nos cuenta y se pregunta por qué la gente solo es feliz cuando está de vacaciones. “No es bueno solo estar bien cuando llega el fin de semana y ponernos tristes cuando es domingo por la tarde y hay que afrontar de nuevo el lunes. No sabemos vivir. Conviene vivir de una forma más intensa. Por qué los lunes son malos, por qué febrero es un mal mes” cuestiona.

Solana tiene la receta: “busca un plan para cada día, que sea maravilloso. Hay que estar contento todos los días. Si no consigo vivir intensamente, no me siento bien. Necesito hacer las cosas como si no fuera a vivir mañana. Lo que digo no es negativo, sino al contrario, consigo sacar el máximo de mí. Así empleo bien el tiempo”, señala.

Mujer del Renacimiento

Se nota la vitalidad de esta madre de tres hijos que no para de hacer cosas. Polifacética como las personas del Renacimiento, Almudena, escribe, pinta y diseña. Eso sí, por separado. En 2005 hizo su primera exposición de pintura. Poco a poco prepara obra, pero no tiene la suficiente para una nueva, así que habrá que esperar. Pero seguro que llega.

Su elemento fetiche son las perchas. Almudena entiende que “los pequeños objetos tienen su propia vida, son los que nos acompañan toda la vida y que luego permanecen cuando nosotros morimos. Adquieren un significado especial para las personas.  Para mí son las perchas, pero tengo otros como las sillas o los lápices de madera. Cada objeto habla por sí mismo y en la poesía visual, que es como catalogo mi pintura, entran los objetos como la percha”, señala.

A Almudena Solana otras de las cosas que le gusta y a la que le da importancia es a los colores. Más en concreto, a la estética en general. Todo tiene que tener su armonía. Lo ve como un componente más del gusto por la belleza, en el que entra la música, el teatro y demás.

Pozuelo para descansar

Llegó al municipio a vivir hace muchos años. y a ella le encanta Pozuelo por muchas cosas, "porque cuando llego de un día agotador a casa, puedo descansar. No hay tanto ruido como en Madrid. Porque es una localidad que tiene muchas infraestructuras, porque tienen cada vez más librerías, porque me gusta todas la actividades que se hacen en las bibliotecas", asegura.

Todo lo que gire en torno a la cultura le apasiona, por eso también disfruta de la actividad teatral que ofrece el municipio, que lleguen buenas obras al MIRA, el cuidado que tienen con el deporte en los jóvenes. “Eso hay que fomentarlo. Es verdad que se echa en falta menos uso del coche, pero parece que es una cosa que no se puede evitar”, concluye.

Ah, por cierto, a Pozuelo lo ve como un libro. Como el suyo, que ya se puede comprar en  librerías como Alejandría. No podía ser de otra manera.

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