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JULIO 2015  /  DEPORTES

Un empresario de Primera División

08-07-2015 10:42 a.m.

Sus comienzos en el fútbol fueron en Pozuelo, primero con sus compañeros de clase, en el patio, como tantos otros niños. Pero Gonzalo Iglesias destacó en aquellos años… Nos lo cuenta él mismo mientras abre las puertas de su negocio, Believe, un restaurante en Vía Dos Castillas… Ahora, a pesar de no dejar el fútbol, es un emprendedor, y su vida, asombrosa

Con tan solo ocho años un ojeador del Real Madrid se fijó en él y lo quiso fichar para las categorías inferiores del club merengue. Pero era demasiado pronto para ir allí y antes debía desfogarse en otros equipos. Eso es lo que hizo. Comenzó en el Pozuelo y tras un año en el equipo del municipio, los ojeadores vuelven a quererlo para la cantera del Madrid. Ahora sí que es el momento. Pasa por todas las categorías inferiores en las que tiene que compaginar el fútbol con el deporte. Además, con la presión añadida de estar en uno de los mejores clubes del mundo. En el que quieren estar todos los niños de su edad. “Allí aprendí mucho. Es un lugar donde te inculcan muchos valores y donde haces muchísimas amistades, que aun mantengo, como Soldado, Borja Valero, Quico Casilla…”, nos asegura Gonzalo.

Un futuro esperanzador

Acaba de finalizar la temporada con su equipo, el Trival de Valderas, pero no han podido mantener la categoría que con tanto esfuerzo consiguieron alcanzar la pasada temporada. “Éramos un equipo amateur en un entorno semi profesional. Ha sido muy complicado el año”, se lamenta Gonzalo. Muchos años antes, él era uno de esos jugadores en los que muchos tenían esperanzas y no defraudaba.

Lo traspasaron al Murcia y allí fue una pieza clave en el ascenso del equipo B. Antes estuvo en el Villarreal y el entrenador del primer equipo, Pellegrini, contaba con Gonzalo. Se entrenaba con Riquelme o Senna…pero las circunstancias y pequeños detalles no dejaron a este prometedor jugador llegar a Primera División. Su entrenador en el equipo B no veía con buenos ojos que entrenara en el primer equipo sin saberlo y desde entonces, dejó de hacerlo. Tras el ascenso, le comunican que no sigue en el Villarreal. Sólo tiene 22 años y sigue convencido de que el fútbol es lo prioritario en su vida. Es cuando se marcha al Murcia para jugar en el equipo B y consigue el ascenso. Además es quien consigue el gol en el play off que significaba la nueva categoría. “Era ahora o nunca. Estaba en ese momento en el que sabes que es uno de tus últimos cartuchos para subir a Primera. Pero recibí una llamada un poco fría en la que me decían que no continuaba”, nos cuenta Gonzalo.

Un empresario de éxito

Después de luchar durante mucho tiempo, vio que no había vuelta atrás. Pero Gonzalo no es de los que se amilanan. Finalizó sus estudios y se puso a trabajar con su familia. Sus prioridades cambiaron. “Si he tenido este magnífico momento en el que muchos futbolistas han dado el salto de calidad y a mí me ha servido para que lo deje…”, reflexiona Gonzalo, que nos cuenta que “olvidó” el fútbol para dedicarse al mundo empresarial. “Tenía claro que ya no me movía de Madrid y que si algún equipo quería que jugase con él, lo haría, pero sin sacrificar todo. Sabía que mi prioridad había cambiado”, señala. Estuvo en el Móstoles tres años y el Trival Valderas hasta ahora… Aún no sabe qué va a hacer esta nueva temporada.

Ahora le da igual, aunque entiende que el fútbol sí que le podía haber dado algo más. Económicamente el fútbol, aunque no ha tenido los sueldos galácticos, dice que no se queja. Y amigos. Eso es lo que le ha dado. No lo dice con resignación. Es una persona que saca lo positivo de todo. Mientras jugaba, estudiaba. No dejó de hacerlo, ya que era consciente de que se tenía que labrar un futuro. “Lo entiendo así. Me han valorado mucho. He sentido mucho cariño y apoyo. Pero sé que esto es un embudo y si no lo he vivido es porque no tocaba”, asegura.

Una empresa de gafas de sol, un restaurante, la gerencia de una empresa… y tan solo con 30 años. Se ve un poco mayor, pero nada más que para el fútbol profesional. En estos momentos está jugando el partido de su vida. En el mundo empresarial. Y seguro que terminará en Primera División porque ha descubierto un mundo que le apasiona muchísimo.   Ω